El lenguaje oculto de los actos

. El lenguaje oculto de los actos . 

. Quetzalli A. Fuentes Leyva .

. Escritura Argumentativa I . 

. Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales .

. 26 de octubre del 2022 .

El desarrollo del lenguaje ha sido una herramienta fundamental para el ser humano, ya que, siendo ^[a]el principal medio de comunicación, permite a los seres humanos como animales sociales que son,^[b] el poder convivir y relacionarse con otros individuos. El lenguaje al ser un medio de comunicación tiene diferentes matices, ya que no siempre lo que comunican ^[c]es positivo. El lenguaje no solo consta de la comunicación para satisfacer las necesidades humanas sociales, sino también existen los^[d] insultos dentro del mismo. Los cuales son una de las primeras formas de agravio lingüístico que se aprenden, de acuerdo con Judith B. ^[1][e]

La autora (Judith Butler) escribe en su libro Lenguaje poder e identidad sobre lo que ha podido observar, analizar y estudiar de acuerdo al tema del desarrollo y significado del lenguaje^[f]. Para poder abordar el tema del lenguaje, la autora da la introducción a la performatividad del lenguaje. Inicia con la afirmación de que la iterabilidad^[2] de una palabra le confiere el poder de herir. ^[3]También da la introducción a los diferentes actos de habla: los ilocucionarios y perlocucionarios, los primeros (ilocucionarios) son los que cuando dicen algo, hacen lo que dicen; los segundos (perlocucionarios) son actos que producen ciertos efectos como consecuencia. De ahí es que la autora hace ver la importancia de la performatividad del lenguaje, ya que esta consiste en el verdadero significado detrás de un mensaje y las consecuencias que implica el  comunicarlo. Específicamente la autora quiere dar a notar t^[g]odas las causas negativas que estos pueden traer como consecuencia.

En las siguientes páginas la autora evalúa 2 casos específicos:

Primer caso: Da el ejemplo de un acto de lenguaje de odio, el cual fue llevado a corte y este fue protegido por la primera enmienda. Judith Butler comprueba con este ejemplo que el lenguaje de odio no tiene que ser un insulto o amenaza directa, si no que este puede ser creado sin emitir ni un solo sonido.

El caso que analiza es sobre una familia afroamericana que fue violentada por un joven blanco. La forma de violencia que ejerció este joven fue prender en llamas una cruz en el jardín de la familia afroamericana. Esta acción hace referencia a la ideología del  Ku Klux Klan, los cuales “son un grupo de supremacistas blanco estadunidenses que son conocidos por promover actos violentos y propagandísticos al racismo”. ^[4]

Segundo caso: La autora hace un análisis sobre cómo la industria pornográfica también es un caso de lenguaje de odio que es muy promovido y normalizado. Ya que en ese rubro se expone una representación errónea de la mujer, haciéndola ver en un papel erróneo de sumisión. 

La autora retoma el primer caso citando a diferentes autores, tales como Cover, Kendal Thomas y Nietzche; esto con la finalidad de respaldar su investigación. Por esta razón es que cita al autor Cover, el cual utiliza para poder cuestionar el poder que se les es otorgado a los jueces, como individuos investidos, cuya finalidad es mantener el orden social buscando el bien común. Judith B. cuestiona el hecho de que los jueces sean las personas que dictan el castigo ya que, en el sistema jurídico eso tiene como significado el hecho de que estos individuos se encuentran por encima del primer actor. Haciendo que las acciones de los jueces tengan el poder de herir al ser humano que generó la acción primera.

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