El llamado Oro Blanco

El llamado Oro Blanco

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Rocha, Bernardo

Índice:

Introducción……………………………………………………………………..……Pág. 1

Capítulo I………………….…………………………………………….……….…...Pág. 3

Capítulo II………………………………………………………………….……..…..Pág. 4

Capítulo III……………………………………………………………….…….…….Pág. 7

Capítulo IV……………………………………………………………………………Pág. 9

Conclusión…………………………………………...……………………………….Pág. 11

Bibliografía…………………………………………………………….…………..…Pág. 12

Introducción:

A lo largo de este trabajo estudiaré el nuevo fenómeno conocido como “fiebre del oro blanco” que, si bien se está produciendo a nivel mundial, en nuestro país se está haciendo notar intensamente. La clave de todo esto es el litio, un mineral que en estos últimos años consiguió entrar en la lista de los llamados “recursos estratégicos”, estos son aquellos elementos de la naturaleza vitales tanto para la sociedad como para el mundo, y que, como consecuencia de esto, son mundialmente disputados. Ahora bien, si pensamos en recursos como el agua, o el petróleo, está claro que son fundamentales para nuestra vida, pero es probable que si hablamos de litio, nos llame aún más la atención.

Para comprender mejor el porqué del auge dicho mineral nos deberíamos enfocar principalmente en los usos que tiene. A este mineral  podemos encontrarlo en la fabricación de vidrio y cerámicas, en la elaboración de grasas y aceites, para alivianar componentes estructurales en la industria aeronáutica, en la elaboración de polímeros, en filtros de aire, y en otras industrias, dentro de las cuales se destaca la farmacéutica para generar psicofármacos. Sin embargo, la utilidad más destacable que se le da al litio es la fabricación de baterías, y cómo podemos ver en el gráfico, ocupa el mayor porcentaje de la torta. Y a medida que pasa el tiempo, esto se irá incrementando por la nueva tendencia a pensar en el desarrollo sustentable del planeta. [pic 3]

Cabe destacar que a pesar del cuidado por el medioambiente, si hablamos de extracción de litio, esa idea queda un poco de lado. A este dilema también hay que sumarle las problemáticas que se dan con las comunidades que habitan la zona del triángulo del litio, las posibles complicaciones que puede traernos a nivel económico, y por qué no político.

De todo esto se hablará en los siguientes capítulos del trabajo, con el objetivo de comprender que es un fenómeno multidisciplinario, y que la mejor opción para abordar este  tema es partiendo de una perspectiva CTS, teniendo en cuenta la mayor cantidad de puntos de vistas posibles.

Capítulo I: ¿Qué es el Litio?

El litio (Li) es un elemento químico alcalino, metálico, diamagnético pero sumamente reactivo, de rápida oxidación en aire o en agua. En su forma pura es un metal blando, de color blanco plateado y sumamente ligero, que no se encuentra en estado libre en la naturaleza.

Se trata de un elemento semejante al sodio, moderadamente abundante en nuestro planeta, especialmente en rutas volcánicas o salares (nuestro país junto con Bolivia y Chile conforman el “Triángulo del Cono Sur del Litio”, ya que los tres países concentran el 80% de las reservas mundiales del llamado “oro blanco”).

Su nombre proviene del vocablo griego para “piedra”: lithios, dado que fue descubierto en la antigüedad como parte de grandes peñascos. Su comprensión moderna sin embargo se remonta a 1817, cuando Johann Arfvedson lo descubrió en una mina de petalita de Suecia. Su obtención mediante electrólisis fue muy posterior, sin embargo, su comercialización se inició en 1923 por parte de una empresa alemana.

Igual que el resto de los metales alcalinos, el litio es sumamente inflamable y potencialmente explosivo una vez expuesto al aire o, más aún, al agua. Es también corrosivo, y en grandes cantidades puede resultar tóxico, al inhibir la absorción de yodo vital para las hormonas tiroideas.

Cabe destacar que aunque el mercado del litio es relativamente pequeño en comparación a otros metales como el cobre o el oro, es dinámico, ya que su demanda está siendo impulsada por un fuerte aumento en la fabricación de baterías basadas en litio utilizadas para vehículos eléctricos.

Capítulo II: Problemas ambientales por la explotación del Litio.

Como dijimos en la introducción, este fenómeno del litio, se irá incrementando a medida que pase el tiempo debido a la idea de generar un desarrollo sustentable a nivel mundial, y para entender a qué me refiero con esto de “sustentabilidad” citaré las palabras de Esthela Gutiérrez Garza:

“(…) en 1987, la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo de las Naciones Unidas presenta el llamado Informe Brundtland, el cual recoge nuevas críticas elaboradas en el seno de los movimientos sociales y en las propuestas teóricas de la comunidad científica y académica. Este Informe concretamente propone impulsar el desarrollo sustentable como un camino para corregir la crisis ecológica global y los problemas de equidad, y fue definido como aquel desarrollo que permite satisfacer las necesidades de la presente generación, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas´”.

En esta cita podemos comprender que cuando hablamos de desarrollo sustentable, nos referimos a la iniciativa de poder hacer que las futuras generaciones disfruten del medioambiente que tenemos hoy en día. En oposición a lo que se pensaba antes, cuando surgió esta idea de la sustentabilidad, nos habíamos enfocado tanto en producir, en fabricar, en negociar, que habíamos perdido de vista algo fundamental para que todo aquello suceda,  el hecho de que el lugar de donde provienen los recursos necesarios para generar ese desarrollo, no es infinito.

De allí en más, la idea de “cuidemos el planeta” tomó más y más intensidad. Gracias a esto, surgió el auge de las energías renovables, aquellas energías limpias, que no contaminan el medioambiente como sí lo hacen las generadas por combustibles fósiles. Pero, ¿qué tiene que ver esto con el litio? Pues mucho, ya que estas energías son discontinuas, es decir, no podemos disponer de ella constantemente, y por esto resulta necesario muchas veces el almacenamiento de la misma mediante el uso de baterías. El 0,5 % de estas baterías está formado por litio. Dicho así parece insignificante, sin embargo, sin ese pequeñísimo porcentaje del mineral, la batería no funcionaría.

Dicho esto, pasemos a lo que causa más ruido en el noroeste de nuestro país. Si bien es cierto que sin la idea del desarrollo sustentable el litio no tendría tanta fama como en la actualidad, hay que destacar que su obtención va en contra de este pensamiento. Para esto sería interesante comprender cómo se extrae el mineral de nuestros territorios.

La obtención del litio se puede realizar de dos formas diferentes, la primera es la minería convencional. Se muele la roca que contiene el litio, y mediante ácidos y sustancias químicas se trata de separar este mineral de los demás componentes. Este método además de ser más “sucio” a nivel ambiental, es tres veces más costoso que el que se utiliza en el “Triángulo del Litio”. En esta zona del planeta, el mineral no se encuentra en rocas, sino que está disuelto en salmuera (agua con sal) situada a unos 200 metros de los salares de la región. En estos casos, lo que se hace es extraer el líquido mediante bombas y tuberías, que lo depositaran en piletones con una capa aislante en su base para que no se filtre nuevamente a los suelos. Una vez allí, se espera entre un año y medio, y dos años para que el agua se evapore y sólo queden sedimentos.

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