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El olvido de los sueños


Enviado por   •  27 de Marzo de 2023  •  Apuntes  •  1.071 Palabras (5 Páginas)  •  27 Visitas

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Universidad Autónoma de Querétaro

Facultad de psicología

Introducción al psicoanálisis II

Regina Guevara Durán

Semestre 4, grupo 3

27/03/21

“El olvido de los sueños”

Sigmund Freud. Tomo V “La interpretación de los sueños”, capitulo VII. “Sobre la psicología de los procesos Oníricos”.

“Cuando a primera vista el informe de un sueño me parece de difícil comprensión. Ruego al que me lo cuenta que me lo repita. Es raro que lo haga con idénticas palabras. Ahora bien, los lugares en los que él modifico la expresión, que me dan a conocer los puntos débiles del disfraz del sueño, me sirven como a Hagen la señal bordada en el vestido de Sigfrido. Por ahí puedo comenzar la interpretación de mi sueño” (Freud, 1900, p. 510)

La memoria y la consciencia son ajenos el uno con el otro, la memoria puede ser traicionera debido a la información que el consciente nos permite recordar, así que nuestros recuerdos no tienen un 100% de realidad, no se puede confiar en ella todo el tiempo, pero a final de cuentas la represión es por un bien y estabilidad emocional correcta. Esto debido al principio de placer y displacer, no olvidaremos algo que nos ha causado placer, por supuesto; mientras que una experiencia displacentera en todo caso es mejor dejar pasarlo y evitar que ocurra de nuevo.

Cuando soñamos, el contenido del sueño en sí lo podemos ver como algo sin sentido, sin embargo, no conocemos el significado real detrás de este. Creemos que no sabemos y no logramos comprender lo que representa, pero nos refleja ciertas cosas sobre nosotros; en este caso reprimidas. Lo reprimido es el esfuerzo que aplica nuestro preconsciente para poder esconder los recuerdos que poseen contenido que nos puede dañar mentalmente, pero esto no quiere decir que nuestra mente lo deseche, el recuerdo está ahí dentro, guardado, pero no tenemos una ruta sencilla para acceder a él mientras estamos conscientes, tampoco cuando estamos durmiendo se podría considerar “sencillo”; pero nuestro preconsciente, nuestro guardián del yo, el que evita que esos recuerdos regresen a nuestro consciente necesita descansar también, debido a la cantidad de energía que ocupa durante el día para mantener nuestro inconsciente a raya, ahora bien, no quiere decir que la barrera entre nuestro inconsciente y consciente caiga y se destruya durante la noche, sino que esta se debilita, volviendo a nuestro consciente más asequible de corromper. Mientras mas haya por reprimir durante el día mas gasto de energía habrá.

El soñar contiene una fuente de energía que no necesariamente viene del inconsciente, esta carga un deseo con necesidades de satisfacerse, estas fuentes del deseo Freud (1900, p.547) las divide en 4:

  1. El deseo admitido pero que no se cumplió, durante el día, este proviene del preconsciente y se trata de algo que se nos fue negado pero que teníamos muchas ganas de tener y por lo tanto soñamos que logramos conseguir cual fuera lo que queríamos despiertos.
  2. El deseo admitido pero sofocado, se trata de algo que pensamos despiertos, durante el día, pero no se quiere admitir y entonces no logra satisfacerse hasta que soñamos admitirlo, este es compartido entre el preconsciente e inconsciente.
  3. El deseo reprimido, este no tiene potencia durante la vigilia y se trata de un deseo inconsciente con energía de salir; pero este debe pasar por un largo proceso dentro de nuestro aparato psíquico, donde primero quiere entrar como sin nada a nuestro consciente, pero este lo regresa, después el recuerdo vuelve a intentarlo, pero esta vez se disfraza, y logra pasar con un camuflaje, por eso podemos no encontrar mucho sentido dentro del sueño.
  4. El deseo con estímulos actuales está vinculado con los estímulos actuales, si tenemos hambre o ganas de ir al baño entonces soñaremos que estamos satisfaciendo ese deseo.

Y por último una que no es en realidad un deseo, pero también es considerada una de las mociones de nuestro pensamiento cuando dormimos:

  1. Las representaciones que nos resultaron indiferentes durante la vigilia, cosas que ignoramos despiertos, como caras de desconocidos, y estas personas las soñamos y podríamos decir que nunca las hemos visto. Pero esto resulta que no es un deseo, a estos se le llaman restos diurnos, se trata de huellas mnémicas.

Para explicar bien el proceso del punto 3 proceso cabe resaltar que nuestro aparato psíquico está conformado por distintas instancias, cada una de estas con reglas diferentes a la anterior, cuando una huella mnémica (Una huella mnémica se trata de la transcripción de lo que es percibido y registrado) entra al aparato psíquico esta se transcribe de acuerdo con las leyes de cada una de estas, en caso de no cumplir con alguna de estas leyes se bloquea automáticamente y se reprime. Durante la noche al no tener éxito al pasar en su verdadera forma, se transforma para lograr burlar al preconsciente y este es llevado a la percepción a manera de sueños, pero cuando el contenido del sueño es demasiado fuerte y llega a ser demasiado real y displacentero para nosotros entonces nos despertamos.

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