El poder de la conciencia Al terminar de leer la novela Frankenstein de Mary Shelley

El poder de la conciencia

Al terminar de leer la novela Frankenstein de Mary Shelley, noté que la conciencia influye de una forma muy fuerte en las personas, y que para muchas no es posible manejarlo, esto se puede ver claramente en la novela, de como Víctor se consume poco a poco, porque su conciencia no está limpia y esto a medida que pasa el tiempo lo va atormentando cada vez más, lo que me llevo a afirmar de que este tipo de poder es causante de muchas confesiones, desde la más pequeña, hasta las más grande, pero también es la que produce ciertas acciones y actitudes para con ciertas cosas, ya sean buenas o malas.

Es posible que para tener la paz interior de vuelta, empiecen a hacer buenas acciones, pero por otro lado esta que simplemente se sumerjan en el dolor que le causa y comiencen a ver las cosas con una visión oscura y por último es que sigan con sus vidas como si nada hubiera pasado.

Para soportar estas ideas aquí están mis argumentos:

• La conciencia como bien dije antes, tiene cierto poder que nos influye de un modo u otro, muchas veces puede ablandar el corazón pero por otro lado, podemos tomar ciertas decisiones para nuestro propio bien, sin pensar en el daño que le hacemos al otro. Pero al final de todo siempre la conciencia nos enseñara el camino correcto para poder a volver a nuestra rutina de siempre, y asi pode vivir en armonía con los demás sin causar ningún problema.

“Su narración, y los sentimientos que ahora expresaba, demostraban que era una criatura de sentimientos elevados, y ¿no le debía yo, como su creador, toda la felicidad que pudiera proporcionarle?” pág. 167

“Recordé con una sensación de locura la promesa de crear otro se como él, y entonces, temblando de ira, destrocé la cosa en la que estaba trabajando. Aquel engendro me vio destruir la criatura en cuya futura existencia había fundado sus esperanzas de felicidad…” pág. 195

• Esta también nos indica cual es el bien y cuál es el mal, si somos completamente sinceros con nosotros mismos y con las demás personas, por lo tanto es la que nos otorga la paz interior o simplemente nos la arrebata, no dejándonos sacar la mala acción que hemos realizado de nuestras mentes, en la mayoría de personas este remordimiento desaparece cuando empezamos a remediar nuestras acciones.

“Esta idea me perseguía y me atormentaba durante todos aquellos momentos que de otra manera me hubieran proporcionado paz y tranquilidad.” Pág. 189

“La sangre circulaba libremente por mis venas, pero un peso insoportable de remordimiento y desesperación me oprimía el corazón. No podía dormir, deambulaba como alma atormentada, pues había cometido inenarrables actos horrendos y malvados, y tenía el

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