Enfoques Teoricos En El Desarrollo De La Sexualidad En El Preescolar

Pontífices ideológicos, lideres revolucionarios o políticos, héroes o artistas, son el tipo de personajes que solemos poner como protagonistas de nuestras historias, creyéndonos saberlo todo, citamos a tal o cual famoso, asegurando, en muchas ocasiones, son los autores de cientos de historias. Pero pocas son las veces en las que fijamos nuestra mirada en aquellos, que bien podríamos decir, son verdaderos actores históricos, que sobreviven a las transformaciones sociales. Y de qué otro personaje podríamos estar hablado si no del hombre mismo, en su inicio como ser vivo: El niño.

Retrocedamos un poco los años en nuestras mentes, y nos estacionaremos en la época de la que se dice que “eres feliz y sin darte cuenta”, enarbolemos los recuerdos y construyamos cualquier momento vivido. Una bella memoria podría ser el paseo con nuestros padres o el juguete preferido. Pero, ¿Cuántas veces recordamos nuestros pensamientos, cuando éramos pequeños? En el caso de muchos, la mente de niño fue albergue de anhelantes aventuras con seres inexistentes o en mundos alternos. La realidad, era quizá, lo que menos importaba.

La característica principal quizá era esa, volar dentro de miles de cuentos, fuera de lo dañino que puede ser el mundo. El tiempo y las circunstancias nos hacen crecer y modificar nuestro pensamiento, tornándolo poco a poco hasta el actual. Y a pesar de que nosotros solo somos un conjunto de experiencias, en la antigüedad, pocos reconocían lo importante que su niñez para su formación como Hombre o Mujer. En cambio, hoy, pueda haber quienes atribuyen todo lo que son a su vida como niños.

Pero, ¿es correcto decir los niños cambiaron? Por contestación, decimos que la expresión que debiera usarse es: -El contexto ha cambiado- . Si, el contexto, las ideologías, las creencias, las costumbres, a resumidas cuentas: la cultura. Y bien lo decía Bruner, quien comprendía a la cultura como “una manera de vivir y relacionarse con otros”, es esta la que ha cambiado.

Sin necesidad de ser reconocidos investigadores, es fácil darnos cuenta de estos cambios. ¿Cómo? Por el simple hecho de admitir las tantas diferencias del hombre de ayer al de hoy. Las necesidades cambian, y la raza dominante de este planeta evoluciona; las ideas son distintas, los anhelos son distintos, las familias son distintas. El patrón de construcción social se modifica cada día, y en la mente solo crece el sueño de alcanzar la Utopía. Y en la construcción de nuestras modernas sociedades, ¿qué tan importante puede ser la infancia? Y es que como se plateó unas líneas atrás, el hombre es lo que es por lo que fue de niño.

Pero no siempre se creía esto, la ley “Causa-Efecto” en este tema no era aplicable, y en una época obscura y de algún modo, ignorante, se negaba la existencia de la “infancia”. La época Medieval.

Es absurdo concebir esta idea de que la infancia se inventó a inicios del

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