Entrevista Con Niños

La entrevista con el niño

Ponerse al nivel del niño ayudara a que el niño no se sienta intimidado.

• Organización de las condiciones físicas

Condicionar el lugar procurando obtener un espacio confortable, silencioso y sin interrupciones.

El mobiliario debe favorecer más al niño que al terapeuta, esto será a partir de un mobiliario de acuerdo al tamaño del niño, además de aguantar un trato rudo por parte de del niño y no deben de contener sustancias toxicas.

También deben existir espacios para poder colocar el material que no se esté ocupando en la actividad con el niño, de esta manera se lograra más espacio y más orden.

• Algo para que el niño haga

Las pruebas de investigación sobre desarrollo social con niños en tareas cognitivas y conceptos, se realizan de manera individual.

Las entrevistas clínicas con niños también utilizan actividades como complemento a las preguntas. La actividad deberá de representar variables de manera sistemática. El desarrollo de los materiales para la actividad, el formato de pregunta y las instrucciones, integran el procedimiento total de la prueba.

Pueden usarse una gran variedad de actividades para reforzar las preguntas. Suele ser útil jugar con muñecas, proponer dibujos e historietas, emplear juguetes diversos. Las preguntas pueden formularse en videos y caricaturas. La actividad debe elegirse cuidadosamente, de tal forma que se convierta en una parte integral de la entrevista.

• Hablar con niños

Conforme el niño aprende el leguaje empieza a utilizar una gramática modificada que implica las reglas de las formas verbales.

A los cinco años de edad un niño con desarrollo normal ha adquirido tota la dramática necesaria para transmitir sus necesidades, expresar ideas, y responder preguntas.

No es necesario que un entrevistador hable con el niño en un tono condescendiente. El lenguaje debe ser claro y sencillo; deben evitarse las oraciones largas y complicadas. También deben evitarse preguntas retóricas. Verifique que el niño conoce el significado de cierto término antes de realizar preguntas basadas en este mismo.

• Memoria y comprensión en los niños

Los niños son influidos con mayor facilidad que los adultos por preguntas que sugieren la respuesta. Debido a su menor desarrollo cognoscitivo, son más susceptibles que los adultos a equivocarse al recordar los eventos.

La edad del entrevistado no es un factor tan importante para cambiar un testimonio cuando se enfrenta a preguntas que sugieren la respuesta. (La ingenuidad de los niños ayuda a mantener sus opiniones. También dice que la memoria de los niños pequeños puede ser altamente confiable, inclusive a responder preguntas que sugieren la respuesta y tener recuerdos contrarios Dent)

• La imaginación de los niños

La habilidad del entrevistador consiste en separar lo que se basa en la experiencia de lo que es una fantasía y retomar el tema medular de la entrevista sin menospreciar la narración imaginaria del niño, lo cual demostraría un rechazo al esfuerzo del niño.

Las diferencias individuales en el temperamento, en la capacidad cognoscitiva y en las habilidades del lenguaje, influyen la capacidad imaginativa del niño.

• Recompensas

Evitar que la cooperación del niño se base en recibir una recompensa posterior.

Si se va a dar recompensa debe de otorgarse en agradecimiento al esfuerzo del niño, y solo por su participación, no por la calidad de su desempeño ni por la veracidad de sus respuestas.

• Duración

El tiempo que un niño pueda dedicar a su participación dependerá de muchos factores, incluyendo la edad, la dificultad de temas y las condiciones ambientales que puedan distraer su atención.

Cuando el niño empieza a inquietarse en la silla y evita el contacto visual, es probablemente indicador de que la entrevista debe de terminar pronto.

Planee varios descansos. Los movimientos inquietos también pueden significar que es necesario dar un descanso para ir al baño.

Aspectos generales de la evaluación del niño

• Motivos de consulta

Son los padres quienes solicitan una evaluación para su hijo porque identifican en él algo que consideran un “síntoma anormal”, o porque alguna otra persona como la maestra o autoridad en la escuela, les enseña que el pequeño tiene problemas.

Cuando se trabaja con menores es necesario tomar en cuenta que no es él quien solicita la consulta, sino que son otros los que requieren que se le evalue y se le trate.

En la actualidad cuando el niño no aprende o tiene problemas de conducta se le canaliza directamente al psicólogo, pero muchas veces es posible que la maestra o los métodos de enseñanza sean los que estén fallando, o bien algún otro factor que no es de origen psicológico.

Una de las quejas más frecuentes por las que se lleva a un niño a evaluación psicológica es por problemas de aprendizaje o escolares. Esto tiene que ver con las expectativas y fantasías que los padres tienen acerca de sus hijos, para quienes resulta una herida narcisista el que sus pequeños no se desenvuelvan tan bien como otros.

Es probable que, en muchas ocasiones, vayan angustiados o reticentes pues temen descubrir que la falla no es el niño sino de ellos mismos, lo que los lleva a presentarse con una transferencia negativa que en realidad se establece desde antes de conocer al psicólogo, y que va desde el temor hasta el franco rechazo.

La contratransferencia puede provocar que el psicólogo, sin darse cuenta, se convierta en cómplice de los padres; lo que no sólo liberará al niño de sus síntomas sino que quizás aumente su conflicto psicológico.

Alguna otra razón de consulta es la de un niño sumamente berrinchudo o inquieto que la madre no puede controlar. Aquí se evaluara si el problema es del niño o de la madre.

Otras veces los padres pueden tomar como síntomas algo que es normal, por desconocimiento de las características del desarrollo de los niños.

Muchas veces los padres utilizan a sus hijos como un pretexto para pedir ayuda para sí mismo y el psicólogo debe identificar esto.

Hay padres que muestran otro tipo de expectativas al solicitar una evaluación psicológica, ejemplo; cuando han acudido ya con otros especialistas los cuales han indicado un tratamiento que a ellos no les parece, entonces buscan que el psicólogo les diga algo que les agrade más. Esto sucede cuando se ha detectado una alteración grave en el niño, como deficiencia mental, psicosis o algún otro trastorno semejante. Es aquí donde el psicólogo decidirá si se trabaja con los datos que los padres ya tienen o es más pertinente hacer una nueva evaluación.

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