Estilos De Dirección

Estilos de Dirección y Subordinación

Pedro Casal, el nuevo Director de Créditos de la Entidad acaba de ser nombrado hace una semana. Leonardo Martín, su antecesor, había sido cesado y puesto al frente de una pequeña empresa que pertenecía a la Entidad. ¿Qué había sucedido?:

Leonardo Martín había firmado un crédito de un millón de euros a un cliente, amparado por la hipoteca de un inmueble. El dossier del cliente había sido preparado por su colaborador más directo, asegurando que todo estaba en orden.

Debido a un “despiste” de uno de los administrativos, no detectado por su supervisor, el informe de Asesoría no había llegado completo, faltando la certificación de Registro Libre de Carga.

Tal como se averiguó, tras una investigación minuciosa, se había recibido el informe externo, estando éste en regla. Al recibir el de la Asesoría Jurídica interna faltaba la certificación, que se retrasó por los trámites legales, habiendo sido reseñado este retraso con el informe y sugiriendo esperar a recibirlo para tomar la decisión final.

Hubo retrasos en algunos pagos del crédito y se averiguó que la anotación de la hipoteca no estaba en primer lugar, es decir, el inmueble ya estaba hipotecado anteriormente.

Martín, había sido durante siete años el Director de Créditos de la Entidad. Corrieron rumores de que había sido víctima de una intriga. Como fuente de intriga se consideraba, en general, al Jefe de Asesoría, Alejandro Robles.

Robles había descubierto, al repasar el expediente, el error cometido. En una exposición ante el Comité de Dirección había hecho responsable de este error al Director de Créditos, Leonardo Martín. En esta ocasión, Robles no dejó de mencionar otros “despistes” anteriores de ese Departamento. Su exposición finalizó así:

“Es imposible para mí seguir asesorando al Departamento de Créditos bajo las condiciones personales actuales. Estos gravísimos errores de dirección

Caso práctico – Estilos de dirección

ponen en peligro el funcionamiento de nuestra Entidad. Debo pedirles, como compañeros en la dirección de esta Entidad, que saquen consecuencias de este incidente”.

Debido a la crítica situación que podría haberse originado si el crédito se hubiese convertido en litigio, el Comité de Dirección siguió esta recomendación. Pedro Casal, hasta entonces Jefe de Auditoría interna, fue nombrado Director de Créditos.

Una de sus primeras tareas consistió en dar al Comité de Dirección un informe detallado sobre los procedimientos de trabajo y los problemas del Departamento de Créditos en su conjunto.

Casal sospechaba que la situación problemática del Departamento debía atribuirse al estilo de dirección de Leonardo Martín. Para dar más base a su sospecha, mantuvo varias conversaciones con los jefes y subjefes de créditos. Algunas de las manifestaciones de cinco de los colaboradores de Martín fueron transcritas literalmente en su informe al Comité:

“A Leonardo le gustaba mucho su trabajo. No se mezclaba en el día a día y teníamos una libertad de decisión total. Nos criticaba muy raras veces. Firmaba casi todo lo que le presentábamos”.

“En mi opinión era bastante blando y no se ocupaba demasiado del análisis de los créditos. Algunas veces tuve la sensación de que no era competente técnicamente. Él creía que para eso había un Departamento de Asesoría, para decirnos si un cliente era fiable o no”.

“Martín desempeñaba un papel de amigo paternalista. No he tenido jamás problemas para poderle ver. Seguía la política de puertas abiertas. Le podía hablar tranquilamente de mis problemas e inquietudes. Cuando tenía problemas graves, siempre me daba ánimos. Yo creo que nos ha forzado a resolver nuestros problemas, claro que en alguna ocasión me hubiese gustado que hubiera tomado alguna decisión por mí”.

“Básicamente Leonardo ya no se ocupaba de nosotros. Le interesaba más la caza y sus hobbies que su trabajo. En realidad, no creo que fuera capaz de dirigir el Departamento. Otros analistas han actuado igual que yo, no nos dirigíamos a Leonardo con nuestros problemas porque sabíamos que no nos

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lo solucionaría. Yo creo que la dirección ha acertado plenamente en su decisión”.

“Lo que hizo el Sr. Martín por la Entidad solamente le ha traído problemas y críticas, pero fue el primero en introducir relaciones democráticas y participación en su área. Delegaba en nosotros y nos hacía mucho más interesante nuestro trabajo. Era muy agradable en sus relaciones con todos nosotros sin influir el nivel que teníamos. La actuación de la dirección sólo se puede concebir como una venganza. Ha pagado el precio por un error de sus colaboradores”.

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