FACTORES DE RIESGO Y PROTECCION ASOCIADOS A LA CONDUCTA SUICIDA EN NIÑOS Y ADOLESCENTES
Enviado por razam8 • 18 de Diciembre de 2022 • Tareas • 1.290 Palabras (6 Páginas) • 88 Visitas
FACTORES DE RIESGO Y PROTECCION ASOCIADOS A LA CONDUCTA SUICIDA EN NIÑOS Y ADOLESCENTES
El suicidio ha sido definido como la acción de terminar con la vida propia de manera deliberada, por lo tanto, la conducta suicida hace referencia a todas las acciones autolesivas que la persona realiza con el objetivo de poner fin a su vida (OMS, 2016).
Las causas de las conductas suicidas han sido consideradas en primera instancia como constructos multifactoriales en el que se presentan interconexiones entre ellos, indiferentemente de la edad (Franklin et al, 2017). De esta manera, varios autores (SochaRodríguez et al, 2021; Rivera-Rivera et al, 2020; Carballo et al, 2020; Castellvi-Obiols y Piqueras, 2018; Serrano y Olave, 2017, Mosquera, 2016) concuerdan que, dentro de los factores de riesgo se encuentran lo personal, familiar y académico asociados al riesgo de experimentar una conducta suicida en niños y adolescentes.
En relación al factor, lo personal, se indica que en la adolescencia al ser una etapa donde la persona suele presentar cambios a niveles biopsicosociales, las características individuales pueden llegar a ser desencadenantes en las conductas suicidas en niños y adolescentes, tomando en cuenta que en esta etapa se instauran las bases para el desarrollo del adulto y es donde suelen entablarse o comenzar las dificultades en la salud mental de la persona (Rivera-Rivera et al., 2020). Dentro de estas características individuales se incluyen aspectos como el género, los rasgos de personalidad y la orientación sexual.
Un elemento adicional que puede influenciar de manera determinante es la falta de una red de apoyo social ya que el niño o adolescente que atraviese por soledad son más vulnerables a sufrir conductas suicidas a diferencia de otros que poseen poderosos lazos sociales. Es por esto, que estos jóvenes al padecer alguna pérdida o cualquier otro problema, el peligro se incrementará ya que se le complicará entrar a una red de apoyo social con uno mismo, tomando en cuenta que tendrá el sentimiento de no ser necesario, ser irrelevante o inútil dentro del contexto que se desenvuelve por lo que puede desarrollar depresión y baja autoestima (Serrano y Olave, 2017)
Con respecto a los factores familiares, los conflictos entre los miembros del hogar han sido catalogados como el factor que más se ha asociado con una conducta suicida. Según el estudio de Sitnik-Warchulska y Izydorczyk (2018), el entorno familiar de niñas con conductas suicidas se caracterizó por una mayor cantidad de eventos relacionados con crisis, donde se mostraron un funcionamiento familiar menos adaptativo y relaciones distantes y conflictivas con los padres.
En relación a los factores académicos, se encuentran relacionado los estresores dentro de este ámbito, los estudiantes con un rendimiento académico catalogado como “deficiente” por ellos mismos, parecieran tener altas probabilidades de manifestar pensamientos, planes, amenazas e intentos suicidas o autolesiones deliberadas (Serrano y Olave, 2017).
De esta forma, los problemas que tengan dentro de su institución educativa se piensan como un componente de riesgo para las conductas suicidas en niños y adolescentes, debido a que la no aprobación de materias, la dificultad para adaptarse y comunicarse socialmente produce conflictos que difícilmente logran aceptar o ser asimilados por este conjunto de edad.
Una vez analizados los factores de riesgo, procederemos a describir los factores de protección. Mosquera (2016) resume de manera general los factores protectores en los siguientes: cohesión familiar, adecuadas relaciones interpersonales, desarrollo de estrategias de afrontamiento positivas, buena autoestima, autorregulación y flexibilidad cognitiva, autocontrol emocional, valores y actitudes positivas hacia el suicidio, desarrollo de habilidades en resolución de problemas, un apoyo familiar y comunitario, locus de control interno, desarrollo de habilidades para construir razones para existir y tener apoyo y recursos sociales, comunitarios y educativos.
Respecto a la familia, se ha demostrado que ejercer una crianza positiva que se encuentre basado en una disciplina con calidez, reduce significativamente el riesgo de sufrir intentos de suicidio o algún trastorno mental, al contrario de lo que ha sido con familias donde existe un bajo control por parte de los padres y una disciplina inconsistente (Socha-Rodríguez et al., 2021).
De igual forma, las experiencias positivas en el área familiar y escolar llegan a ser fuentes firmes de protección en el riesgo de suicidio de niños y jóvenes, por el motivo de que promueven un buen desarrollo de su identidad, autoestima y resiliencia; además, vivir en hogares con más convivientes puede reducir la probabilidad de suicidio informado por los cuidadores (Janiri et al., 2020).
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