FACTORES SOCIOAFECTIVO DEL APRENDIZAJE
inoriadiaz1 de Marzo de 2015
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ÍNDICE
Pág.
Introducción 3
Factores Socio Afectivos del Aprendizaje 4
Motivacionales 5
Emocionales 6
Valores 7
Personalidad 8
Factores Sociales 10
Características del Docente 12
Conclusión 14
Bibliografía 15
INTRODUCCIÓN
La naturaleza de cada persona influye de forma muy particular en el proceso de aprender. El aprendizaje no puede reducirse a una característica, pues en él intervienen factores externos e internos, llamados factores afectivos-sociales y locus de control. En general, sobre ellos recae la responsabilidad que el aprendiz tiene frente a sus procesos y la forma como los sujetos son capaces de enfrentar lo que el contexto impone, exige y brinda.
Por lo tanto, el aprendizaje es un proceso multifactorial y existen un conjunto de variables que lo facilitan o que lo dificultan. Los profesores universitarios suelen centrarse en los factores cognitivos, los contenidos curriculares y en el rendimiento académico y pocas veces se consideran los factores socio-afectivos, fisiológicos, contextuales y ambientales que influyen en el aprendizaje.
Ahora bien, los factores afectivos y sociales aluden a los sentimientos, las emociones, las relaciones interpersonales, el autoconcepto, la autoestima, la comunicación y la motivación. Un desarrollo emocional equilibrado, una buena red de apoyo, una actitud positiva hacia uno mismo, hacia los demás y hacia el medio, son factores determinantes para el éxito del aprendizaje.
Por ello, es importante conocer cómo la configuración personal repercute en la forma que aprendemos y cuál es la manera más adecuada de enfocarla, para así hacer del aprendizaje un proceso completo y equilibrado. Asimismo, es importante ser conscientes de la responsabilidad que debemos tomar frente a dichos factores en el proceso de aprendizaje.
Factores Socio Afectivo del Aprendizaje
Los factores afectivos juegan un papel importantes en la enseñanza, ya que mejorarán o empeorarán el nivel educativo del alumno. Se debe entender que el proceso de aprendizaje de cualquier asignatura es un proceso complicado, ya que existen diferentes factores que intervienen en dicho proceso, como lo son: los factores internos, que son los procesos cognitivos que facilitan la adquisición de los conocimientos, los factores situacionales, los cuales incluyen al hacer referencia en relación al aprendizaje y por último, se tienen los factores individuales, que pueden ser inalterables por el modo de instrucción, tales como la edad, el sexo, o la lengua materno, o alterables por el modo de instrucción, donde se incluyen los factores socio-psicológicos, como la actitud o la motivación. Estos últimos son los que deben ser tomados en cuenta por el docente.
De allí pues, que todo docente de cualquier nivel, sea éste de educación, inicial, básica, diversificada o universitaria, debe ocuparse en cómo alcanzar el grado máximo de interactividad o empatía con su alumno, porque esto será lo que optimice su nivel de aprendizaje, la parte afectiva del aprendizaje no se opone a la cognitiva, cuando ambas se usan en forma conjunta, el proceso de aprendizaje se puede construir sobre unas bases más firme, a través de los tiempos, se ha tendido siempre a separar lo racional de lo emocional, y en consecuencia a sobrevalorar lo racional, en deterioro de las emociones.
Cabe destacar, que los factores emotivos o afectivos son necesarios para el desarrollo intelectual del alumno, todos tenemos dos mentes: una que piensa y otra mente que siente, y estas dos formas fundamentales de conocimiento interactúan para construir nuestra vida mental. La interrelación entre las capacidades afectivas y cognitivas potenciarán un alto nivel del desarrollo intelectual en los alumnos brindándoles así la oportunidad de sacar el mayor rendimiento posible al potencial intelectual. En virtud de ello, a continuación se presentan cada uno de estos factores que influyen de manera determinada en el aprendizaje del alumno.
Motivacionales
La motivación son aquellos estímulos que mueven a una persona, a realizar determinadas acciones, que requieren de un esfuerzo para conseguir un objetivo. La motivación es muy importante ya que la ausencia de esta complica tanto el aprendizaje del alumno como el trabajo de maestro y que dependerán de muchos factores. La falta de motivación por parte del estudiante, provienen muchas veces de la familia, del propio docente por no saber cómo motivar, del mismo alumno por no poner de su parte.
De igual forma, la motivación dependerá de las necesidades del alumno en este caso, algo que le parezca atractivo, que cause un sentimiento de insatisfacción e interés en él, por ejemplo: el caso de un alumno que le gustan los retos reaccionara con interés o el alumno que le gusta tener buenas notas que al no tenerlas crea un sentido de insatisfacción. Esto genera tensiones dentro del alumno que hará que se esfuerce aun más, que estimulará un impulso, provocando un comportamiento de deseo por satisfacer la necesidad y reducir la tensión.
También influyen las expectativas que tiene el estudiante sobre la materia, lo que la sociedad le hace creer y de sus compañeros tal es el ejemplo: del alumno que espera aprender algo útil, que puedan aplicar, pero el maestro se sienta, se pone a dictar, habla en toda la clase, lo cual provoca un aburrimiento o descubre que la asignatura no es lo que esperaba lo que hace que disminuya su interés, otro es el caso de estudiantes que desde pequeños escuchan que la materia es muy difícil, quedándose con la idea de que sí es muy complicada provocando que el mismo alumno se crea impotente, colocando barreras que evitan sus logros, y por último el estudiante que tiene miedo de lo que piensan los demás, de recibir críticas del mismo profesor o del resto de sus compañeros.
A lo largo del tiempo, la Psicología ha proporcionado respuestas parciales a la pregunta sobre los motivos de la actividad psíquica humana. Los conceptos de “voluntad”, de “instinto”, de “pulsión”, de “impulso”, de “incentivo”, de “auto-realización personal”, de “expectativas' o de “atribuciones causales” han sido esgrimidos como argumentos capitales en el análisis de la motivación. La primera conclusión ante conceptos tan dispares como los que se acaba de nombrar es que los motivos son muchos y muy variados, por lo que la motivación se define como un proceso multi determinado (Barberá y Molero, 1996; Fernández-Abascal, 1997; Garrido, 1996). Ahora bien, hay una serie de factores que se han estudiado sistemáticamente y que relacionan motivación y aprendizaje. Entre ellos se pueden considerar los siguientes:
1.- La cantidad del premio: La cantidad del premio influye en la ejecución, mientras más sea el premio mejor será la motivación para el aprendizaje.
2.- Los programas de refuerzo: El segundo factor importante que se ha estudiado sistemáticamente al estudiar motivación y aprendizaje se refiere a los programas de refuerzo. En general se sabe que en situaciones operantes el refuerzo parcial es más resistente a la extinción que el refuerzo dado en el 100% de los ensayos.
3.- Retardo del premio: El premio es más efectivo entre más pronto siga a la respuesta. Teóricamente el premio actúa “hacia atrás” con base en una huella neural. El retardo es un factor de importancia radical en la eficacia del refuerzo.
Emocionales
Las emociones juegan un papel muy importante en los estudios y el aprendizaje, en todas las etapas de la vida: la escolar, la universitaria y la del aprendizaje permanente a que hoy nos obligan las responsabilidades profesionales y ejecutivas. Como es natural, hay emociones que favorecerán el aprendizaje, y hay otras que lo perjudican o lo obstaculizan. A priori, se podría decir que estados anímicos como la alegría, el entusiasmo o el coraje impulsan con la energía emocional adecuada para llevar adelante con eficiencia cualquier proceso de aprendizaje. Y estados anímicos como la tristeza, el miedo o la cólera perturban, obstaculizan o incluso pueden llegar a invalidar el proceso de aprendizaje.
En una segunda lectura, se puede advertir que la intensidad de una misma emoción puede convertirla en positiva o negativa para distintas actividades. Por ejemplo: un atleta puede tener un determinado nivel de ansiedad que puede mejorar su perfomance. Pero si tiene mucha ansiedad, no alcanzará su máximo nivel. Un actor puede ser estimulado por la ansiedad, y así mejorar su actuación, pero si esa ansiedad se convierte en miedo, al salir al escenario saldrá disminuido. Lo mismo puede ocurrir ante un examen, o ante una presentación en público, o ante la elaboración un informe, entre otros. Hay cuatro niveles en los que nuestros estados emocionales pueden afectar nuestro aprendizaje:
1) En una etapa inicial (predisposición, motivación, interés).
2) En una etapa intermedia (perseverancia, persistencia, regularidad del estudio).
3) En una etapa de obstáculos (manejo de, de las dificultades, de la frustración o de la adversidad).
4) En una etapa final (equilibrio emocional en el examen de nuestros conocimientos o en la aplicación de los mismos).
Valores
Al fomentar la educación de calidad
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