FORMACIÓN DE IDENTIDAD EN ADOLESCENTES

FORMACIÓN DE IDENTIDAD EN ADOLESCENTES

Los adolescentes nos sentimos presionados constantemente por la sociedad a madurar, tomar decisiones y enfrentarnos a ciertas situaciones para las cuales no estamos preparados, nuestra formación debería ser libre no una presión social.

La adolescencia, o mejor dicho el limbo de un ser  humano en donde estamos en alguna parte entre ser un niño y un adulto y el mundo nos dice que tenemos que madurar y expresarnos, vivir nuestra vida, pero justo en el momento que lo hacemos nos dice que debemos callarnos y seguir sus reglas, es la etapa en la que se supone que debemos tener un autodescubrimiento personal que lamentablemente se ve afectado por todas aquellas personas que nos rodean, nuestra familia, nuestros amigos e inclusive la escuela, nos están diciendo constantemente que debemos comportarnos y actuar de cierta forma para ser personas exitosas en la vida y cuando llegamos a nuestra etapa adulta terminamos siendo una mezcla de todo lo que los demas quieren que seamos mas no lo que nosotros queremos ser.

En algún momento de tu vida te has preguntado ¿Por qué se nos dificulta tanto hablar de nosotros mismos? Y la única respuesta a esta pregunta es porque no sabemos quienes somos y  tampoco queremos saber ni ser lo que realmente somos ya que vivimos con el miedo al rechazo por aquellos que  nos rodean. Cuando llegamos a la adolescencia es donde empezamos a ver el mundo con nuestros propios ojos y es algo que nos aterra tanto que daríamos cualquier cosa por volver a ser niños, afortunadamente nuestra familia está ahí para guiarnos y por un momento nos sentimos protegidos pero llegamos a un punto en el que necesitamos vivir nuestras propias experiencias para descubrirnos y es ese el momento en el que empezamos a tener una relación toxica con nuestros padres y con la sociedad en general ya que ellos nos imponen un modelo pero nosotros queremos crear otro y al final la única opción que tenemos es seguir ese modelo porque si intentamos hacer lo que deseamos  nos van a juzgar, y la pregunta es ¿Dónde queda nuestra propia y identidad? Porque estoy mas que segura que gran parte de los adolescentes no sabemos ni lo que queremos para nuestras vidas ya que casi siempre deciden por nosotros sin tener en cuenta nuestra opinión.

La identidad a lo largo de nuestra vida se convierte en una necesidad, algo asi como la necesidad que tenemos de comer, de hecho el psicoanalista Erich Fromm dice que la necesidad de un sentimiento de identidad es tan vital que el hombre no podría estar sano sin satisfacerla, es decir que la identidad es el sello de nuestra personalidad y sin ella prácticamente seriamos nada.

Nacimos en la era digital, hoy en dia gracias a la tecnología todo es mucho más fácil que hace unos años atrás y por esta razón es que gran parte de la población adulta cree que nuestra vida es fácil cuando realmente no es asi ya que estamos llenos de inseguridades y muchos problemas internos, vivimos en una presión constante, nuestra familia nos presiona para tener éxito, nuestros “amigos” nos presionan para hacer cosas que en muchas ocasiones no queremos pero aun asi las hacemos para encajar, las redes sociales nos presionan para odiar nuestro cuerpo, todo esto nos causa problemas de estrés, ansiedad, desordenes alimenticios, depresión  entre otros  y cuando intentamos pedir ayuda o algún consejo obtenemos respuestas como: “cuando yo tenia tu edad no hacia tanto drama por cosas insignificantes” “a tu edad es algo normal” “solo son dramas de la adolescencia” “es normal en tu generación” y hay miles de este tipo, el punto es que minimizan nuestros problemas y solo los ven como “berrinches de adolescentes” pero no nos quejamos solo por llamar la atención, nos quejamos porque en muchas ocasiones lo único que queremos es que nos escuchen e intenten entendernos y ayudarnos a salir vivos de este limbo, es lo único que esperamos de ustedes pero en vez de eso nos juzgan por nuestros gustos, nuestra forma de vestir y nuestro comportamiento y además de eso nos comparan con otros. La realidad es que nos pasamos intentando complacer a todo el mundo y nos olvidamos de nosotros mismos, inclusive de nuestra propia existencia.

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