LA NUEVA FORMACIÓN DE IDENTIDAD

Formación de la identidad

Al identificarnos nos diferenciamos de los demás y también tenemos noción de individualidad con respecto a nuestra propia existencia. También el conjunto de faces de comportamiento y personalidad forman al sujeto. Aunque así mismo los rasgos que conforman la identidad de una persona o bien proceden de la herencia genética o son de naturaleza innata. Por lo que el sujeto deberá ir identificándolos en la medida que cobra razón y conciencia sobre su identidad, y por ende sobre su verdadera naturaleza.

La identidad es un conjunto de rasgos y atributos propios de un individuo, la cual se va desarrollando en la adolescencia de la persona, puesto que en esta etapa hay cambios drásticos donde pasamos de la niñez a ser adultos. Y es aquí donde descubrimos y nos proyectamos a quienes queremos ser. Donde también el entorno ejerce influencia en la conformación de la especificidad de cada sujeto.

El pensamiento de George Herbert Mead dice que la identidad es una organización social y cultural. Por lo que hace posible la existencia de la diferencia; yo no existo sin el otro. Lo que permite plantear un principio de diferenciación que toda persona posee, nos hace individuos únicos e irrepetibles. Esta identidad también es fruto de grupos en los cuales nos sentimos identificados, y las personas se unen por sus intereses comunes lo que nos permiten interactuar con otros individuos presentes en el medio.

La formación de la identidad es un proceso que comienza a configurarse a partir de ciertas condiciones propias de la persona, desde su nacimiento, junto a ciertos hechos y experiencias básicas. Entonces nos otorgamos una imagen compleja según lo que pensamos y que deseamos ser, además, también influye a nuestra personalidad el hecho de tener ídolos a los cuales seguimos e imitamos su semejanza.

Aparte de la identidad personal tenemos más tipos como la sexual y civil, por ejemplo. En cuanto a la identidad sexual se da según el sujeto piense que haya atribuido esas características, de que su cuerpo resalta un género biológico pero no se siente identificado como tal. Entonces aquí se vincula la liberación de elegir. Ahora viendo la identificación civil, lo describimos con datos y números, como nuestra cédula de identidad. Con ella se reúnen nuestros fundamentos físicos y civiles para mostrarnos como personas avales a los que decimos ser.

En mi opinión, es inevitable no imitar personalidades de gente que nos han llamado la atención, y quisiéramos ser como ellos. Tal vez para caerle bien a otras personas. Aunque a pesar de esto siempre vamos a tener un identidad notable y diferente. Puesto que nuestra sociedad influye mucho en esto. Nadie compartirá la misma historia o las mismas decisiones que nos han hecho cambiar y a la vez madurar nuestra manera de ver las cosas.

La identidad personal y la sociedad

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