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Falta De Deseo Sexual

agnes715 de Marzo de 2014

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“Pérdida de Interés Sexual en Matrimonios

con más de cinco años de casados”

Investigación psicosocial prospectiva-descriptiva, desarrollada en la Ciudad de México, en julio de 2013

Autores:

Rodríguez María

Asesor:

M.C. Wences Román Homero

“Pérdida de interés sexual en matrimonios de más de 5 años”

De acuerdo a datos oficiales en México se advierte un aumento paulatino de separaciones, tanto de carácter legal como no legal o informal, sin importar el status social, económico ni el lugar de pertenencia; pues de acuerdo con las estadísticas presentadas por el Instituto nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en el año 2010 se registraron 84 mil 302 divorcios; esto quiere decir que por cada 100 enlaces matrimoniales se dieron 15% de divorcios y a partir de ese año van en aumento los divorcios y hay una significativa disminución de los matrimonios; en 2011 el monto de matrimonios se redujo en un 21% y el de los divorcios aumentó al 63% y que la duración media de los matrimonios que disolvieron su vínculo de manera legal es de 12 años; es decir cuando las parejas se divorcian en su mayoría duraron casados aproximadamente 10.8 años.

Es un hecho que ningún tipo de relación humana puede disolverse de un momento a otro sin causa alguna, es decir se requiere por lo menos de “un fuerte motivo” (el cual no se da por generación espontanea, generalmente es la manifestación de anteriores desacuerdos no manifestados) para que dicha relación se fracture, o bien sean un cumulo de varias experiencias negativas o desagradables las cuales paulatinamente han ido deteriorando dicha relación. Esto nos lleva a la conclusión de que el hecho que la mayoría de las parejas que se divorciaron duraron casados aproximadamente 10.8 años, tuvieron una etapa crítica no superada después de los 7 años de matrimonio.

El matrimonio es una institución social que crea un vínculo conyugal entre sus miembros; es reconocido socialmente, en él se establecen una serie de obligaciones y derechos que tienen como finalidad constituir una familia

El matrimonio y las relaciones de pareja pueden ser considerados como una fase separada del desarrollo adulto y familiar, que evoluciona a través de estadios a lo largo del tiempo con el desarrollo de tareas a ser dominadas en cada uno de estos.

Las relaciones intimas duraderas se convierten en el próximo campo en el que los adultos completan los temas no resueltos de su infancia y donde consiguen una mayor diferenciación y desarrollo como individuos y como pareja.

Rappapport (1965-1967, 1970) contribuyo a conceptualizar las fases del compromiso y de luna de miel como fases transicionales críticas en la ejecución de tareas específicas tanto intrapersonales como interpersonales, y estas son:

• Tarea intrapersonal 1. Desarrollar la capacidad para participar en una relación sexual apropiada con un compañero marital.

• Tarea intrapersonal 2. Desarrollar la capacidad para vivir en una asociación íntima con un compañero marital.

• Tarea interpersonal 1. Desarrollar una base para una relación sexual mutuamente satisfactoria.

• Tarea interpersonal 2. Tener una experiencia compartida mutuamente satisfactoria como base para el desarrollo de la relación marido-mujer posterior.

De aquí podemos desprender que la relación sexual en un matrimonio es fundamental.

Ahora bien si la relación sexual dentro del matrimonio es considerada inherente a este, ¿porque existe un alto porcentaje de personas casadas que manifiestan inconformidad o insatisfacción en esta faceta de su relación con el transcurso de los años?

Planteamiento del Problema

¿Cuáles son los factores que provocan pérdida de interés sexual en matrimonios de más de cinco años de convivencia?

Marco Teórico.

La pérdida del deseo sexual es considerada por el manual de trastornos mentales DSM-IV dentro de los “trastornos sexuales y de la identidad sexual”, como “trastornos del deseo sexual”. Se enumera así el trastorno llamado: “Deseo sexual hipoactivo”, considerado como la disminución o ausencia de fantasías o deseos de actividad sexual de forma persistente o recurrente. El trastorno provoca un malestar acusado o dificultades de relación interpersonal, y no se explica mejor por la presencia de otro trastorno, ni se debe a los efectos de una sustancia o a una enfermedad médica.

También podría enmarcarse la pérdida del deseo sexual en los “trastornos de la excitación sexual”.

Cuando siempre ha existido un bajo deseo sexual se lo considera un problema "primario", y es "secundario" cuando no siempre ha ocurrido. Aún así, hay permanentes variaciones, por ejemplo aquellas mujeres que experimentan una falta total de interés en el sexo, pero responden a los estímulos de la pareja y consiguen excitarse, hasta las que rechazan la relación sexual. En la mujer aparece como la disfunción más común.

Existe un conocido dicho médico: La función hace al órgano. En este sentido cabe señalar que cuando por algún motivo la actividad sexual no es estimulada ni ejercitada, suele retrotraerse el deseo. En este sentido, la pérdida del deseo sexual, suele aparejar una mayor pérdida, por lo que el circuito se fortalece.

En el matrimonio hay un continuo cambio, lleno de aprendizaje y sin que los integrantes se den cuenta, van pasando por etapas o fases matrimoniales que se denominan de diferentes maneras:

• Gary Chapman dice: “los matrimonios están constantemente en un estado de transición, moviéndose todo el tiempo de una estación a otra, tal vez no todos los años, como en la naturaleza, pero tan cierta y consecuentemente. Algunas veces nos encontramos en invierno, desalentados, apartados y descontentos; otras veces experimentamos la primavera con sus nuevos comienzos, esperanza y anticipación. En otras ocasiones nos deleitamos en la calidez del verano, cómodos, seguros y disfrutando de la vida. Y entonces llega el otoño con su inseguridad, negligencia y temores. Las transiciones se repiten muchas veces a través de la vida matrimonial.

Las estaciones del matrimonio llegan y pasan. Cada una posee el potencial para la salud emocional y la felicidad y cada una tiene sus propios desafíos.

Gary Chapman marca que la estación de invierno es la más fría, por lo que las parejas que en ellas se encuentran han caído en rutina, lucha de poderes y aquí es donde si la pareja no está dispuesta a cambiar y aceptar a su cónyuge ésta se fractura y toman caminos diferentes.

• Sonia Arias (Psicóloga de Costa Rica) dice: Así como el ser humano atraviesa por diferentes etapas durante su desarrollo, el matrimonio también experimenta diferentes etapas desde el día en que la pareja se une hasta el día en que el matrimonio termina por circunstancias ajenas a su voluntad.

Todos sabemos que la etapa temprana (1ª. Etapa “Pasional”) de cualquier matrimonio es la luna de miel, pero ¿qué pasa después?

El matrimonio pasa por valles y montes emocionales y por períodos de malentendidos que causan reacciones en ambos.

Estos son períodos tormentosos que generalmente la pareja los resuelve por medio de reconciliaciones muy románticas.

En esta etapa es cuando la pareja empieza a trazar el mapa que los llevará al éxito o al fracaso en su relación matrimonial.

Cuando los cónyuges están enamorados y recién casados, tanto el hombre como la mujer piensan que son muy afortunados de haberse conocido.

El mundo es de ellos y la pareja se vuelve un poco egocéntrica. Todo gira alrededor de ellos y viven un cuento de hadas.

Comparten sus pasatiempos favoritos, disfrutan de la misma música, de su comida favorita y de las películas que a ambos les gusta.

También comparten amigos mutuos y están tan conectados emocionalmente al punto que ambos pueden estar en el teléfono al mismo tiempo tratando de llamar uno al otro.

En ninguna otra etapa del matrimonio, el deseo de estar juntos se intensifica tanto.

El deseo sexual del uno por el otro es muy fuerte durante este período.

El estar en la primera etapa del matrimonio estimula la producción de hormonas en los cuerpos de los recién casados, aumentando su energía y su apetito sexual crece desmedidamente.

La sexualidad y la pasión del uno por el otro se incrementan como nunca antes ocurrió.

La obsesión pasional de la pareja continúa por un período de tiempo.

Poco a poco la pareja empieza a despertar a la realidad de que todos los matrimonios tienen altibajos y que la vida en pareja no es lo que se pensaba que era.

2. La etapa de ¿“en qué estaba pensando cuando me casé contigo”?

De alguna manera, esta etapa es la más difícil, porque es aquí cuando la mayoría de los matrimonios terminan.

Aquí es donde la pareja sufre todas las desilusiones y los castillos construidos se derrumban.

Las cositas pequeñas empiezan a molestar como una piedrita dentro de un zapato.

Aquí es donde la pareja se da cuenta que su ““amado” o ““amada” tienen mal aliento y que pasan mucho tiempo en el baño.

Aquí empiezan las críticas, sobre porque el marido deja el periódico en el baño o sobre la mesa de la cocina, o porque dejó la olla fuera del refrigerador y por consecuencia la comida se echa a perder.

También es en esta etapa donde aparecen los problemas mayores.

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