Fomentar El Sentido De Urgencia

El Sentido de Urgencia

Durante la crisis mundial del 2008 fueron muchas las empresas a nivel nacional e internacional que tuvieron que cerrar, otras sin embargo, lograron confrontar la crisis y salir adelante. ¿Qué tienen de diferente una empresa de la otra?, ¿Qué acciones llevó a cabo la empresa que logró salir adelante?

Evidentemente estas empresas estuvieron mejor preparadas para este golpe, pero hubo algo que tuvieron estas empresas y que no tuvieron las empresas que lamentablemente la pasaron mal o bien que terminaron por cerrar, esto es El Sentido de Urgencia.

Tal vez el término te suene ya muy familiar, a más de uno constantemente nos dicen que las cosas “urgen”, o bien, vemos compañeros corriendo para todos lados como si se estuviera incendiando el área de trabajo y al abordarlos su respuesta es “esto ya urge”, pareciera una broma, pero no es así, esto es una forma de infundir el sentido de urgencia.

El sentido de urgencia es darle a las cosas su verdadera importancia resaltando que todas las cosas tienen una hora y fecha de cumplimiento, esto aplica en todos los aspectos de nuestras vidas, ya sea en cumplir con fechas estipuladas para la entrega de alguna información o bien para cumplir con el pago de los servicios de nuestras casas.

John Kotter en su libro “El Líder del cambio” menciona algunas de las situaciones que promueven el poco sentido de urgencia en las empresas a lo que él les llama “fuentes de complacencia que son entre otras:

• Ausencia de crisis importantes o visibles.

• Derroche de recursos.

• Normas de desempeño bajas.

• Objetivos de trabajo demasiado bajos.

• Sistemas de medición que no miden lo esencial.

• Falta de retroalimentación por el desempeño.

• Pocas discusiones sanas que ayuden a enriquecer en lo grupal.

• Demasiado optimismo.

Estas fuentes de complacencia se pueden identificar en gran parte de las empresas que fracasan o bien, en las familias donde pensamos que todo está bien y ante una crisis económica o familiar no logramos salir adelante, pero ¿De qué manera podemos contrarrestar estas fuentes de complacencia y a la vez, infundir el sentido de urgencia?

Para infundir el sentido de urgencia y evitar estas fuentes de complacencia podemos adoptar las siguientes acciones:

• Generar una crisis controlada, es decir comunicar a nuestro personal o a nuestra familia que las cosas no andan del todo bien y que es necesario llevar a cabo acciones inmediatas.

• Adoptar un plan de austeridad en cuanto a recursos ya

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