INFORME DE LECTURA: EL SENTIDO DE LA URGENCIA
LourdesBResumen19 de Septiembre de 2016
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INFORME DE LECTURA: EL SENTIDO DE LA URGENCIA
PREFACIO
Hoy en día el sentido de urgencia en grupos grandes de personas, es de suma importancia pues estamos en una época de constantes cambios. Y cuando este sentido de la urgencia no es manejado de forma correcta, incluso cuando sean personas capaces y empresas con los recursos suficientes, suelen verse afectadas; mientras que cuando este es manejado de una forma correcta, aun cuando la persona tengo obstáculos, los resultados que se obtendrán serán los deseados por todos.
Todo comienza con un sentido de urgencia; seguido por la autocomplacencia, pues fácilmente el éxito lleva a la autocomplacencia, ya que es más común de lo que uno piensa; en tercer lugar un falso o equivocado sentido de la urgencia, cosa que actualmente es muy común, y esto ocasiona que las personas desaprovechen las oportunidades claves; confundir una urgencia falsa con una urgencia real es el cuarto, y este es un problema que se da fácilmente hoy en día; en quinto lugar está la falsa urgencia y la autocomplacencia, estas pueden ser convertidas en un verdadero sentido de urgencia y para hacerlo hay ciertas tácticas que se deben seguir; la urgencia se vuelve cada vez más importante, pues el cambio ahora es algo continuo y no ocasional. Y al ser un cambio continuo crea y mantiene un suficiente sentido de urgencia.
TODO COMIENZA CON UN SENTIDO DE URGENCIA:
La mayoría de personas son autocomplacientes y muchas veces no lo saben. Esta se puede definir como la “satisfacción por los propios actos o por la propia condición o manera de ser.”[1] Y las personas se conforman con el éxito que ya paso y dejan de preocuparse en el futuro
Al tener exceso de actividades, una agenda llena, ir corriendo de una reunión a otra, se piensa que es un verdadero sentido de la urgencia y no lo es, es un falso sentido de la urgencia. Y esto trae como consecuencia un frenesí, el cual se apodera de todas las personas de la empresa, generando enojos, descontentos, frustraciones, disgustos, incluso peleas. Y tanto la autocomplacencia como el falso sentido de la urgencia son cosas que ponen en peligro el liderazgo efectivo.
El poder que tiene la autocomplacencia es muy fuerte y destructor. Las cosas dentro de a empresas se continúan haciendo de la misma manera en que siempre se han hecho, se presta atención a lo que siempre se le ha puesto y se continua haciendo todo lo que en algún momento dio éxito. Pero este es un mundo que está en constantes cambios, es un mundo bastante competitivo y que cambia con rapidez, al cual es importante adaptase, pues si la empresa logra adaptarse a estos cambios termina fracasando.
Cuando se quiere hacer un cambio, es necesario que se cree un verdadero y suficiente sentido de la urgencia. Y es por esto que este autor dice que todo comienza con un sentido de la urgencia. La urgencia es la “necesidad o falta apremiante de lo que es menester para algún negocio”[2] o “inmediata obligación de cumplir una ley o un precepto”[3]. El sentido de la urgencia es ir a trabajar cada día y todos los días dispuestos a cooperar en todo lo que pase con energía, responsabilidad y positivismo, para aceptar todo lo que pase en el día a día.
El verdadero sentido de la urgencia se tiene cuando la persona sabe que hay que tomar medidas ahora y no al finalizar las situaciones cuando están son más fácilmente de tomarlas. Así mismo estas personas son capaces de ver una oportunidad o un problema dentro de la organización, mientras que el resto de los colaboradores no lo ven. Son personas atentas a lo que pasa a su alrededor pues un verdadero sentido de urgencia es una fuerza altamente positiva y centrada. El verdadero sentido de la urgencia es creado, no es natural.
Una verdad urgencia es el resultado de la gente en todos los niveles de la empresa, no los éxitos pasados o los fracasos actuales. Siendo el sentido de la urgencia muy poco frecuente, pero el valor que tiene en el mundo cambiante en el que se vive es grande. Por otro lado la autocomplacencia es algo que no está a la vista, siendo esta omnipresente. Pero un falso sentido de la urgencia es “omnipresente e insidioso porque la gente confunde la actividad con la productividad”[4]
Todo comienza con un sentido de urgencia:
- Un sentido de urgencia: se necesario que los ganadores primero se aseguren que hayan suficiente personas que sientan un verdadero sentido de urgencia para buscar y analizar las oportunidades y riesgo de la empresa.
- El equipo guía: las personas que tiene un verdadero sentido de la urgencia conforman equipos fuertes y comprometidos para llevar a cabo los programas de cambio, sin importar que ya tiene suficiente trabajo.
- Visiones y estrategias: los equipos fuertes y comprometidos encaminan los esfuerzos en busca de estrategias y visiones y de esta forma manejar los asuntos claves.
- Comunicación: los equipos que tiene un verdadero sentido de urgencia tiene la necesidad de compartir sus visiones y estrategias con el fin de crear personas con sentido de urgencia.
- Facultamiento: las personas que tiene un verdadero sentido de urgencia conceden poder a las personas que buscan hacer una misión una realidad y eliminan los obstáculos que se presentan en el camino.
- Triunfos a corto plazo: los equipos con un alto sentido de urgencia, buscan hacer que a las personas que les han concedido poder, alcancen triunfos visibles, claros y a corto plazo.
- Jamás disminuir la intensidad: estos grupos no dejan que sus compañías caigan de nuevo en la comodidad de la autocomplacencia.
- Hacer que el cambio se mantenga: las organizaciones con un verdadero sentido de la urgencia buscan las maneras de que los cambios que han logrado se mantengan, que sean parte de la cultura de la compañía.
LA AUTOCOMPLACENCIA Y LA FALSA URGENCIA
“el primer paso para crear un verdadero sentido de urgencia es entender en profundidad sus opuestos: la autocomplacencia y la falsa urgencia”[5].
La autocomplacencia según el diccionario es “una sensación o indulgencia consigo mismo, especialmente cuando va acompañada de inconsciencia del peligro o problemas”. La autocomplacencia no es solo un pensamiento, además de ser una sensación que la persona tiene sobre lo que tiene que hacer o no hacer. Las personas que son autocomplacientes no se perciben de esta forma, y reconocer a estas personas es algo difícil pues dan la impresión de ser personas racionales, reflexivas y prudentes.
Esta viene de del éxito o lo que la persona percibe como éxito y puede incluso cuando el éxito ya se desvaneció. Estas personas nunca piensan que son autocomplacientes y están contentas y satisfechas con el status quo, son personas que temen a desconocido y están aferradas a lo que existe. A estas personas se les reconoce por lo que dicen más que por lo hacen, no se alteran por las oportunidades o riesgos a los que se enfrenta la organización, pocas veces promueven un cambio o son líderes. Cualquier persona puede ser autocomplaciente.
Mientras que la falsa urgencia es regularmente producto de fracasos, estas personas piensan que todo está mal, se sienten ansiosas, frustradas y cansados. Fácilmente se pueden confundir con personas que tiene un verdadero sentido de la urgencia pues son muy activas, pero suele ser más actividad que productividad, la acción es frenética. Son personas que van corriendo de un lado a otro, que tiene sus agendas llenas, que hablan y hablan; al igual que una persona autocomplaciente, cualquiera puede tener un falso sentido de urgencia. Son personas con energía y bastante activas, se basa en una plataforma de ansiedad y enojo. Y no ven que son de esta manera.
CÓMO INCREMENTAR LA VERDADERA URGENCIA
Suele pasar casos en los que las empresas han presentados sus negocios perfectamente bien construidos, donde todas las personas implicadas conocen el caso, presentan varios escenarios por cualquier cosas, pero esto se implementó tarde, tiene altos costos, se genera críticas y las personas que antes apoyaban el negocio ahora ya no lo hace. Este apoyo se era intelectual.
En estos casos el problema principal es que todo era cabeza y nada corazón, el caso estaba perfectamente racionalizado pero no tocaba las emociones de las demás personas, todo era razón pero poco o nada emoción.
“Los grandes líderes conquistan el corazón y la mente de los demás”[6] y es lo que las organizaciones tengan éxito en un mundo tan cambiante como lo es el de hoy, con un verdadero sentido de la urgencia existe un conjunto de sentimientos. Lo que se debe hacer es convertir un argumento racional el cual se dirige a la mente en una experiencia con el objetivo de llegar al corazón. Pues al ser el punto final el corazón se logra incrementar el verdadero sentido de la urgencia, todo esto bajo estas características:
- Experiencias humanas cuidadosamente creadas.
- Las experiencias dejan huella, no solo oyen, sino que las personas ven algo enfrente de ellas, se muestra y no solo se dice.
- Las experiencias nos están diseñadas para crear cualquier reacción emocional.
- Las experiencias rara vez o casi nunca se explican, hay que ser asertivo, evitar decir lo que es difícil que la otra persona entienda o lo que no es necesario decir.
- Las experiencias nos llevan a elevar nuestras expectativas.
Las tácticas más exitosas y efectivas que la gente utiliza para incrementar la urgencia a través de estrategias son las combinan cabeza y corazón, que son cuatro: traer a colación lo que pasa afuera, compórtese todos los días con un sentido de urgencia, busque las oportunidades en las crisis y aprenda a tratar los NoNos.
PRIMERA TÁCTICA: TRAER A COLACIÓN LO QUE PASA AFUERA
Para incrementar el verdadero sentido de la urgencia es bueno traer el mundo exterior e incorporarlo al mundo interior, a la empresa; esta es una táctica que si se utiliza de una correcta forma es bastante beneficiosa. Si la organización deja por lado el mundo exterior fácilmente deja que los factores macroeconómicos pasen por alto, al igual que oportunidades, tendencias de los clientes, competidores; siendo esta tatica una manera de cerrar o disminuir la brecha sobre lo que pasa en el mundo exterior y lo que las personas ven y sienten dentro de la organización.
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