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Historia de Arcor

turu2003Tutorial11 de Noviembre de 2012

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HISTORIA DE ARCOR.

Arcor fue fundada en 1951 por un grupo de pioneros con el objetivo de ofrecer alimentos de calidad a un precio accesible para consumidores de todo el mundo.

Su historia se remonta al año 1924, cuando un joven inmigrante italiano llamado Amos Pagani decidió radicarse en Arroyito, un pueblo ubicado en la provincia de Córdoba, en Argentina. Allí instaló una panadería, oficio que ya ejercía en su Italia natal.

Cuatro años más tarde, nació Fulvio Salvador, el segundo de sus cinco hijos. Él fue quien, más adelante, propondría a un grupo de jóvenes emprendedores la idea de montar una fábrica de caramelos que tuviera un volumen importante de producción con el fin de reducir costos e incrementar la competitividad.

La creación de Arcor es el resultado del esfuerzo de este grupo de jóvenes que estaba unido por lazos de amistad y que además tenía una trayectoria previa en la actividad industrial. Entre ellos se encontraban los hermanos Fulvio, Renzo y Elio Pagani; los hermanos Modesto, Pablo y Vicente Maranzana; Mario Seveso y Enrique Brizio.

En 1951 comenzaron a desarrollarse las obras de construcción de la primera fábrica y el 5 de julio, finalmente, se inauguró la flamante planta con el inicio de la producción.

Así es como nació Arcor.

La expansión.

En la década del ’60, el Grupo Arcor ya vislumbraba el valor de la integración latinoamericana y el potencial de un gran mercado común, fue por eso que al adoptar una temprana política de exportación, logró situarse en una posición de vanguardia. Fulvio S. Pagani siempre expresó la importancia de llegar a mercados internacionales, subrayando la necesidad de “apuntar al mundo” y de “salir a buscar oportunidades”.

En 1964, el Grupo realizó sus primeras ventas al exterior y empezó a participar en ferias internacionales. En 1970, cuando se realizó la primera Feria Internacional de la Golosina (ISM), en Colonia, Alemania, el Grupo ya contaba con un stand propio y hoy es la única empresa argentina con presencia ininterrumpida en ISM hasta la actualidad.

Las primeras exportaciones consistieron en la venta de subproductos de la glucosa a países europeos en 1964 y de golosinas a Estados Unidos en 1968.

La experiencia de la primera exportación de golosinas del Grupo se convirtió en una anécdota que refleja las dificultades que fue superando la empresa mientras se expandía hacia nuevos mercados. En aquella oportunidad se enviaron dos containers de caramelos de leche, que transportados en una bodega común, al pasar por el Ecuador, se derritieron.

La mercadería llegó a los Estados Unidos en un solo bloque y Arcor decidió pagar la factura a los importadores aunque le significara un costo elevado. Esta actitud le dio la suficiente credibilidad a Arcor como para que a los pocos meses esos clientes fueran personalmente a visitar la empresa y concretaran una sólida relación.

El desarrollo de un sistema de distribución único.

Para 1967, Arcor ya había establecido su sistema de Distribuidores Oficiales, que sigue siendo tan innovador y distintivo como en su comienzo. Previamente, tenía concesionarios que vendían a mayoristas en ciudades como Mendoza, Jujuy y Goya, y desde comienzos de la década del ‘60 comenzó a vender a través de distribuidores de otros productos que incorporaron el rubro golosinas.

En los años posteriores, la venta a través de distribuidores oficiales, que fueron seleccionados por los viajantes mayoristas de la empresa, llevó al Grupo a ampliar la gama de sus productos y a agilizar las entregas.

Durante todos estos años, la producción de la empresa se destinó casi exclusivamente al mercado interno, sobre todo al interior del país. La expansión fuerte hacia Capital Federal comenzó a principios de la década del ’70.

Un crecimiento sostenido.

En esta década, Arcor también consolidó su integración vertical a través de la construcción de plantas, con el fin de satisfacer las diversas necesidades de la compañía, desde las materias primas hasta los envases, pasando incluso por la energía.

Así, inauguró una planta en Tucumán (1970); en San Rafael, Mendoza (1972); en Villa del Totoral, Córdoba (1975); en San Pedro, Buenos Aires (1975); otra en Villa del Totoral (1979); y en Paraná, Entre Ríos (1980). Por esos años, Arcor ya se había transformado en un vasto complejo industrial, que marcaba el camino entre las empresas de su país.

No obstante, la compañía continuaría creciendo tanto en la Argentina como en los distintos países de la región.

En 1976 se radicó en Paraguay, en 1979 en Uruguay, en 1981 en Brasil y en 1989 en Chile. Arcor había comprendido tempranamente el valor de la integración latinoamericana y el potencial de un gran mercado común en la región, creando “su propio MERCOSUR” mucho antes de que la palabra misma existiera.

El Grupo Arcor decidió consolidar su posición en los mercados que constituían su fortaleza básica y desarrollar aquellos otros en los que tenía una baja presencia, que le podrían garantizar un crecimiento sostenido. La estrategia definida implicaba atender prioritariamente los mercados de productos con mayor potencial de crecimiento para la firma. El prestigio de la marca Bon o Bon, el éxito alcanzado con el lanzamiento de los chocolates Cofler, su penetración en el mercado de chocolates finos en 1991, constituyeron los pilares iniciales de esta nueva estrategia.

En este período, para reforzar su liderazgo en la categoría de chocolates, el Grupo adquirió Aguila Saint (1993), una de las más tradicionales y prestigiosas empresas chocolateras argentinas. Un año más tarde, levantó la planta modelo de chocolates de Colonia Caroya, la más grande y evolucionada de Latinoamérica en ese entonces.

Luis A. Pagani asume como presidente.

El 29 de diciembre de 1990, Don Fulvio falleció en un accidente tres semanas después de haber anunciado una reestructuración en la compañía.

En 1993 y con 35 años de edad, asumió la presidencia del Grupo Arcor el Contador Luis Alejandro Pagani, el mayor de sus seis hijos. Por ese entonces, la empresa tomó un renovado impulso que la proyectó definitivamente hacia el mundo. Para ello, llevó adelante un profundo proceso de transformación de su management y alcanzó un alto nivel de profesionalismo, condición indispensable para adecuarse rápida y eficazmente a los nuevos escenarios económicos locales e internacionales.

Bajo la conducción de Luis A. Pagani, el Grupo adquirió Noel, otra reconocida marca de alimentos y golosinas, con más de un siglo de prestigio.

En 1995, se inauguró en Salto, provincia de Buenos Aires, la planta de galletas más evolucionada de la Argentina, dotada de los últimos avances tecnológicos en la materia y edificada en un tiempo récord de apenas un año.

En el año 1997 se construyó una nueva planta para la producción de cajas de cartón corrugado en Luján, provincia de Buenos Aires, con el fin de establecerse cerca de sus clientes.

Esta planta ayudaría a consolidar el liderazgo nacional de Cartocor S.A., una de las empresas integrantes del Grupo Arcor.

Arcor en la región.

Continuando con su sólida expansión en América del Sur, en 1995 Arcor se instaló en Perú, con la construcción de una importante planta productora de caramelos.

En 1997 adquirió LIA, una reconocida empresa de galletas de Argentina, y para celebrar la acción desarrollada hasta entonces, inauguró el Museo Arcor en Arroyito, provincia de Córdoba, una iniciativa cuyo principal objetivo es compartir retazos de la historia de la compañía con la gente. Este museo recibe cerca de 8.000 visitas anuales.

En 1998, se concretó una de las operaciones más importantes de su trayectoria empresarial, el Grupo Arcor adquirió la empresa chilena Dos en Uno, líder en golosinas y chocolates de su país, con una extensa penetración en la región. Esta adquisición le permitió afianzarse en los países del Pacto Andino y a la vez entablar mejores relaciones comerciales con los mercados del NAFTA.

Un año más tarde, en 1999, instaló en Bragança Paulista (Brasil) la fábrica de chocolates más avanzada de esa región, que cuenta con un centro de distribución modelo.

Este emprendimiento, que la ubicó a la vanguardia tecnológica y productiva en el continente, fue un paso significativo en su penetración en el sumamente vasto y atractivo mercado latinoamericano.

Arcor renueva su identidad visual y continúa su expansión por el mundo.

Para reflejar cabalmente estos logros y su dimensión empresaria global, en 1999 el Grupo Arcor decidió renovar su simbología, creando una identidad visual altamente innovadora.

En el año 2000, abrió sus nuevas oficinas comerciales en México y Colombia e inauguró un nuevo centro de distribución en Chile.

Un año más tarde se instaló con oficinas comerciales en Canadá. También en 2001 logró un acuerdo productivo con Brach’s, una empresa norteamericana líder y Arcor do Brasil adquirió de Nestlé marcas muy reconocidas en ese mercado como Kid’s, Poosh, Amor, Pirapito y 7Belo.

El Grupo Arcor se radicó en Europa en 2002 a través de la instalación de oficinas comerciales en Barcelona (España).

En 2004, reafirmando su política de reinversión permanente, inauguró una planta de conversión de flexibles en Cartocor, Luján, provincia de Buenos Aires. Esta unidad cuenta con una máquina que es única en Latinoamérica

Reafirmando su compromiso con las comunidades en donde opera, en 2004 la empresa fundó el Instituto Arcor Brasil con el fin de contribuir a generar igualdad

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