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Introduccion a la consultoria psicologica


Enviado por   •  25 de Junio de 2019  •  Trabajos  •  2.402 Palabras (10 Páginas)  •  132 Visitas

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Introducción a la consultoría psicológica

Trabajo Practico Nº 1

Relación de ayuda

Podríamos definir la relación de ayuda como toda relación en la que una de las partes intente promover el bienestar, el desarrollo personal y las potencialidades de otra persona. El acompañante pone a disposición del acompañado sus recursos para “caminar juntos” el recorrido que lleva desde el sufrimiento hasta la plenitud.

Esta relación busca generar un cambio tanto interno como externo para provocar el bienestar y el acceso a las capacidades que el consultante o paciente que no puede alcanzar. Este cambio se logra cuando puede percibirse a sí mismo de una manera diferente, y por consiguiente, a los otros y al mundo en general, modificando su actitud ante la vida y su problemática.

Existen distintas profesiones de ayuda tales como la psiquiatría, la psicología y la asistencia social, cada una desde un enfoque diferente y con diferentes métodos. Sin embargo, comparten algunos conceptos con el Counseling como ser:

-La conducta tiene causas y es modificable.

-El objetivo es ayudar a los consultantes a convertirse en personas que puedan alcanzar un funcionamiento pleno y que logren su identidad personal, integración y autorrealización.

-La asistencia se basa en una relación de ayuda personalizada para que el consultante pueda liberar sus potencialidades, lo que le permitirá enfrentar sus dificultades con mas y mejores recursos.

-Reconocen la importancia de la prevención.

-La meta de los profesionales es la comprensión de la conducta y la creación de relaciones de ayuda, para lo cual deben capacitarse.

La relación de ayuda, desde la perspectiva del ayudante, está constituida entonces por diversos elementos:

Conjunto de Conocimientos: SABER

Capacidad de utilizarlos: SABER HACER

Actitudes que permitan establecer buenas relaciones humanas con el que sufre: SABER SER

Las características de una relación de ayuda son: confianza, surgimiento de recursos, genera cambios, es consentida por ambas partes, promueve el desarrollo personal, crea un vínculo, crecimiento de ambas partes, madurez, impulsa el potencial, necesita tiempo para desarrollarse (es un proceso).

También implica un conjunto de actitudes para su desarrollo tales como: compromiso, autenticidad (cada integrante se muestra como es), empatía, aceptación, respeto, honestidad, libertad de expresión, etc.

La relación de ayuda se configura en diversos estilos según dos elementos principales: la disposición del ayudante (que puede centrarse en el problema o centrarse en la persona) y el uso del poder por parte del mismo (que puede querer establecer una relación de ayuda directiva o facilitadora).

Centrada en el problema: Cuando el ayudante se enfoca en el problema o en la situación que está viviendo el consultante sin tener en cuenta los aspectos subjetivos (emociones, implicaciones del entorno) con que el problema es vivido por este.

Centrada en la persona: el ayudante presta atención a la persona por sobre todas las cosas, al modo en que esta vive el problema. Toma en consideración al individuo en su totalidad (sentimientos, valores) convencido de que el otro necesita sentirse comprendido, tranquilizado, acogido totalmente.

Relación de ayuda directiva: el ayudante tiende a auxiliar a la persona llevándola en una determinada dirección, con poca confianza en la capacidad de autodirección del consultante. El poder está en manos del ayudante y es quien mejor sabe cómo resolver la situación que vive el consultante. Actitud directiva: “hacer con”

Relación de ayuda facilitadora: el ayudante recurre al poder, a la autoridad y a los recursos presentes en la persona ayudada. Su intervención va orientada a ayudar al interlocutor a tomar conciencia de los mismos y a utilizarlos creativamente. La escucha activa y la comprensión asumen gran importancia. Actitud facilitadora: “ser con”

Cuando las actitudes directiva y facilitadora se combinan con las centradas en la persona y en el problema, se obtienen diferentes estilos de relación de ayuda.

Estilo autoritario: El ayudante se centra en el problema del ayudado y quiere ayudarle a resolverlo de manera directiva. Se centra en los recursos del profesional en vez de los del consultante, considerándolo con un simple ejecutor.

Estilo democrático-participativo: El ayudante se centra en el problema pero desde una actitud facilitadora. Implica a la persona ayudada en la solución del problema y le propone diferentes alternativas para utilizar sus propios recursos en vez de imponerle soluciones.

Estilo paternalista: El ayudante se centra en la persona y su intervención es directiva. Se acerca a la persona y se preocupa por cómo vive el problema pero no confía en ella, sino que se siente responsable de su salvación.

Estilo empático-participativo: El ayudante se centra en la persona y su actitud es facilitadora. Esta atento a la experiencia del consultante tratando que tome conciencia y profundice en el conocimiento de sí mismo y de sus dificultades y recursos. Lo acompaña en la identificación de lo que quiere y cree que debe hacer en relación a lo que puede.

Todos los estilos de ayuda son validos siempre que sean utilizados con la flexibilidad suficiente como para adaptarse a los diferentes elementos de la situación que presenta el consultante.

Estilo centrado en la persona-Consideración holística: Se considera a la persona como un todo en vez de concentrarse en cada una de sus dimensiones o en la que represente mayor urgencia. La toma de conciencia de cada una de ellas y de cómo son afectadas por una situación crítica puede ayudarnos a acompañar a la persona de forma eficaz.

-Dimension corporal: elemento esencial del ser persona que no es solamente instrumento, sino que es lenguaje, expresión de la interioridad, medio de comunicación con los semejantes, mediación del don total y sustancial de si mismo, que es el amor. Una sana integración del propio cuerpo facilitaría la relación de ayuda tanto en el caso del ayudado que tiene dificultades con esta dimensión como en el uso que hagamos de el en la consulta (lenguaje corporal).

-Dimensión intelectual: capacidad de comprenderse a si mismo y al mundo en que vivimos mediante conocimientos, ideas, razonamientos, reflexiones, etc. que amplian el propio horizonte.

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