JUEGO DE AZAR ¿Diversión O Adicción?

Cuando se habla de adicciones lo primero que nos viene a la cabeza, es drogas, alcohol y sexo; placeres que alimentan nuestro cuerpo, son individuales y traen sólo la auto-satisfacción, pero existen otros comportamientos y acciones, que desde el punto de vista social y del Estado son normales y hasta legales, aquí encontramos los juegos de azar, siendo desde hace mucho tiempo compañía en el desarrollo de la civilización como lo explica parte de su significado, en este entretenimiento las emociones embargan y atraviesan la ilusión de mejorar económicamente teniendo la oportunidad de demostrar la capacidad, destreza y habilidades, dejándole la tarea a la casualidad y con esto aumentando la satisfacción que trae alcanzar cualquier logro que venga por el azar.

Muchos autores encierran al jugo de azar excesivo dentro del paquete de las adicciones y tratan de combatirlo como si fuera una más de ellas; como lo hace el ensayo titulado: “La Adicción al Juego, ¿No va más…?”, del cual tomo como base en una de sus tesis “El juego se revela de un modo dramático: siempre hay que ir por más y no parar hasta perderlo todo”, mirándola desde un punto de vista analítico y crítico ya que mi pensamiento sobre esta adicción va más allá de un simple y común apego descomunal por hacer algo.

La cotidianidad de la vida nos vende a diario la idea de jugar, vivimos en un gran casino, las loterías, bingos y demás, se nos presentan por todos los medios de comunicación, vendiéndonos la idea de un producto no toxico, que no tiene nada de malo, sirve como una diversión, entretenimiento, llegando hasta vendernos la idea de que es la mejor forma de obtener una gratificación económica de una manera fácil, honesta y festiva y sólo se convierte en adicción si la persona tiene un comportamiento obsesivo; como somos una sociedad de consumo acaparamos todo cuanto nos ofrece, incluso pagando impuestos de manera voluntaria como se hace en todos los establecimientos lúdicos, esto lo que

Blanca Débora, Coletti Luz Mariela. Ensayo La Adicción al Juego, ¿No va más…?”.

trae como consecuencia, es que el Estado obtenga unos ingresos a través de los beneficios del juego de azar, por este hecho son legales y sin ninguna restricción; depositando todo su esfuerzo y atención a otros problemas sociales como son la drogadicción y alentando la adicción al juego.

Los seres humanos consideramos que todo lo aceptado por la sociedad es benigno, alentador y es para nuestro bien, así que salirse de este orden social es ser antisocial, ya que no se comparten los pensamientos implantados por este macrosistema, vivimos cómodos, casi felices con la forma que se nos presenta y si podemos divertirnos sin restricciones ni juicios, haciendo lo que queramos y cuando lo queremos; precisamente este paisaje idílico que nos trae, en el que todo el mundo es feliz con los juegos de azar, llega a su fin, le cae una mancha, un lado oscuro y siniestro en el que mucho de los miembros de esa sociedad ya antes nombrada abaten, el juego por si solo no es dañino, lo nocivo es la mezcla que se

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