LA MENTE HUMANA HACIENDO AMIGOS

LA MENTE HUMANA: HACIENDO AMIGOS

La mente humana es quizás la frontera final en el camino del conocimiento de nosotros mismos. ¿Por qué algunas personas pueden intuir el peligro? ¿De qué sirven las experiencias? ¿Cómo podemos dominar los movimientos bruscos? Las respuestas se hallan en nuestra mente.

Mediante experimentos que nos enseñan a aprovechar el potencial de nuestra mente, esta serie de la BBC nos lleva a descubrir cómo funciona esta gran directora de nuestras vidas.

Nacemos con habilidades las cuales vamos perdiendo de acuerdo a nuestras propias necesidades. En nuestro cerebro existen complejas redes de células cerebrales llamadas neuronas, nacemos con la cantidad de 100,000 millones. Estas neuronas se encuentran conectadas unas de otras por diminutas confluencias llamadas sinapsis.

Un recién nacido traza un camino dentro de estas redes al reconocer la cara de su madre y traza uno totalmente diferente al ver la cara del padre.

A partir de que nace el cerebro se desarrolla creando muchos caminos a medida que va conociendo gente nueva, a esta edad la habilidad para reconocer las diferentes caras es increíble. Los bebes pueden ver caras de primates y distinguir unos de otros, los niños más grandes han pedido esa habilidad. Todo esto ha sido demostrado por medio de estudios científicos en lo que al presentar fotos diferentes a los bebes, su reacción ha sido distinta con cada una.

Tal vez parece muy fácil pero siempre que nos relacionamos con otras personas nuestra mente realiza complejas tareas a una velocidad de vértigo. De hecho lo que hacemos en una fiesta dejaría bloqueado al ordenador más potente del mundo. En el momento en que entramos en una habitación elegimos una cara entre las demás, iniciamos una valoración detallada de cada uno de los presentes, por lo que nos dicen sus rostros decidimos lo que pensamos de ellos e incluso casi adivinamos lo que están pensando. Todo esto da forma al mundo en el que vivimos.

Todos confiamos en nuestra mente cuando intentamos agradar a alguien a quien no conocíamos antes.

¿Por qué es tan complicado para nuestra mente llevarnos bien con la gente?

En primer lugar tenemos que ser capaces de distinguir a una persona de otra, si no pudiéramos hacerlo la vida sería muy difícil. Si todas las caras fueran iguales tendríamos pesadillas, pero podemos distinguirlas unas de otras, habilidad que como había mencionado desarrollamos desde el momento en que nacemos.

Según estudios nuestra habilidad para reconocer caras humanas se encuentra al máximo a partir de los diez meses de edad. Nuestras sinapsis se van perfilando para hacernos expertos en el trato con otros seres humanos.

Después de haber visto tan solo unas pocas caras en los primeros meses debida llegamos a

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