La Escucha Activa

Muchas veces nos hemos querido comunicar con alguien cuando de repente nos interrumpe y termina lo que, según esa persona, queremos decir; o comienza a contestar cuando ni siquiera hemos terminado la pregunta. Esto sucede a menudo en nuestras vidas cotidianas, con nuestros amigos, familiares e incluso los profesores de nuestro colegio o universidad. El último ejemplo es el más preocupante, ya que, el docente debe tener un excelente manejo comunicativo con sus estudiantes, para así lograr de manera exitosa los objetivos de la educación y una buena enseñanza. Cuando el educador comete este tipo de falta mencionada en la situación anterior, es lo que se podría llamar, una ausencia de la escucha activa. La cual consiste en escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla. Por lo cual se asume, que un buen profesor debería manejar en su totalidad la escucha activa, como una habilidad primordial en su labor académica. Para entender mas este concepto y su impacto en el ámbito escolar, es necesario profundizar más en esta habilidad comunicativa.

Uno de los principios más importantes y difíciles de todo el proceso comunicativo es el saber escuchar. A menudo, se está más tiempo pendiente de las propias emisiones; en esta necesidad propia de comunicar, se pierde la esencia de la comunicación, es decir, poner en común, compartir con los demás. Existe la creencia errónea de que se escucha de forma automática, pero no es así. Escuchar requiere un esfuerzo superior al que se hace al hablar y también del que se ejerce al escuchar sin interpretar lo que se oye.

La escucha activa supone escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla. La escucha activa no sólo es la habilidad de escuchar lo que la persona está expresando directamente. También se refiere a la capacidad de saber leer los sentimientos o pensamientos que van acompañados a lo que está diciendo.

La educación hoy en día requiere aun mas de la necesidad de una escucha activa presente en su totalidad en las aulas, por parte del profesor. El educador es para algunos alumnos un modelo a seguir, un confidente y una persona de confianza. El profesor debe estar dotado de todas estas habilidades comunicativas, ya que gracias a esto, será capaz de conocer a sus estudiantes, realizar actividades con ellos de manera colectiva y alcanzar las metas que tenga propuestas en su plan de trabajo. En una sala de clases muchas personalidades están presentes entre los jóvenes, para lo cual se necesita la observación y escuchar todo lo que pase en este espacio, facilitando la atención de las necesidades mas complejas de los educandos. En ciertas palabras el docente tendría un amplio conocimiento de cada unas de las aptitudes, conocimientos y personalidades de sus alumnos.

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