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La Formación Del Profesor Y La Creación Y Extensión De Comunidades Criticas De Profesores


Enviado por   •  1 de Junio de 2013  •  615 Palabras (3 Páginas)  •  680 Visitas

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PALABRA DE HONOR

Ya casi no se habla de la Palabra de Honor, ha sido borrada de algunos diccionarios por que esta fuera de Tiempo. Si gustas saber que significa tener: palabra de honor, lee la siguiente anécdota:

ESTE TEXTO FUE TOMADO DEL LIBRO “LA OTRA HISTORIA DE MÉXICO, DÍAZ Y MADERO, LA ESPADA Y EL ESPÍRITU”, DE ARMANDO FUENTES AGUIRRE “CATÓN”, DIGNO DE SER COMPARTIDO.

ESOS ERAN HOMBRES.

Los hijos del HEROICO COLEGIO MILITAR han hecho siempre honor a su plantel, y como muestra es este relato. En el año de 1892 murió don Carlos Fuero.

Una calle en la ciudad de Saltillo, Coahuila y una en Parral, Chihuahua, llevan su nombre. Ese homenaje y más merece por el hecho que ahora voy a narrar.

A la caída de Querétaro quedó prisionero de los Juaristas el General don Severo del Castillo, Jefe del Estado Mayor de Maximiliano. Fue condenado a muerte, y su custodia se encomendó al Coronel Carlos Fuero.

La víspera de la ejecución dormía el Coronel cuando su asistente lo despertó. El General Del Castillo, le dijo, deseaba

hablar con él. Se vistió deprisa Fuero y acudió de inmediato a la celda del condenado a muerte. No olvidaba que don Severo había sido amigo de su padre.

-- Carlos -- le dijo el General, -- perdona que te haya hecho

despertar. Como tú sabes me quedan unas cuantas horas de vida, y necesito que me hagas un favor. Quiero confesarme y hacer mi testamento. Por favor manda llamar al padre Montes y al licenciado José María Vázquez.--

-- Mi General-- respondió Fuero, --no creo que sea necesario que vengan esos señores.--

-- ¿Cómo? -- se irritó el General Del Castillo. -- Te estoy diciendo que deseo arreglar las cosas de mi alma y de mi familia, ¿y me dices que no es necesario que vengan el sacerdote y el notario? --

-- En efecto, mi General – repitió el Coronel Republicano. – No hay necesidad de mandarlos llamar. Usted irá personalmente a arreglar sus asuntos y yo me quedaré en su lugar hasta que usted regrese. --

Don Severo se quedó estupefacto. La muestra de confianza que le daba el joven Coronel era extraordinaria.

-- Pero, Carlos -- le respondió emocionado. -- ¿Qué garantía tienes de que regresaré para enfrentarme al pelotón de fusilamiento? --

-- Su PALABRA DE HONOR, mi General -- contestó Fuero.

-- Ya la tienes -- dijo don Severo abrazando al joven Coronel.

Salieron los dos y dijo Fuero al encargado de la guardia:

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