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La conducta del hombre


Enviado por   •  21 de Octubre de 2014  •  Ensayos  •  3.477 Palabras (14 Páginas)  •  245 Visitas

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Según Freud, en la mente humana existen procesos que inciden en la conducta sin estar controlados por la conciencia. Estos procesos psíquicos inconscientes, que están regulados por leyes propias distintas de las que gobiernan la conciencia, determinan buena parte de la vida psíquica. El inconsciente puede ser conocido a través de sus manifestaciones en los actos fallidos, sueños y síntomas neuróticos, cuyo significado debe ser desentrañado por medio del análisis.

Para Freud, la conducta del hombre está regida por dos tipos de instintos: los instintos de conservación del yo (hambre, sed) y los instintos sexuales. Mientras la primera clase de instintos no pueden ser reprimidos sin poner en peligro la vida del individuo, los instintos sexuales pueden ser reprimidos. Más tarde, Freud añadiría el instinto de muerte, en el que se fundamentaría la conducta agresiva.

En el curso del desarrollo infantil, el niño pasa de ser una masa de instintos desorganizados, regidos por el principio de placer, que exige una satisfacción inmediata de las necesidades, a un individuo socializado en el seno de una determinada sociedad, ajustando la satisfacción de sus necesidades a las normas morales, costumbre y leyes de la sociedad. En el curso del proceso de socialización, el principio de placer es sustituido por el principio de realidad : el individuo pospone el placer inmediato por miedo a ser castigado si contraviene las normas sociales.

Los impulsos reprimidos por el individuo no desaparecen simplemente sino que siguen presentes en el seno del inconsciente y se manifiestan de forma simbólica en los actos fallidos, los sueños y los síntomas neuróticos. Los deseos y pensamientos moralmente inaceptables, (que constituyen el contenido latente), se transforman en una experiencia consciente, aunque no inmediatamente comprensible, a veces absurda, denominada contenido manifiesto.

La sexualidad adulta es el resultado de un complejo proceso de desarrollo que comienza en la infancia, pasa por una serie de etapas ligadas a diferentes funciones y áreas corporales (oral, anal y genital), y se corresponde con distintas fases en la relación del niño con los adultos, especialmente con sus padres. En este desarrollo es esencial el periodo edípico, que transcurre, aproximadamente, entre los 4 y 6 años de edad, momento en el que el niño por primera vez es capaz de establecer un vínculo afectivo con su progenitor del sexo opuesto, con lo que el progenitor del mismo sexo es considerado un rival. La inmadurez psíquica del niño condena al fracaso los deseos infantiles y malogra su primer paso hacia lo adulto. Además, la inmadurez intelectual del niño complica aún más la situación porque le hace temer sus propias fantasías. El grado en el que el niño supere este trauma y en el que estos vínculos, miedos y fantasías pervivan de modo inconsciente, será decisivo en su vida posterior, especialmente en sus relaciones afectivas.

Según el psicoanálisis, la vida psíquica del individuo está dominada por tres instancias distintas:

a) el Ello: masa de impulsos sexuales y agresivos, dominadas por el principio de placer (egoísta, acrítico e irracional), al margen de las normas sociales y totalmente inconsciente.

b) el Yo: Trata de satisfacer las necesidades instintivas pero adaptándose a las normas sociales, por lo que reprime los impulsos del Ello y los canaliza de modo socialmente aceptable. Sólo una pequeña parte del Yo es consciente, siendo en su mayor parte inconsciente.

c) el Super-Yo: Se forma en el proceso de socialización a través del cual el individuo interioriza una serie de prohibiciones para la satisfacción de las tendencias instintivas y una imagen ideal a la que debe ajustarse su comportamiento. Constituye, pues, la conciencia moral, que controla las actividades del yo y crea un sentimiento de culpabilidad cuando sus exigencias no son atendidas. Es parcialmente inconsciente.

El Yo se encuentra, pues como instancia mediadora entre el Ello, el Super-Yo y el mundo exterior tratando de conciliar las exigencias de todos ellos. De este modo, la noción de inconsciente del psicoanálisis niega la identidad entre la mente y la conciencia que constituía uno de los pilares fundamentales del sujeto pensante cartesiano.

Planteamiento

Friedrich Nietzsche:

Al plantear la muerte de dios, no quiere decir que literalmente haya muerto. Lo que plantea es que es el momento de comenzar a dejar la actitud rebañara que siguen los cristianos y buscar llegar al superhombre, que no es otra cosa que un hombre completamente libre, sin ataduras de ninguna índole, que actúa por propia voluntad, y no por la búsqueda de recompensas o por miedo al castigo. Un hombre que no necesita ser regido por la moral, por el estado o la religión, que tiene la capacidad de formarse sus propios valores y virtudes: su propia moral. Ese es el superhombre (que de hecho una traducción más fiel sería la de "sobre-hombre"), el siguiente paso a conquistar, no el último.

Y en general, Nietzsche plantea una filosofía muy interesante, la del propio hombre como ser "divino", como un ser que debe crecer, siguiendo el curso natural de las especies, la supervivencia del más apto (en este caso el más virtuoso y más libre), y la superación de la humanidad por este medio. Esta filosofía ve con buenos ojos a quien mantiene un grado de egoísmo y ambición que le hagan crecer, y como inútiles y despreciables los actos de misericordia y piedad, que solo mantienen a los elementos enfermos de la sociedad (piénsese en esta situación como una analogía con una extremidad gangrenada, el acto de misericordia sería no amputar el miembro).

Nietzsche criticó mucho a la cristiandad, esto por considerarla como una religión "decadente y contradictoria". Decadente porqué, al contrario del curso natural de la naturaleza, los cristianos tienden a mantener una sociedad de enfermos y pobres, considerando al rico y al fuerte como pecador, como los verdaderos enfermos de la sociedad. Y contradictoria por lo que todos (o muchos) sabemos: Jesús y su ideología del amor y la compasión es contrario al dios judío de A.T., que tiene a un solo pueblo escogido y blande su espada para con los demás; más aún, la iglesia es el opuesto al ideal de Jesús, quien proponía abolir la religión para vivir en paz como hermanos.

Algo muy interesante es su punto de vista sobre la forma en la que la iglesia ve a la concepción de la vida: como un pecado que es necesario lavar. Esto, claro está, por la forma en la que, supuestamente, dios nos ha dado herramientas para la procreación, de modo que para procrear

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