La discriminación social y los crímenes de odio

La discriminación social y los crímenes de odio

Alexander Osorio Álvarez

Código 80769645

Universidad nacional abierta y a distancia (UNAD)

Licenciatura en etnoeducación

Psicología

Medellín, 31/03/2018

La discriminación social y los crímenes de odio

La discriminación social consiste en la exclusión de una persona o grupo de personas por diferencias de pensamiento o posición social, en diferentes ámbitos de la vida cotidiana como política, estatus social, religión, preferencias sexuales, entre otras.

Poniendo esto en contexto con nuestra sociedad, podemos concluir que uno de los principales focos de este tipo de discriminación es la estratificación social, pues estamos creando estereotipos sobre las personas sólo por el hecho de pertenecer a un estrato diferente al nuestro.

Desde mi punto de vista la discriminación es en doble vía, ricos contra pobres y viceversa, lo mismo pasa con las religiones y no religiosos, también con las demás formas de discriminación. Esto incrementa el nivel de intolerancia ahondando el conflicto entre las partes, pues como reza el refrán, “para pelear se necesitan dos”.

El punto de intolerancia llega a tal nivel que lo que comienza como roces entre dos partes, se convierte en intolerancia y odio, pasando de insultos a formas de violencia física que terminan en crímenes generados por el odio.

En Colombia tristemente hemos podido ser testigos directos de algunos casos muy sonados de muertes ocasionadas directamente por discriminación y odio. Es el caso del joven Sergio Urrego quien el 4 de agosto de 2014, luego de una fuerte presión social ejercida por sus compañeros y círculo de conocidos, tomó la decisión de quitarse la vida.

Casos como el de Sergio a diario se ven en nuestro país, muchas veces por ignorancia, autoestima baja, otras porque quienes tienen el don de la palabra y liderazgo en vez de utilizarlo para fines educativos, lo hacen para manipular a su antojo aquellas mentes más débiles, enfocándolas a despreciar a todo aquel que no encaje dentro de su concepción de sociedad perfecta (específicamente líderes religiosos y políticos). Es inexplicable que en un estado laico como el colombiano aún haya quienes pretendan imponer a la fuerza leyes que datan de la edad de bronce.

A medida que el mundo se globaliza más y más, nos vamos desprendiendo de nuestra humanidad, dejando de lado el respeto a la vida y la intimidad. Alguien se accidenta y no corremos a socorrerlo sino a grabar en nuestro celular para subir la primicia a redes sociales. Esta falta de respeto sumada al uso indiscriminado de la tecnología ha fortalecido a los grupos promotores del odio, quienes cada vez deben esforzarse menos para llegar a más personas que comulguen con sus políticas.

Así mismo es necesario tanto en el hogar como en las escuelas, promover el trabajo en equipo, el respeto hacia los demás, se debe enfatizar en el conocimiento de las diferentes culturas, pues muchos de los sentimientos de xenofobia, homofobia, racismo, etc. más que propios del ser humano, son infundados primero por desconocimiento del otro y en segundo lugar por miedo a lo desconocido; principalmente en nuestra era donde informarse o desinformarse es tan fácil.

...