La personalidad. Elementos de la personalidad

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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio de Poder Popular Para Educación Universitaria

Universidad de la Ciencia de la Salud Hugo Rafael Chávez Frías

PNF. Optometría.

La Personalidad

Profesora:        Participante:

Fanny Díaz        Verónica Hernández

Angelo Jaramillo

Marzo 2024

INTRODUCCIÓN

La palabra personalidad tiene su origen en el vocablo latino “personare” que viene de “per” (a través) y “sonare” (sonar). No existe una definición única. El estudio de la personalidad se puede remontar alrededor de un siglo antes de Cristo; desde entonces los griegos se interesaron por personificar diferentes papeles en el drama de dicha cultura.

Años más tarde, Cicerón (106-43) definió el término personalidad, enfocándose desde cuatro diferentes significados:

a) la forma en cómo un individuo aparece frente a las demás personas; b) el papel que una persona desempeña en la vida; c) un conjunto de cualidades que comprenden al individuo; y d) como sinónimo de prestigio y dignidad, mediante el cual se asignaba el término persona de acuerdo con el nivel social al que se perteneciera.

Siglo III a. C: Platón, Aristóteles y Teofrastro describen alteraciones en la forma de ser.

El progreso en la comprensión de la personalidad desde una perspectiva científica dio un gran salto adelante siguiendo el descubrimiento de Darwin (1859) de la evolución de las especies Siglo XVIII d. C: Gall sostenía que según las variantes del cráneo se tiene un determinado comportamiento. A finales del siglo XIX, los trastornos de personalidad se denominaban con mayor frecuencia personalidades mórbidas, cuya etiología se encontraba en la degeneración de origen constitucional del sistema nervioso.

La historia de la personalidad es un campo complejo que ha evolucionado a lo largo de los siglos. En términos generales, se puede dividir en diferentes enfoques y teorías a lo largo del tiempo, desde las ideas de los antiguos filósofos griegos hasta los enfoques contemporáneos de la psicología. Algunos hitos importantes incluyen la teoría de los temperamentos de Hipócrates, la teoría de los rasgos de Gordon Allport, la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, la teoría del aprendizaje social de Albert Bandura y la teoría de los Cinco Grandes Rasgos de la personalidad. Estos y otros enfoques han contribuido a nuestra comprensión actual de la personalidad como un conjunto de características duraderas que influyen en la forma en que pensamos, sentimos y nos comportamos.

La personalidad

La personalidad se estudia desde distintas perspectivas, como la psicodinámica, conductual, humanista y cognitiva, entre otras, cada una aportando su enfoque único a la comprensión de este complejo constructo. Desde la teoría psicoanalítica de Freud hasta las investigaciones contemporáneas sobre la personalidad, el campo de la psicología ha explorado en profundidad las diferencias individuales que configuran nuestra forma de ser.

Los psicólogos han desarrollado diversas teorías para explicar la personalidad, como los Cinco Grandes Factores (apertura a la experiencia, responsabilidad, extraversión, amabilidad y estabilidad emocional), la teoría de los rasgos, la teoría humanista de Maslow y Rogers, entre otras corrientes que han enriquecido nuestra comprensión de lo que nos hace únicos.

Elementos de la personalidad:

• Aptitud:

La aptitud abarca diferentes dimensiones, como la aptitud cognitiva (capacidad para pensar, razonar y resolver problemas), la aptitud emocional (habilidad para reconocer y gestionar emociones) y la aptitud social (capacidad para interactuar y relacionarse con los demás de manera positiva).

Los psicólogos suelen evaluar la aptitud a través de pruebas estandarizadas que miden distintos aspectos del funcionamiento cognitivo, emocional y social de una persona. Estas evaluaciones pueden proporcionar información valiosa sobre las fortalezas y áreas de mejora de un individuo, así como orientar en la toma de decisiones educativas, laborales o terapéuticas.

• Actitud:

Se considera que las actitudes están compuestas por tres componentes principales: cognitivo (creencias y pensamientos sobre el objeto de la actitud), afectivo (sentimientos y emociones asociados con el objeto) y conductual (acciones y respuestas hacia el objeto). Estos componentes interactúan para formar nuestra actitud general hacia algo.

Las actitudes pueden ser positivas, negativas o neutras, y pueden ser moldeadas por experiencias pasadas, influencias sociales, valores personales y procesos de aprendizaje. Comprender las actitudes es fundamental para analizar cómo las personas perciben el mundo, se relacionan con los demás y toman decisiones en diferentes contextos.

• Intereses

Se estudian los intereses desde diferentes enfoques, como la teoría de la personalidad, la motivación y la psicología educativa, para comprender cómo influyen en la conducta y el bienestar emocional de las personas. Los intereses pueden ser duraderos o cambiantes a lo largo de la vida.

Influenciados por experiencias, aprendizajes y necesidades individuales Explorar nuestros intereses nos permite conocer mejor quiénes somos, qué nos motiva y cómo podemos encontrar satisfacción y significado en nuestras actividades cotidianas.

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