Las Relaciones Interactivas En Clase

4 Las relaciones interactivas en clase.

El papel del profesorado y del alumnado

Las secuencias didácticas son una herramienta esencial para el profesorado ya que son un sistema de elementos interrelacionados, que sirven como guía para impartir una clase, así mismo no determinan lo que constituye la clave en toda la enseñanza: las relaciones que se establecen con el profesorado, el alumnado y los contenidos de aprendizaje.

De modo que las actividades en clase son el medio para movilizar la comunicación en ella, estas pueden establecer diferentes relaciones que definen diversos papeles entre el profesorado y el alumnado siendo este último, el protagonista de la participación en una situación didáctica, en contraste con el término “tradicional” donde al profesorado se le atribuye el papel de trasmisor del conocimiento.

Tomando en cuenta la concepción constructivista enseñar comporta establecer una serie de relaciones que deben conducir a la elaboración, por parte del aprendiz, de representaciones personales sobre el contenido objeto de aprendizaje aportando su experiencia y los instrumentos que le permitan construir una interpretación personal y subjetiva de lo tratado.

Por ende cada alumno aportará cosas diferentes y la interpretación que irá haciendo de la realidad, a pesar de poseer elementos compartidos con los otros, tendrá unas características únicas y personales.

Por lo consiguiente se debe de hablar de la diversidad de estrategias que el profesorado puede utilizar en la estructuración de las intenciones educativas con los alumnos y debido a la diversidad de los alumnos y las situaciones requerirá a veces, retar, a veces dirigir, otras veces proponer, contrastar. Porque los alumnos y las alumnas y las situaciones en las que tienen que aprender son diferentes además también es lo que permite experimentar lo que aprende, lo cual si duda motiva al alumno a seguir esforzándose.

Es todo un conjunto de interacciones basadas en la actividad conjunta de los alumnos y el profesorado y por lo consiguiente ven la enseñanza como un proceso de construcción compartida de significados orientados hacia la autonomía del alumno.

Ahora bien, este mismo inconveniente es el que aconseja que el profesorado cuente con el mayor número de medios y estrategias para poder atender a las diferentes demandas que aparecerán en el transcurso del proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que de la misma dinámica del aula y la complejidad de los procesos grupales de enseñanza-aprendizaje obligan a disponer previamente de un abanico amplio de actividades que ayuden a resolver los diferentes problemas que plantea la práctica educativa.

También será necesario que el profesorado genere un ambiente en el que sea posible que los alumnos se abran, hagan preguntas y comenten situaciones por medio del diálogo y la participación como medio para la explotación de sus conocimientos.

Para que esto pueda llevarse a cabo el profesorado debe creer sinceramente en las capacidades de los alumnos, ganándose su confianza a partir del respeto mutuo. Tiene que valorar al alumno por lo que es, mostrándome confianza y facilitando que aprenda a confiar en sí mismo. Los alumnos responden y se adaptan de diversa manera a las propuestas educativas, mostrando mayor interés y dedicación de las tareas, entre otros motivos, en función de lo que se espera, lo cual influye en la intervención que hace el profesor.

Aprender quiere decir elaborar una representación personal del contenido objeto del aprendizaje, hacerlo suyo, interiorizarlo, integrarlo en los propios esquemas de conocimiento. Esta representación no se realiza desde cero, sino que parte de los conocimientos que ya tienen los alumnos y que les permiten conectar con los nuevos contenidos atribuyéndoles cierto grado de significatividad. No obstante es obvio que para que pueda tener lugar esta actividad,

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