Los Anormales

LOS ANORMALES

Ensayo del texto de Michael Foucault

Por Valeria Flores Ramírez

24 de Septiembre de 2012 

El siguiente ensayo busca analizar el maravilloso texto de Michael Foucault (2006) “Los Anormales”, en donde el autor se da a la tarea de buscar en la historia el comienzo de la diferenciación entre un normal y un anormal, refiriéndose estrictamente al ser humano; y así mismo dar a conocer las características de aquellos a los que se apartaría de la sociedad, ahora no por el color de piel ni creencias religiosas, sino por sus crímenes.

Para lograr explicar el término de “anormal”, es necesaria la indagación en el ámbito jurídico, en donde comienza la discriminación de personas por sus actos considerados atacantes o desafiantes a la ley.

Debo admitir que provocó un gran interés en mí el ir conociendo las diversas formas con que la ley, representada por mismo seres humanos, decidía la sentencia del individuo que había desobedecido; así como ver la evolución que fueron teniendo los procesos jurídicos.

Pero hubo un momento donde la ley se vio atada de manos, incapacitada para enjuiciar a una persona, y es aquí donde la psiquiatría toma parte del proceso de enjuiciamiento para consentir que el agresor de la ley era merecedor de un castigo, o entraba en el rango de sujetos dementes, personas que cometían crímenes aparentemente sin razón y motivo alguno. A dichos individuos se les denominó, según sus actos: monstro, un individuo a corregir, y/o masturbador.

El término de individuo a corregir está basado en las leyes y reglas sociales, siendo subjetivo a la época, lugar de residencia, entre otros. Mientras que el masturbador, es tema que aún en estos días causa polémica por las diferentes creencias, a lo cual podría yo decir que no se ha llegado a un acuerdo universal que catalogue realmente lo que es un “anormal masturbador”. Sin embargo, el primer término, el “monstro”, mueve mis conocimientos, experiencias y sentimientos para tratar de entender, antes que refutar dicha ideología impuesta. Definido por Michael Foucault, el monstro es aquel que va en contra de la naturaleza y la sociedad, que realiza lo imposible y lo prohibido. Así pues, se entiende a un monstro como aquel que es contra naturaleza, lo cual también es prohibido, pero es justo aquí donde viene una pregunta a mi mente: ¿Acaso hoy en día no todos hemos actuado contra naturaleza?

Para lograr responder a dicha pregunta recurrí a nada más que Thomas Hobbes y Charles Darwin.

Darwin, entre otras cosas, quiso explicar el para qué de los seres humanos en la Tierra, y algunas de sus respuestas giraban en torno a la supervivencia, adaptación y selección natural. Así pues, se concluye que cualquier ser humano busca adaptarse a su ambiente de la mejor manera para sobrevivir y no ser eliminado por la selección natural, lo cual podría darnos a entender que la postura del hombre debe de ser de defensa, territorial, e incluso egoísta.

Por su parte, dejo hablar a Thomas Hobbes en su libro “Leviatán” (2001), con el laconismo que lo caracteriza, sobre la naturaleza del hombre:

Así, hallamos en la naturaleza del hombre tres causas principales de discordia. Primera, la competencia, segunda la desconfianza, tercera, la gloria (p.102)

La condición del hombre… es una condición de guerra de todos contra todos, en la cual cada uno está gobernado

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