Los estadios en psicología del niño.

Los estadios en psicología del niño.

La psicología genética se encuentra, en efecto, en una situación paradójica en lo que concierne a la delimitación de los estadios. Todos los autores que se ocupan del desarrollo del niño se sienten obligados a introducir un orden de sucesión y cortes más o menos naturales o convencionales, en el proceso de las adquisiciones o de las transformaciones que describen. Sean concebidos como encabezamiento de capitulo o como etapas análogas a las de las embriogénesis orgánica, loes estudios contribuyen, pues, los instrumentos indispensables en el análisis de los procesos genéticos.

La homologación de los estadios del desarrollo del niño y del adolescente.

Si no pudiéramos introducir lo discontinuo en lo continuo, no estaríamos en ninguna parte; así, no conoceríamos ninguna ley física si no dividiésemos el tiempo en horas, minutos y segundos.

De ello resulta que, fuera de los casos de discontinuidades reales, evidentes, es importante considerar dos posibilidades:

1. La discontinuidad puede ser introducida por método, de manera extrínseca y artificial, como se hace, por ejemplo, en el caso de las “medidas de inteligencia”, cuando se divide la vida en años y se procura comprobar los progresos que se manifiestan de uno a otro periodo.
2. Pero es posible también que haya en las propiedades de un continuo ciertas razones para exprésalo por lo discontinuo; por ejemplo los cambios de ritmo, una aceleración o una desaceleración más o menos brusca en ciertos periodos. Con este animo debemos precisamente escuchar los informes que van a ser presentados.

La noción de estadio en psicología.

I. Continuidad del fenómeno de crecimiento

En el crecimiento físico del niño es imposible distinguir o delimitar una seria de estadios de desarrollo distintos el crecimiento físico, de acuerdo con lo que hoy sabemos, no procede por periodos de reposo seguidos de saltos o aceleraciones, sino que se efectúa de manera continua y progresiva. No obstante, existe un periodo que, en cierta medida, es una excepción a esta regla: el de la adolescencia, en que el crecimiento está sumamente acelerado.
Se podría así efectuar una distinción entre los años que preceden a la adolescencia y los que la siguen, ya que están separados por un periodo que dura generalmente de dieciocho meses a dos años, durante el cual se efectúa un rápido salto de un nivel a otro.

Edad cronológica y edad fisiológica. Se podrían establecer fácilmente ciertos estadios de crecimiento  físico procediendo de esta manera bastante artificial: tomar como criterio de desarrollo, por ejemplo, la aparición de la osificación en cuatro de los huesos carpianos de la muñeca; o el crecimiento de cierto número de dientes, de la primera o la segunda dentición. Pero quienes se han interesado en el crecimiento del niño han preferido construir una escala longitudinal o de edad fisiológica continua, un poco a la manera de la edad mental.

Para la medida de la edad fisiológica se han utilizado cuatro métodos que determinan

1.- La edad del esqueleto

2.- La edad dental

3.- La edad somática

4.- La edad según los caracteres sexuales secundarios

II.  El crecimiento del cerebro

El cerebro y las glándulas endocrinas, que son, quizá, los dos sistemas orgánicos que más interesan al psicólogo.

La cabeza, incluido el cerebro, crece en tamaño con mayor rapidez que el resto del cuerpo. No hay en el cerebro, probablemente, formación nueva de células nerviosas después del séptimo mes de la vida intrauterina, aproximadamente; pero las células y fibras nerviosas se agrandar y cambian de apariencia de diversas maneras.

Durante la vida intrauterina, a los tres meses las células se organizan en las capas de la corteza, y a los seis la estratificación se ha realizado y la apariencia es la misma que en el adulto.

III. Las glándulas endocrinas

En lo que concierne a las glándulas endocrinas, puede señalarse que desarrollan un considerable crecimiento, en la mayor parte de los sujetos, e la época de la adolescencia. Nuevas secreciones son producidas por la hipófisis, las suprarrenales y las glándulas sexuales.

Los estadios del desarrollo afectivo en el niño

La vida afectiva del niño es extremadamente rica y parece un poco artificial hacer cortes en ella para establecer estadios.

Los estadios en psicoanálisis

El niño pasa primero por el estadio oral, es decir que su interés recae en los alimentos, en lo que absorbe. Se distinguen dos fases del estadio oral, una pasiva y otra activa.

Luego viene el estado anal, en el cual el interés primordial gira alrededor de la mucosa anal o, más exactamente, del dominio de los esfínteres. También en este estadio distinguimos dos periodos; uno pasivo, en el cual el niño está interesado sobre todo en el pasaje de los excrementos, en el elemento sensorio; y otro activo, en el cual el niño parece sentir cierto placer en proyectar sus excrementos y en emplear, incluso, cierta agresividad en esta función.

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