Ls grandes Notas sobre la (incalculable) experiencia de educar

Notas Sobre la (incalculable) experiencia de educar.

Estanislao Antelo

a) Para que haya una educación tiene que haber más de uno y una especie de voluntad de influenciar al otro. Para dirigirse al otro, uno debe suponer que el otro es un animal medidamente influenciable.

Uno puede aspirar a domesticarlo, amansarlo, inhibirlo, liberarlo, transformarlo en un sujeto crítico y comprometido con la realidad social, etc.

b) Una característica singular de la intervención educativa es su inadecuación, su carácter desmedido, inapropiado, no correspondido. Se trata de una operación que precisa admitir en algún momento de su recorrido la indeterminación plena del resultado. Es decir, la intervención por el otro se ejecuta a condición de no poder saber nada, a priori, a cerca del resultado final. La expresión “mirá con lo que me salís” es el nombre de la libertad, de esa imprevisible libertad. Si se pudiera saber, antes de intervenir, “con que me vas a salir”, no se intervendría. Se interviene porque no se sabe.

c) Un educador tiene que ir y enseñar, más allá de la demanda, del contexto, de los intereses y necesidades de un niño, tiene que intervenir, dirigirse al otro con varios propósitos, etc. Es por definición un metido, un heterometido. Este meterse consiste en ofertar más allá de la demanda. Los educadores, eligen un oficio que consiste en soportar una y otra vez que el otro les diga “seguí participando”, porque saben que de los cuarenta que están sentados ahí, treinta y nueve les dicen “seguí participando”. Sin embargo, en la libertad de ese encuentro con el otro, en la libertad que tiene el otro de decidir si quiere o no entrar en el intercambio, en el derecho a la indiferencia, es donde debemos buscar el valor agregado de la experiencia de educar.

d) Si esta idea de intervención más allá del resultado, es inherente al acto educativo, la educación creciente de la oferta a la demanda cambiante, es equivalente a la no educación. No hay educación, hay otra cosa. El ajuste obligatorio de la oferta educativa a los nuevos tiempos y a los nuevos niños y jóvenes que pueblan nuestras escuelas. La novedad quiere marcar el pulso de la acción educativa. Hay acto educativo en la medida en que no se enseña para el que viene a comprar, para el que necesita, para el que está interesado.

e) La manera que tienen los educadores de ajustar el circuito de esta intervención es a través de la localización de la experiencia educativa en el cosmos vincular.

Vínculo es la conexión con el otro. También es esforzar el comportamiento del otro y ésta es una dimensión del concepto ausente en las reflexiones pedagógicas. Un vínculo es siempre, si se quiere, una

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