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Mentalidad fija y de crecimiento


Enviado por   •  20 de Diciembre de 2023  •  Ensayos  •  2.167 Palabras (9 Páginas)  •  62 Visitas

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Ensayo

 “Mentalidad fija y de crecimiento “

Por

Jacqueline Marín M, Lorena Ortiz H, Pabla Pardo N, Andrea Rodríguez H.

                                                     

02 de mayo de 2022

Docente: Francisca Corral Leal

Psicología Positiva

Durante el desarrollo de la vida, el ser humano adquiere diversas habilidades cognitivas y de comportamiento que le permitirán afrontar nuevas situaciones de manera positiva o negativa, esto dependerá de cuánto crea el individuo que es capaz de lograr. A raíz de esto podríamos preguntarnos; ¿Influye lo que el sujeto piense de sí mismo en los aprendizajes que adquiera y la forma en que enfrente las situaciones? Para muchas personas es desconocido que el poder que poseen nuestras creencias consientes e inconscientes pueden tener un gran impacto en nuestra vida y la forma en que nos desenvolvemos en nuestro entorno. Así también lo planteó Burnette et al. (2013), quien señala que todos los seres humanos tenemos alguna creencia sobre la inteligencia, y esa creencia influye en cómo nos va en la escuela y en la vida en general, en cómo afrontamos diversas situaciones y en los logros que obtenemos. Dwek (2006), por su parte planteó que existen dos tipos de mentalidades que el ser humano puede adoptar, la primera se refiere a aquellas personas que aceptan los problemas como oportunidades para aprender (mentalidad de crecimiento) y aquellas que los evitan a menudo por temor al fracaso (mentalidad fija). Refiriendo que no son permanentes, sino que a menudo las personas optaran por cambiar de la una a la otra y esto debido a las ideas que tienen hacia una situación o problema determinado.  

Es entonces que, a partir de estas mismas investigaciones, se promueve en entornos educativos el refuerzo y reconocimiento de nuevos logros, con el fin que desde pequeños los niños desarrollen la habilidad de aprender, permitiéndoles adquirir una mentalidad de crecimiento que posibilite su progreso y logro de objetivos desde la infancia hasta la adultez.

En este contexto, las personas poseen una mentalidad fija porque creen que las cualidades básicas como la inteligencia o los talentos son rasgos fijos y que estos rasgos son responsables del éxito, centrándose a menudo en logros pasados. Son sujetos que creen que no pueden fallar, son absolutos, pronuncian generalmente frases como; “soy un fracaso porque esto no ha funcionado”, “no soy lo suficientemente inteligente para lograrlo”, tienden a abandonar los desafíos porque no ven alternativas, son personas a las cuales se les ha premiado por la inteligencia, se identifican con eventos específicos, se sienten amenazados por el éxito ajeno , se limitan a conseguir menos de lo que su potencial les ofrece , quedándose siempre por debajo de lo que realmente pueden lograr y no permiten críticas constructivas.

Por el contrario, las personas con mentalidad de crecimiento creen que se pueden desarrollar nuevas habilidades, a través de la práctica, esta forma de mirar las situaciones crea el amor por el aprendizaje convirtiendo la vida en un viaje emocionante con infinitas oportunidades para descubrir cosas nuevas y avanzar.

Esto les permite aprender de los errores, creen en el   “no, por ahora”,  comprenden que el fracaso no determina su futuro, ven la vida como un sinfín de posibilidades, son personas que han sido premiadas por su actitud y esfuerzo, no se identifican con el evento sino con la acción , repiten frases como “fracase, pero intentaré esto más adelante”, les inspira el éxito de otros , superan sus propias expectativas lo cual no significa que no tendrán dificultades, esto seguirá sucediendo pero es la actitud que adoptan que les permite avanzar y no tener miedo ante lo desconocido.    

Para comprender con mayor claridad cómo se aplican estos tipos de mentalidad en nuestro día a día, imaginaremos a un grupo de estudiantes cuya mentalidad es fija, en ellos está instalado el convencimiento de que sus habilidades básicas, inteligencia y talentos sólo son un rasgo de su personalidad. Cuando el profesor les solicita que realicen una actividad nueva, ellos se niegan porque no quieren que los otros se burlen si no logran realizar lo que se les pide, evitan la retroalimentación cuando han terminado su trabajo, tomando las correcciones del profesor como algo personal, si otro grupo de sus compañeros obtienen una mejor evaluación, ellos se sienten atemorizados y amenazados , porque creen que esto les forzará a hacer mucho más que otros, finalmente cuando el profesor les entrega una actividad más compleja, solo la resuelven hasta donde ellos “creen” que pueden lograrlo.

Por otro lado, un grupo con mentalidad de crecimiento aceptaría cualquier desafío porque saben que fallar es parte de aprender y que si se esfuerzan nadie se reirá de ellos, comprenden que para mejorar necesitan escuchar las críticas constructivas de su profesor, entienden que no están siendo evaluados ellos, sino los resultados de su trabajo en ese día particular. Disfrutan ver a sus compañeros triunfar, eso les inspira, de hecho, saben que si motivan a sus compañeros a mejorar es muy probable que ellos mismos también progresen.

Hace muchos años atrás se creía que la inteligencia era tan absoluta como el color de ojos con que nacemos, es decir ésta no se podía cambiar, si nacíamos con un coeficiente intelectual elevado, significaría que lograríamos muchas más cosas en la vida. Por fortuna hoy gracias a diversos estudios se ha permitido demostrar que es de mayor relevancia la mentalidad que adquirimos durante el desarrollo de nuestra infancia, porque es ésta la que nos llevará a ser adultos dispuestos a crecer y enfrentar nuevos desafíos.

En ese mismo sentido, nos realizamos la siguiente pregunta; ¿Alguna vez hemos visto un bebe desmotivado? Un bebe que está aprendiendo a caminar, ¿cuántas veces se cayó durante su intento?, de seguro se paró, rio y siguió intentando. Sin embargo, cuando vemos a un joven o adulto que se frustra, éstos no están contentos ni lo disfrutan, ¿qué nos pasa a medida que vamos creciendo? Durante el transcurso de nuestra vida nos vemos enfrentamos a momentos difíciles o cambios que nos producen incertidumbre, ansiedad y expectativas, que en muchas ocasiones no nos permiten avanzar como desearíamos, pero ¿cómo podríamos mejorar?, ante esta pregunta las respuestas son variadas. Cuando las personas dejan de pensar en términos de bueno-malo o fuerte-débil, son más capaces de aprender a usar estrategias útiles para aprender, por lo tanto, cada fallo o fracaso no termina en tragedia. Para la mentalidad de cambio, los fallos son constantes recordatorias de que uno es un ser humano imperfecto, incompleto, y dan pistas para mejorar. Nadie se ríe de un bebé ni piensa que es tonto porque no puede hablar; simplemente aún no lo ha aprendido. Aunque resulte obvio, lo cierto es que nadie nace sabiendo (Dweck,2006). Adoptar la mentalidad de cambio no se trata de seguir una receta al pie de la letra, sino que consiste en ver las cosas desde otra perspectiva, cambiando desde el juzgar al aprender, esto es un compromiso que toma esfuerzo, tiempo y apoyo.  Así mismo lo señala Gayón (2010), quien plantea que enfocarse en el obstáculo impide que se vea la solución por eso es más que esto, se debe ver el impedimento como una real y gran oportunidad de cambio, cuando esto sucede es importante progresar, así como también seguir adelante, si algo no funciona pedir ayuda nos puede enfocar en la solución y centrarnos de alguna manera en nuestros intereses y metas.

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