Mitos Violencia Intrafamiliar

1. A las mujeres les gusta ser maltratadas.

La gente cree a veces que a las mujeres les gusta ser maltratadas, sino dejarían esa relación, o que les gustan los hombres que les enseñen "quién es el jefe". La verdad es que a ninguna mujer le gusta ser maltratada y abusada. Si una mujer acepta ser maltratada es porque no cree que puede salir de esta situación. Muchas veces ha realizado intentos de buscar ayuda, sin embargo se encontró con familiares que le dijeron que no era bueno que se separara por los hijos, o profesionales que le dijeron que debía darle otra oportunidad. Aceptar ser maltratada y disfrutarlo son dos cosas totalmente diferentes.

2. Las mujeres buscan ser maltratadas.

Mucha gente cree que las mujeres maltratadas lo buscan, provocando o contradiciendo a su esposo y que tendrían que ponerse en su lugar. La verdad es que nadie quiere ser maltratado. El abusador es responsable por sus actos y siempre buscan una excusa, generalmente algo que la mujer hace o no hace para agredirla.

3. Las mujeres maltratadas son un poco locas.

A veces la gente dice que una mujer maltratada es loca por disculpar a su pareja.. Sin embargo, la gran mayoría de las mujeres maltratadas no padecen de ninguna enfermedad mental.

Cuando una mujer vive en un lugar peligroso y que tiene miedo la mayoría del tiempo, sus comportamientos cambian. Puede parecer un poco rara para los que no se enteran de lo que vive. El estrés, el miedo y la ambivalencia afectiva pueden afectar la manera de portarse y llevar a desarrollar trastornos como cuadros de depresión, angustia, insomnio, etc. Son mujeres normales que reaccionan de manera normal en una situación anormal.

4. El maltrato emocional o psicológico no es tan grave como la violencia física.

El abuso emocional continuado, aún sin violencia física, provoca consecuencias muy graves desde el punto de vista del equilibrio emocional. Se puede diagnosticar cuadros psicóticos en personas que, en realidad, están sufriendo las secuelas del maltrato psicológico crónico.

5. Si hay violencia intrafamiliar, no puede haber amor en una familia.

Los episodios de violencia intrafamiliar no ocurren en forma permanente, sino por ciclos. En los momentos en que los miembros de la familia no están atravesando por la fase violenta del ciclo, existen interacciones afectuosas, aunque el riesgo de que en cualquier minuto se vuelva a la situación de violencia siempre esté flotando en el aire. El amor coexiste con la violencia, de lo contrario, no existiría el ciclo. Generalmente, es un tipo de amor adictivo, dependiente, posesivo, basado en la inseguridad

6 Los hombres violentan a las mujeres cuando están estresados.

El estrés puede gatillar un comportamiento violento, pero el estrés nunca es la causa de un comportamiento violento. La mayoría de los hombres estresados que golpean a sus mujeres, no golpean a sus colegas del trabajo ni a sus amigos. Además, la mayoría de los hombres estresados nunca han maltratado a su mujer ni a quien sea. Tenemos que incitar a la comunidad a preguntarse por qué los hombres son violentos sólo en la casa.

7 Violentar a su mujer es un problema familiar y privado.

Muchas personas creen que lo que pasa en la familia y en el hogar es algo privado. El hogar debiera ser el lugar más seguro para los miembros de una familia, sin embargo, los abusos y maltratos ocurren en este espacio. Para mucha gente el hogar es el lugar más peligroso y los miembros de la familia son quienes le lastiman.

Cuando alguien ha sido lastimado ó golpeado por una persona desconocida, este es castigado por la sociedad, sin embargo, cuando una persona es abusada al interior de su hogar es denominado "un problema familiar" y nadie intenta resolverlo. La violencia es un problema que atenta contra los derechos básicos del ser humano, por lo tanto es una obligación de todos y todas intervenir.

8 La violencia intrafamiliar es provocada por el alcohol y las drogas.

Algunas personas creen que los hombres maltratan a las mujeres porque toman alcohol o drogas. Sin embargo, los mismos hombres también maltratan a las mujeres cuando están sobrios, y también hay muchos hombres que maltratan a las mujeres sin tomar alcohol ni drogas. A menudo, quienes agraden usan el hecho de estar bajo los efectos del alcohol como excusa para ejercer violencia. El uso de drogas y alcohol puede aumentar la violencia, pero no es un factor causal.

9 La violencia intrafamiliar ocurre en las clases sociales pobres.

Cualquier mujer puede ser victima de violencia intrafamiliar. Mujeres de todas culturas, de todos los niveles de educación o de todos los orígenes pueden vivir violencia intrafamiliar. Sin embargo, generalmente son las mujeres de nivel social más bajo las que más piden ayuda. Las mujeres de nivel social alto mantienen esta situación más oculta y por eso la gente piensa que son sólo las mujeres de estrato socioeconómico bajo las vícimas de violencia.

10. Una mujer con un pasado con violencia siempre tendrá un novio o un esposo que la maltratará.

Cuando una mujer es maltratada pierde su seguridad y se baja mucho su autoestima. Empieza a creer que no vale nada y que nadie más la va a tratar con respeto y amarla. Es por eso que cuando se encuentra de nuevo en una relación con violencia intrafamiliar, no intenta más salir de esa situación. Empieza a creer que el abuso es bueno para ella. Sin embargo, muchas mujeres que fueron maltratadas y que trabajaron con respecto a sus emociones y baja autoestima, lograron salir de esas relaciones violentas, para formar parejas sanas con hombres que no tuvieron la necesidad de violentarlas para sentirse con mayor poder y control.

El AMOR NO DUELE

Mito: "Quien te quiere te aporrea.

Realidad: Esto no es así. Creer que la pareja es celosa, porque le importa la persona, es interpretar en forma errada la realidad. Lo mismo ocurre con el excesivo control. El amor no tiene por qué doler. El que ama quiere proteger al otro, lo deja ser y lo acepta tal cual es.

Mito: "Si la mujer aguanta es porque le gusta que le peguen".

Realidad: Éste es otro error. Alejandra Escalona comenta que las mujeres permanecen junto al agresor por un conjunto de factores que se entremezclan. Hay muchas variables, como la amenaza

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