NEUROSIS INFANTIL
luciocabreraf12 de Septiembre de 2013
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NEUROSIS INFANTIL
INDICE:
• Aspectos generales
• Definición
• Historia
• Diagnóstico
• Trastornos generales de la neurosis
• Mecanismos de defensa
• Causas
• Comportamiento de las personas que la sufren
• Cuadro del paciente neurótico
• Frecuencia con que se presenta la crisis
• Clasificación de las neurosis
• Neurosis de angustia
• Neurosis fóbica
• Histeria o neurosis histérica
• Neurosis obsesiva
• Neurosis hipocondríaca
• Neurosis depresiva
• Neurosis neurasténica
• Neurosis de despersonalización
• Tratamientos generales
NEUROSIS
Aún cuando las neurosis se encuentran entre los trastornos más comunes de la práctica médica, probablemente ninguna otra entidad clínica es, con tanta frecuencia, tan mal comprendida. En vez de utilizarlo exclusivamente para un grupo específico de trastornos mentales, la palabra se ha vuelto de uso popular para describir trastornos emocionales de la más diversa naturaleza. Con mucha frecuencia se titula de "neuróticos" a individuos con un comportamiento excéntrico o un poco inestable.
En el presente documento se desarrollará un completo análisis concerniente a uno de los más controvertidos trastornos, conocido como NEUROSIS; se desarrollaran temas básicos para la compresión y difusión de los mismos, con el fin de aclarar y llenar los vacíos e inquietudes que existen hacia el tema.
Trastornos de esta clase afectan de manera fisiológica y psicológicamente a los individuos que presentan este cuadro clínico.
Aspectos generales
A continuación se llevará a cabo el desarrollo del tema nombrado anteriormente tocando tópicos de importancia como lo son la definición, la historia, las clases de neurosis, trastornos generales de la neurosis, etc.
Definición
Las neurosis son episodios de desequilibrio psicológico que se presentan en personas que han alcanzado una función mental relativamente adecuada.
Son trastornos mentales sin una base orgánica demostrable, en los cuales el paciente puede tener un considerable poder de auto observación y una sensación adecuada de la realidad; en ellos lo más común es que no se confundan las experiencias patológicas subjetivas y sus fantasías, con la realidad externa. La conducta puede ser afectada seriamente, aunque es común que se mantenga dentro de límites sociales aceptables; pues la personalidad no está desorganizada.
Típicamente, la conducta neurótica es repetitiva, conduce a una mala adaptación y es insatisfactoria. Funcionalmente, las neurosis son reacciones inadecuadas a las causas de estrés.
En consecuencia, muy a menudo los síntomas incluyen angustia y una exageración o hiperactividad de los mecanismos que el paciente emplea comúnmente para resolver su angustia y el estrés.
Las neurosis pueden ser de tipo recurrente y se manifiestan de la misma forma a través de toda la vida del paciente. Pueden variar de gravedad, desde episodios leves hasta una enfermedad grave e incapacitante, que incluso requiera hospitalización. Neurosis antiguamente quiso decir lleno de nervios.
Di Mascio, (1970) dijo: "Las neurosis son episodios de desequilibrio psicológico que presentan en personas que han alcanzado una función mental relativamente adecuada".
Historia
La neurosis ha cambiado con la evolución de la nomenclatura psiquiátrica.
Las neurosis, ésta ha evolucionado en el cuadro de la psiquiatría clásica. Considerados como enfermedades del sistema nervioso sin lesión aparente o como desórdenes simplemente funcionales, las neurosis estaban igualmente descritas en el cuadro de manifestaciones somáticas, en el de los desórdenes histéricos o entre las enfermedades propiamente neurológicas.
Después de los trabajos de P. Janet, que las distingue de las afecciones orgánicas y las vuelve a hacer depender más o menos de las psicosis, nace la noción de psiconeurosis (De Ajuriaguerra, 1993).
El término neurosis fue introducido por el médico Edimburgo W. Cullen en 1769 para definir al conjunto de las enfermedades nerviosas afirmando su origen orgánico y dar a su vez un cuadro nosológico específico a la neurología naciente (Casalis, 1969).
En el siglo XVIII la neurosis significaba enfermedad de los nervios; clasificándose en este grupo las patologías diversas como la epilepsia o la histeria. Pero la ausencia de la lesión objetivable en algunas de estas patologías, fundamentalmente en la histeria, lleva a los autores a proponer el término disfuncionamiento nervioso y Freud atribuye a estos trastornos un origen puramente psíquico. Crea, para definirlos, el término de psiconeurosis y ofrece a ellas un modelo explicativo que se funda en una teoría de desarrollo psicoafectivo. La neurosis se convierte entonces en una enfermedad de la personalidad (Christine y Bayle, 1996).
A mediados del siglo XIX, con los progresos de la medicina, se descartan de las neurosis todas las afecciones neurológicas específicas, como la parálisis general y la enfermedad de Parkinson. Las neurosis se definen en ese entonces, según sus caracteres negativos, sin lesión orgánica precisa, que no provocan cambios profundos y definitivos y de evolución poco previsibles (Casalis, 1996).
Las transformaciones sufridas por la noción de neurosis en el siglo XIX fueron mostrando la heterogeneidad de los cuadros y conduciendo a una depuración que comenzó por apartar enfermedades con lesión del sistema nervioso y por incluir otras como las obsesiones y las fobias, clasificados hasta entonces como delirio. Con los estudios de Charcot y los de Janet sobre la psicostencia, la psiquiatría francesa continuó el refinamiento de lo que más tarde Kraepelin llamó neurosis (Vidal 1986).
Ante la incertidumbre, en cuanto a la etiología de los trastornos llamados neuróticos, la clasificación del DSM – III opta por la desaparición del concepto clásico de neurosis que se debe a unos trastornos de la personalidad o solamente a los agrupamientos de síntomas para dar cuenta de estas patologías (Christine y Boyle 1996).
Pero al ser eliminando el término neurosis en reagrupado en diferentes síndromes psiquiátricos tales como disturbios afectivos, ansiosos, somato formes, disosiativos y psicosexuales, o bien síndromes histéricos, fóbicos, obsesivos, hipocondriacos y depresivos (Vidal, 1986).
En el DSM – IV los cuadros neuróticos están incluidos dentro de los trastornos de ansiedad, trastornos somatomorfos, trastornos disociativos y trastornos depresivos.
Su significado literal (lleno de nervios) fue utilizado durante el siglo XIX (diecinueve) como término general para todos los trastornos nerviosos de etiología desconocida.
Los neurólogos del siglo pasado decían que era un mal adoptado por la civilización como una consecuencia de la vida acelerada. Pero la verdad es que la neurosis se conoce desde los tiempos de Hipócrates, en ese entonces se les llamaba hipocondrías relacionándola con la tristeza y la debilidad del enfermo. Se descubrió el sentido de los síntomas neuróticos mediante el estudio y la acertadísima derivación de un caso de histeria.
Freud hizo sus observaciones acerca de las bases psicogénicas de la histeria y de los estados obsesivos, él designó a un subgrupo de trastornos mentales con el nombre de psiconeurosis; en la nomenclatura más reciente el término neurosis se emplea exclusivamente para este subgrupo.
Diagnóstico
Las neurosis constituyen siempre un desequilibrio en el nivel individual de adaptación y el individuo sirve como su propia línea de referencia cuando se descubren esos trastornos. La mayor parte de las personas desarrolla hábitos, síntomas menores o inhibiciones que pudieran recordar los signos de una neurosis.
En cualquier momento en que se observen patrones crónicos de mala adaptación que simulen una neurosis, debe tomarse en cuenta la posibilidad de un trastorno de personalidad.
Factores muy importantes para el diagnostico de las neurosis son el examen mental, la historia personal del paciente, la evaluación médica y las observaciones del curso clínico de la enfermedad. Además, las pruebas psicológicas, especialmente el Rorschach, resultan muy útiles para identificar las neurosis y para diferenciarlas de las psicosis y de otros trastornos de base orgánica.
Trastornos generales de las neurosis.
-. Anomalías en la actividad sexual. Los neuróticos manifiestan este tipo de trastornos de un modo predominante, y entre ellos cabe consignar la masturbación, que sólo se considera anormal o patológica cuando es preferida a la satisfacción sexual, y debe entenderse como un síntoma neurótico y no la causa de la enfermedad; la impotencia, que se manifiesta de formas diferentes: impotencia total con falta de erección, que es muy infrecuente, trastornos de la eyaculación, que comprenden la eyaculación precoz, retardada o ausente, y la impotencia orgasmática (denominada frigidez en la mujer), que involucra defectos en la sensibilidad voluptuosa (este tipo es muy frecuente y en general es ignorado por el sujeto).
-. Manifestaciones agresivas. El neurótico manifiesta generalmente un estado de ánimo inestable, contradictorio y con tendencia a la irritabilidad.
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