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Enviado por   •  1 de Julio de 2015  •  3.493 Palabras (14 Páginas)  •  96 Visitas

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resolver los problemas y limitaciones del sistema de educación técnica no constituía una prioridad, demostrando desconfanza del sendero industrializador, que en los primeros años de la década de 1930 comenzaba paulatinamente a volverse hegemónico, pero tenían la resistencia de un gobierno para el cual, a pesar de que la EAO contaba con más de ochenta años de existencia, aún estimaba que "no era necesaria una modificación de sus programas y reglamentos internos" (CD, Ss. 42ª ordinaria, 24 de noviembre de 1931, p. 1598). Del mismo modo, para Cardenio González la Escuela era "un verdadero claustro, un verdadero cuartel, sus alumnos no tienen ningún roce social con nadie" (CD, Ss. 42ª ordinaria, 24 de noviembre de 1931, p. 1599), lo que hacía urgente su modernización y vínculo con la sociedad. En suma, la Escuela de Artes y Oficios se evaluaba como incapaz de cumplir con las necesidades que a la sazón tenía el país y con los proyectos de futuro tendientes a la industrialización. Esto último constituía el principal escollo para la implementación de reformas en la estructura económica nacional, como denuncia González, puesto que hacia 1931:

"nuestro país no es capaz todavía de producir un ingeniero mecánico, un ingeniero electricista, un metalurgista. Dentro de poco, vamos a poder elaborar ferro y acero en el país y no tenemos un técnico metalurgista" (CD, Ss. 42ª ordinaria, 24 de noviembre de 1931, p. 1599).

En consecuencia, la crisis de la Escuela levantó la opción de cuestionar su rol en la sociedad, en función de su vínculo con los nuevos proyectos de desarrollo nacional. Las opiniones esgrimidas por el mismo diputado González constituyen una buena síntesis de lo anterior, planteando que la EAO:

"necesita un remozamiento en sus programas, a fin de que vaya preparando en ella a los técnicos industriales si queremos hacer avanzar nuestras industrias, pues, de otro modo, creo que ningún gobierno podrá desarrollar un programa de industrialización sin disponer de un personal técnico suficiente y preparado que vaya a aportar sus conocimientos frente a las industrias, haciéndolas surgir" (CD, Ss. 42ª ordinaria, 24 de noviembre de 1931, p. 1599).

La evaluación de que la Escuela se encontraba desconectada de la realidad de la sociedad chilena y la incapacidad de generar cuadros técnicos que condujeran los procesos de industrialización, promovieron la demanda por fundar una institución de educación superior que corrigiera las deficiencias y complejizara las funciones de la EAO. Las discusiones en torno a la creación de una universidad industrial constituyeron una constante en el parlamento, encontrando una mayor resonancia hacia 1940, en el marco del homenaje al 91º Aniversario de la fundación de la Escuela de Artes y Oficios. Las demandas fueron conducidas por el diputado del Partido Socialista César Godoy Urrutia, al señalar que los estudiantes de la EAO:

"desean que se lleve a la práctica una vieja aspiración y que ya está, puede decirse, a medio camino. Es la creación de lo que se llama el tercer grado de la enseñanza, para formar ingenieros industriales […]. Veríamos con mucho agrado que, con motivo de cumplirse ahora el cuasi centenario de esta Escuela, institución gloriosa para la educación de Chile, se le diera forma a esta idea y, en definitiva, se procurara completar así la educación técnica y especialista que se propicia en la Escuela de Artes y Oficios" (CD, Ss. 15ª ordinaria, 3 de julio de 1940, p. 1012).

Esta demanda, compartida por el grueso de los parlamentarios, adquirió mayor capacidad organizativa tras la fundación de la Federación de Estudiantes Mineros e Industriales de Chile (FEMICH)13, en 1945, que aglutinó los anhelos provenientes desde los estudiantes de la EAO, la Escuela de Ingenieros Industriales (EII) y de las escuelas de minas a nivel nacional. Este objetivo de articular una institución de educación técnica de carácter superior se cumplió en abril de 1947, con la fundación de la Universidad Técnica del Estado por el gobierno del Presidente Gabriel González Videla (Muñoz et al, 1987)14. Sin embargo, la UTE entró en funcionamiento recién en 1952, demora que generó críticas por parte de algunos parlamentarios, expresadas durante las celebraciones del centenario de la EAO. Los diputados argumentaron que el desarrollo económico sustentado en el énfasis de las industrias nacionales se encontraba en una etapa decisiva, y necesariamente debía ser acompañada por la enseñanza industrial en el país. Francisco Javier Lira Merino, a nombre de "los diputados del Partido Agrario Laborista, junto con los diputados de la Falange Nacional"(CD, Ss. 14ª ordinaria, 6 de julio de 1949, p. 505), adhirieron al aniversario en momentos "en que el país comienza a caminar por una etapa de industrialización, que es cuando necesita de especialistas" (CD, Ss. 14ª ordinaria, 6 de julio de1949, p. 505)Quien introdujo un énfasis distinto en las celebraciones de la fundación de la UTE fue el Ministro de Educación, Alejandro Ríos Valdivia. En su intervención en el hemiciclo sostuvo que en la coyuntura descrita se hacía imperioso el deber del Estado "de trazar nuevos rumbos a la educación pública, tratando de dar un desarrollo cada vez mayor a la enseñanza profesional o técnica, la que debe ser parte de la política económica general" (CD, Ss. 14ª ordinaria, 6 de julio de 1949, p. 501), Ríos Valdivia enfatizó en su argumentación que el gobierno diera definitivamente marcha a la UTE, por el proyecto de desarrollo nacional y por los anhelos de los estudiantes, afirmando que:

"Yo espero que el actual gobierno culminará su acción en beneficio del desarrollo industrial del país, enviando a la brevedad posible a esta Cámara el proyecto de ley que establece el Estatuto Orgánico de la Universidad Técnica del Estado. Esta es una aspiración sentida desde hace muchos años, que viene a culminar los anhelos de los que comienzan en la enseñanza profesional en el grado de oficiales para seguir al grado de técnicos y que quieren recibir el espaldarazo definitivo que les permita dirigir la industria de este país, obteniendo en la Universidad Técnica del Estado sus títulos de ingenieros en las diversas especialidades" (CD, Ss. 14ª ordinaria, 6 de julio de 1949, p. 501).

En 1952, con la dictación del Estatuto Orgánico se dio inicio a las actividades de la UTE, culminando así el proyecto de potenciar la formación de profesionales para el desarrollo nacional. La implementación del modelo ISI posibilitaba contar entonces con operarios nacionales calificados que, junto con aportar al desarrollo del proyecto de modernización económica, ayudarían a consolidar

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