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3.- Desarrolle sus comentarios sobre el proceso de desarrollo del lenguaje.

El recién nacido al inicio su comunicación es a través de gritos y llanto pero con el correr de las primeras semanas sólo llora en situaciones no placenteras (hambre, cólicos de intestino o algún otro malestar); luego el niño a las cuatro semanas empieza a dar su atención a los sonidos que escucha o se le produce al hacer sonar algún objeto, fija su audición y a la vez contempla el sonido; con el tiempo el niño empezara a discriminar los sonidos de los ruidos. El llanto sigue presente y las vocalizaciones que el niño puede manifestar son muy pobres y con falta de expresión pero si produce ruiditos guturales y balbuceo. A las siguientes semanas el niño empieza a babullar, cloquea, runrunea, hace corgoritos y rie; este ejercicio del aparato oral y respiratorio ayudara al niño a tener un habla más articulada.

El niño todavía puede vocalizar bien su comunicación es muy primitiva, pero si su aparato auditivo está bien desarrollado ya que al oír un ruido familiar, gira su cabeza prestando atención a la voz humana. A las veintiocho semanas el niño chilla y parlotea, ya empieza a efectúa gran cantidad de vocalizaciones espontáneas y emitiendo vocales, consonantes y sílabas; él ya está listo para decir sus primeras palabras. El niño al sociabilizarse con las personas de su entorno adopta ciertas expresiones faciales, ademanes y actitudes posturales que va a ir formando parte de su lenguaje y comunicación. A las cuarenta semanas crece la destreza del labio, la lengua y la musculatura para la masticación y la deglución, combinada con su facultad imitativa; estas favorecen a la vocalización articulada. El niño en estas semanas tiende a imitar ademanes, gestos y sonidos. Empieza a responder por su nombre y entiende el ¡NO! Como palabra, aunque todavía no comprende su verdadero significado, su interés social es muy grande que lo conlleva a comunicarse con las personas, aunque él ya tiene una a dos palabras en su vocabulario articulado. El niño al año llega con un alto grado de reciprocidad social, repite e imita palabras de las personas de su contorno, ya obedece a mandatos simples, en su vocabulario ya tiene dos o tres palabras bien articuladas, ya el niño poco a poco empieza a tener un lenguaje más rico vocalizaciones de palabras.

4.- ¿Qué rasgos evolutivos en su comportamiento muestra un niño de cuatro semanas?

En primer lugar el recién nacido no se encuentra preparado para las exigencias de la vida posnatal, su respiración puede ser irregular y la termorregulación poco firme. El control y dirección del peristaltismo y deglución son precarios. Se sobresalta, llora, estornuda, al más leve estimulo, sus umbrales son bajos e inconstantes, su comportamiento parece variante e incompleto, en su postura no es capaz de sostener por mucho tiempo, la tensión motriz es parcial, motriz y migratoria. Su vigilia no se diferencia de su sueño, y los ritmos de actividad y reposo están pobremente deslindados, muchas de sus actividades parecen esporádicas. El niño opta una actitud de reflejo tónico cervical, esta promueve y canaliza la fijación visual sobre la mano extendida. Se le entrega objetos al niño el cual los deja caer con facilidad al suelo. El reflejo tónico cervical no constituye una actitud estereotipada sino una suerte de matriz, armazón, para el crecimiento de los modos de conducta.

El control de los ojos y de la cabeza son muy importantes en los modos de comportamiento, es decir inmoviliza sus ojos errabundos y los fija infinitivamente sobre el campo de visión que esta estrechamente limitado por la posición de la cabeza.

El progreso control óculo-motriz y postural se revelan en la amplitud y agudeza de la atención., esta atiende mediante una reacción total de su cuerpo. Responde a sonidos de objetos, escucha pasivamente. Análogamente el estómago

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