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Oratoriodeliracion Y Jucio


Enviado por   •  12 de Junio de 2014  •  6.542 Palabras (27 Páginas)  •  2.408 Visitas

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ORATORIA, DELIBERACIÓN Y JUICIO

INTRODUCCION:

La Oratoria ocupa un lugar especial, en la vida misma. El poder de la convicción, de representantes de cada país, es menester en un mundo de transformación.

Estas transformaciones si fuesen en su totalidad, colmadas de ética y moralidad, cuán grande y evolucionado sería la existencia de cada ser.

La deliberación fijará los parámetros en el cual el juzgador fundamentará su fallo; en el caso del órgano colegiado ello implica la valoración por el tribunal de las pruebas incorporadas al juicio y las relativas a cuestiones conexas.

Al tener todo ser humano el derecho a un proceso con todas las garantías(o al debido proceso), la etapa de juicio oral se convierte en la más importante porque en esta el derecho a la defensa alcanza su máxima expresión o potencia.

En efecto, en la eterna lucha entre garantías (persona) y eficacia (sociedad), en las fases anteriores al juicio oral, en cualquier sistema procesal penal, se admiten restricciones al derecho a la defensa, bajo el pretexto de que cuando se llegue a la etapa del plenario, el acusado podrá defenderse con toda amplitud, concretando así el derecho a la igualdad de armas.

El presente trabajo lo desarrollare en tres partes la primera será todo lo referido a la oratoria, la segunda al o que es deliberación y la última será todo lo referido al juicio.

DESARROLLO DEL TEMA

LA ORATORIA

La Oratoria, es pues, unos de los elementos fundamentales en la unificación de criterios, y la comprensión y el estímulo de masas.

Su intrínseca facultad de la oratoria, está inmerso en cada ser humano, aflorarlo y desarrollarlo es una de las metas de las personas que buscan un bienestar.

Al decir bienestar, no deseamos que se entienda como un bienestar propio y egoísta, más por el contrario ha de entenderse, como la búsqueda de un real bienestar colectivo y mancomunado, velando los intereses de los valores trascendentes de una sociedad y no simplemente aquellos que constituyen valores suntuosos y superfluos, de bienes materiales.

La oratoria, muy bien encaminada, por parte del poseedor, se beneficiará de grandes satisfacciones para su realización. La vida tendrá un nuevo sentido si lo conjuga con lo excelso de la existencia.

Es así, que en la edad contemporánea, se ha dado mayor soltura al aprendizaje de la oratoria, ya se nos es común apreciar, hoy en días, las infinitas invitaciones a cursos de enseñanza mediante folletos, impulsados por grupos culturales.

Este factor de soltura, y de nuevas opciones, otorgan mayor desarrollo al mismo.

Han quedado olvidadas y en buenas horas, aquellas costumbres de las épocas pasadas, que era requisito fundamental dominar los gestos pintorescos, la modulación esterilizada, las posiciones acomodadas, las miradas precisas, etc.

Los cuales, el daño que realizaban eran muchas veces tremendas para el orador, quien se preocupaba más en los factores externos de visualización, olvidando los internos que nacen del corazón del verdadero orador. Estos factores internos deben ser primero cultivados, los restantes vendrán de añadidura. Si un orador, debe demostrar sinceridad, antes bien debe ser sincero consigo mismo y con los demás. Estas cualidades sólo son obtenidas, en el tiempo; ganadas por las experiencias objetivas de la vida.

1. CONCEPTO DE ORATORIA

Entendemos por oratoria el arte de hablar con elocuencia para informar, convencer, persuadir y/o deleitar a un auditorio. Según la crítica literaria es una manifestación original del genio romano. Su nacimiento y desarrollo van ligados con el sistema político romano.

2. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA ORATORIA.

La oratoria en la edad contemporánea: grandes oradores contemporáneos.

Si la edad moderna comprende desde la toma de Constantinopla hasta la Revolución Francesa (Fines del siglo XVIII), entonces diremos que la edad contemporánea corresponde a lo subsiguiente de la anterior hasta nuestros días.

Dijimos en anteriores oportunidades que la oratoria es el arte de hablar con elocuencia; de deleitar y persuadir por medio de la palabra.

Para aclarar lo dicho en pocas palabras, diremos que por elocuencia debemos entender aquella facultad de hablar bien y de modo convincente, gracias a la fuerza expresiva poseída por el orador, en todos sus aspectos tanto internos como externos; ahora bien debemos saber que, deleitar es causar placer o agrado en el ánimo o los sentidos de los oyentes y que persuadir significa convencer con razones a otra persona, es decir es el hecho de inducir a uno a creer o hacer algo.

En cuanto a estos aspectos diremos que la oratoria, como arte y la elocuencia como fuerza expresiva, van juntas, ya que no se posee el arte si no se tiene la fuerza vital de esta. Referente al deleite y a la persuasión ambos son consecuencias de las primeras, y es en estas donde estriba el éxito de los oradores. La causa es la facultad del orador y el efecto es la atención, entendimiento, comprensión, convencimiento y los ánimos conseguidos en los oyentes por parte del orador.

La oratoria se encuentra reflejada en el discurso, y el discurso en su conjunto ofrece una trilogía, la cual en el presente periodo, han sido tomados con más énfasis, ya que con ellos se pueden alcanzar los objetivos trazados y los efectos deseados.

El discurso es el razonamiento extenso dirigido por una persona a otra u otras, es la exposición oral de alguna extensión hecha generalmente con el fin de persuadir, y que ella como dijimos se encuentra conformada por tres aspectos que son: Tema o contenido del discurso, Orador y Auditorio.

En primer lugar, tenemos el contenido del discurso, el cual debe ser tejido en el telar de las experiencias, debe estar copado de detalles, ilustraciones, personificaciones, dramatismo y ejemplos en algunos casos; y todos estos expresados con términos familiares y concisos los cuales den la comprensión y el entendimiento adecuado; en donde lo que se quiere decir sea entendidos por todos.

Luego está el orador, el cual debe reunir los atributos adecuados (mentales, físicos y vocales), que contribuyen a vigorizar el discurso. Para tal cometido debe elegir temas por los cuales se siente convencido. Su atributo mental se refleja en copar toda la extensión de su disertación y saber limitarlo en los aspectos más importantes y sobresalientes.

En cuanto al factor físico, corresponde el hecho de dar mayor relevancia

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