PLAN DE ACCIÓN TUTORIAL

PLAN DE ACCIÓN TUTORIAL

¿Es útil evaluar el impacto de la actividad docente?

Previo a poder responder a esta pregunta debemos definir qué entendemos por evaluación docente o educativa y conocer su historia.

La evaluación educativa es un concepto que fue desarrollado inicialmente entre 1930 y 1945 por Tyler. Tyler la definía como aquel proceso que tiene por objeto determinar en qué medida han sido alcanzados los objetivos previamente establecidos. Por lo tanto una evaluación adecuada debería presentar unos objetivos claros, determinar en qué tipo de situaciones el alumno debe presentar la conducta esperada, elegir los medios de evaluación apropiados, interpretar los resultados obtenidos y determinar la fiabilidad y validez de las medidas.

Entre 1963 y 1971 Cronbach introduce un nuevo concepto afirmando que la evaluación no debe centrarse únicamente en el producto final sino que también en el proceso que conduce al mismo, ya que, de este modo, se pueden adoptar decisiones acerca de la metodología empleada, los alumnos, los instrumentos, etc. que permiten mejorar la educación.

En la actualidad también existen líneas destacadas dentro de la evaluación didáctica. En este sentido, ha de mencionarse la evaluación centrada en el Currículo que según el modelo de Carrascosa (1991) aboga por la necesidad de evaluar el fracaso escolar y proponer adaptaciones curriculares para paliar ciertas carencias. Otra de las líneas actuales que se puede destacar es el Portafolios. Esta técnica nos permite evaluar el desarrollo de los aprendizajes de los alumnos. Para ello se centra en el análisis del proceso seguido hasta adquirir las competencias y lograr un rendimiento adecuado. De esta forma, el método portafolios consistirá en una carpeta en la que se agrupan todos los materiales, productos e instrumentos relacionados con las distintas unidades de la materia.

También debemos entender previamente las diferencias entre evaluación, medida y calificación. La medida hace referencia a un conjunto de acciones orientadas a la obtención y registro de información cuantitativa sobre cualquier hecho o comportamiento. La calificación consiste en la asignación de una valoración acerca del rendimiento que puede ser de tipo cuantitativo o cualitativo. El concepto de evaluación es el más amplio de los tres pues engloba la adquisición de datos y posterior cualificación, pero además incluye la realización de un juicio de valor que nos permite tomar decisiones.

Para que la evaluación sea útil deberá tener las siguientes características:

• Contextualizada – la información recogida debe estar relacionada con el contexto específico en el que se realiza la evaluación

• Global – se debe realizar una evaluación general como específica de nivel

• Decisoria y formativa – el proceso nos debe permitir tomar decisiones en función de si se han alcanzado los objetivos y con ello mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje.

• Múltiple – se deben emplear múltiples estrategias de evaluación

• Científica – se debe emplear una metodología científica

• Integrada – debe ser parte del currículum

• Contínua – debe ser parte de todo el proceso y estar integrada en la dinámica

• Criterial – debe estar referida a criterios previamente establecidos

• Cooperativa/participativa – deben implicarse en ella todos los elementos personales que forman parte del proceso.

Ahora que conocemos las características generales podemos empezar a responder a la cuestión de su utilidad. Hay que destacar que dentro del concepto amplio de educación educativa la cuestión que se plantea se centra en la evaluación docente. Es decir, se centra más en los procesos de aprendizaje que en sus resultados siguiendo el concepto de Cronbach. Naturalmente podríamos simplemente evaluar los propios procesos a partir de los resultados, es decir evaluar si los alumnos han alcanzado sus objetivos educativos y a partir de ahí deducir que si lo han hecho es porque los procesos han sido los adecuados. Sin embargo este tipo de evaluación únicamente nos daría información si los procesos educativos son o no son adecuados pero no proporcionaría información adicional sobre cómo son y por lo tanto sobre cómo se pueden mejorar. Precisamente por ello es importante dentro de un plan general de evaluación evaluar la actividad docente.

Si dentro de un plan general de evaluación evaluamos tanto los resultados de aprendizaje conseguidos como la actividad docente, tendremos una herramienta que nos permite relacionar unos con otros. De esta forma, comparando los resultados de diferentes clases y centros podemos aportar datos sobre qué estrategias educativas son las que mejores resultados ofrecen y con ello proponer directrices o recomendaciones para la actividad docente con el objetivo de mejorar la calidad del sistema educativo.

Respondiendo a la pregunta, creo que es esencial realizar una evaluación docente si se quiere mejorar la calidad educativa.

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