PSICOONCOLOGÍA Y BIOETICA . EL DUELO

DUELO

AUTOR:

CURSO SUPERIOR DE ONCOLOGIA

PROGRAMA DEL MODULO: PSICOONCOLOGÍA Y BIOETICA

DRA. DIANA BEQUELMAN.

10 DE DICIEMBRE DE 2021

INDICE DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN        3

1.        EL DUELO        4

1.1        Definición de duelo        4

1.2        Etapas y tipos de duelo        5

2.        El duelo en pacientes oncológicos.        6

3.        Importancia del Psicooncólogo en el duelo.        8

CONCLUSIONES        8

Bibliografía        10

INTRODUCCIÓN

El duelo se define como una serie de comportamientos, sentimientos y emociones que ocurren al perder algo o alguien significativo. A pesar de que a lo largo de la vida, las personas lo estén experimentando continuamente, cuando se relaciona con la muerte de un ser querido, se cambia la manera de situarse y se revisan los modelos internos que han sido los cimientos habituales de la experiencia vital. Enfrentarse al aprendizaje de vivir y continuar adelante sin el ser querido, supone en numerosas ocasiones sentirse desconcertado, entre lo que las personas son capaces de entender sobre lo ocurrido y el dolor tan intenso y debilitante que experimentan mientras la vida sigue día tras día con la misma cotidianidad. Durante los momentos de perdida y lo que requiere y significa su procesamiento, se realiza una reconstrucción de sí mismos, de las relaciones y ocupaciones. Este proceso es natural en todas las personas y es necesario para que el transcurso del mismo se realice de manera adecuada, pero no deja de ser un proceso que genera mucho dolor y que para algunos se puede complicar y llevar a vulnerar seriamente la salud e integridad de la persona que lo sufre (Romero, 2013).

El cáncer suele generar diversos cambios, a nivel personal, familiar, escolar, laboral, social y espiritual. Ante esta situación, la Psicooncología, especialidad de la Psicología, ofrece soporte a los pacientes afectados de cáncer, a los familiares y profesionales de la salud, ayudando a manejar los cambios que se generan a lo largo de la enfermedad (Scharf, 2005).

Enfrentarse a un diagnóstico de cáncer tiene un gran impacto en la moral de los pacientes y sus familias, hace poco recibí la noticia de que mi padre fue diagnosticado con cáncer, y esto me motivó a investigar acerca de la importancia en el acompañamiento de la enfermedad tanto a nivel familiar como profesional. La presente monografía fue realizada con el fin de conocer los diferentes tipos de duelos y la importancia que cumple el Psicooncológo durante el proceso.

1. EL DUELO

1. Definición de duelo

El duelo es la reacción humana que se produce ante un perdida de cualquier tipo y el proceso que atraviesa una persona para adaptarse a una nueva situación vital tras dicha pérdida (Hernández et al.,2007). Para Fonnegra de Jaramillo (2001) El duelo es “un proceso activo (y no un estado) de adaptación ante la perdida de un ser un amado, un objeto o un evento significativo, que involucra las reacciones de tipo físico, emocional, familiar, conductual, social y espiritual que se presentan como respuesta a él”.  Para Freud (1917, pág. 241) el duelo es “por regla general, la reacción frente a la perdida de una persona amada, o de una abstracción que haga sus veces, como la patria, la libertad, un ideal, etc.”.

El modelo más conocido es el de Kübler Ross (1969) que se constituye en 5 etapas para la elaboración del duelo: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Sin embargo, estas fases del proceso establecidas son meramente orientativas (Cabodevilla, 2007). Cabe resaltar que la persona es un agente activo en este proceso y, por tanto, tiene que realizar determinadas tareas, no necesariamente en orden, para conseguir superar la perdida a la que se enfrenta (Barreto y Pérez, 2013)

El duelo es por tanto el proceso de adaptación normal y natural que permite restablecer el equilibrio personal y familiar roto con la muerte del ser querido (Carmona, 2008). En el transcurso del cual, asumimos, asimilamos, maduramos y superamos la pérdida. Se trata de un proceso personal y único que cada persona lo experimenta a su modo y manera, aunque suele producir reacciones humanas comunes. Afecta a la persona en su totalidad: en sus aspectos psicológicos, emotivos, afectivos, mentales, sociales, físicos y espirituales (Carmona, 2008). Hay quien sostiene que el duelo por la pérdida de un ser querido es un indicador de amor hacia la persona fallida, en este sentido, no hay amor sin duelo por la pérdida (Cabodevilla, 2007).

El duelo es normal, nos prepara para vivir sin esa persona, sin su presencia física, ayuda a mantener el vinculo afectivo con la realidad, y a pesar del sufrimiento que causa, para superarlo no suele ser necesario el uso de fármacos. (Boó Puente, 2013)

1. Etapas y tipos de duelo

A continuación identificaremos las diferentes etapas y tipos del duelo, según (Dávalos et al., 2008) el desarrollo clínico del duelo pasa siempre por los mismos caminos que constituyen tres grandes fases:

El inicio o primera etapa. se caracteriza por un estado de choque mas o menos intenso, alteración en el afecto, sensibilidad anestesiada, intelecto paralizado y se afecta el aspecto fisiológico con irregularidades en el ritmo cardiaco, nauseas o temblor. Esta fase es de corta duración, se extiende desde el anuncio de la muerte hasta el termino de las honras fúnebres.

Etapa central. Es el núcleo mismo del duelo; se distingue por un estado depresivo y es la etapa de mayor duración. Al principio, la imagen del desaparecido ocupa siempre y por completo la mente del doliente.

Etapa final. es el periodo de restablecimiento. Comienza cuando el sujeto mira hacia el futuro, se interesa por nuevos objetos y es capaz de volver a sentir nuevos deseos y de expresarlos.

En (Cabodevilla, 2007) se describen algunas formas de duelo comunes.

        Duelo anticipatorio. Este es un tipo de duelo en el que los miembros de la familia están preparados para la perdida de un ser querido que aun no ha ocurrido. Es un método para anticipar la perdida que seguramente ocurrirá en un corto periodo de tiempo. Este tipo de duelo es muy común cuando un ser querido se encuentra en un estado mortal, incluso si no ha muerto. Es una forma de adaptarse a lo que está por venir.

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