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PSICOPATOLOGÍA DEL JUEGO INFANTIL


Enviado por   •  22 de Mayo de 2013  •  1.573 Palabras (7 Páginas)  •  471 Visitas

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PSICOPATOLOGÍA DEL JUEGO INFANTIL

El Juego en el Niño Autista

Tustin observa que existe una característica notoria en los niños autistas y es que no pueden jugar; por lo tanto dicha dificultad promueve una barrera para su análisis (9).

Ella diferencia el objeto autista del objeto transicional de Winnicott, porque el objeto autista es sentido por el niño como parte de su propio cuerpo, parece ser una porción extra del cuerpo que garantiza su seguridad. Dicha seguridad es la llave principal de estos objetos autistas. Los objetos externos, son “objetos yo” y ayudan el niño a sentir que existe y que su seguir existiendo está asegurado. Estos “objetos yo” mantienen fuera de la conciencia los penosos destellos de lo que es sentido como peligroso “no yo” que parece amenazar tanto su existencia como su seguridad. Por lo tanto, no deben ser confundidos con el objeto transicional de Winnicott que es una combinación del yo y del “no yo” y que ayuda a ligar a ambos. Podemos decir entonces que el objeto transicional es un puente hacia el “no yo”, mientras que los objetos autistas son una barrera hacia el no yo. (9)

El punto crítico de las dificultades del niño autista es su inhabilidad para hacer el duelo por una pérdida. En lugar de esto, la pérdida (el agujero) es llenada con objetos autistas y formas autistas. Este fenómeno es lo que Winnicott considera “depresión psicótica”, la ilusoria pérdida ocurrida cuando la organización neuro-mental era tan elemental que el niño no era capaz de conceptualizarla. En un estado más organizado (Winnicott 1952) la misma pérdida sería una pérdida de objeto, sin el elemento agregado de una pérdida de una parte del sujeto. (9)

Ahora bien, ¿qué impide a los niños autistas desarrollar su actividad lúdica?

El niño autista ha compensado sus carencias psicológicas tempranas, a través de la sobrevaloración de los contactos físicos táctiles y las sensaciones que éstos producen. Dichos objetos sensación impiden el desarrollo normal de la imaginación que es esencial para el juego. Los niños al estar protegidos contra la experiencia de pérdida por medio del objeto autista, nunca son estimulados a recordar personas o cosas ausentes a través del dibujo, imágenes y recuerdos. Por lo tanto, los niños autistas son distintos de otros niños en su incapacidad para utilizar el juego imaginativo y en su falta de habilidad para identificarse con los sentimientos de otros (9).

Para poder identificarse con los demás ya sean muñecos o humanos, es necesario tener cierto grado de seguridad sobre su propia existencia e identidad. Pero los niños autistas carecen de ello, y esto constituye un gran obstáculo para su terapia.

Tustin considera que los objetos autistas al ser vivenciados como parte del cuerpo del niño impide que el niño acceda a obtener un mínimo grado de noción sobre la separación corporal de manera tal que pueda sentirse en el lugar de la otra persona.

En cuanto a la capacidad de simbolización, los niños autistas no discriminan entre sujeto y objeto, ni entre lo interno y lo externo. Viven en tal estado de indiferenciación con el mundo que les rodea que se hace muy difícil empatizar con su mundo. De esta manera los juguetes brindados por los analistas, no tendrán ningún significado (a nivel de comunicación o de fantasía) sólo lo tendrá a nivel de sensaciones.

Como los objetos autistas son experimentados como parte de su propio cuerpo, los siente “siempre disponibles”. En consecuencia, no ayudan a sostener la tensión ni a demorar la acción y este paso es esencial para que tenga lugar la simbolización. Tanto los objetos autistas como las formas autistas, producen también otro efecto desbastador porque “reemplazan permanentemente” a la madre, invalidando y anulando los cuidados que ella presta. una aniquilación de este tipo es más devastadora que la negación porque estos niños sienten que son atacados por la nada, el vacío, el cual tiene un efecto inhibidor sobre el juego. Al estar dañado el desarrollo psicológico como para poder jugar, el niño autista se encuentra en una situación desesperada. (9)

El juego en el niño psicótico

En el psicótico el significante y el significado son la misma cosa (ecuación simbólica). A pesar de ellos el niño puede tener aspectos de su personalidad más preservada y los cuales han logrado una organización no psicótica que les permite expresar su conflicto.

Esta dificultad va desde la inhibición total o parcial del juego hasta la desorganización de la conducta.

Otros elementos significativos es el “seudo juego”, que consiste en una serie de conductas en las que el niño “parece” jugar pero en ellas hay una ausencia total o parcial de simbolización; desaparece el “como si” propio del juego de niños normales y neuróticos. (5)

En los

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