Pedagogia De La Autonomia
andreinareym26 de Septiembre de 2014
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Pedagogía De La Autonomía
Decir su nombre es garantizar sapiencia y creatividad en teorías sobre la educación. Freire fue quizás el pensador más influyente en cuestiones educativas de finales del siglo XX, y uno de los más populares en asuntos relacionados con los educadores informales, con la necesidad del diálogo y con las reivindicaciones de los sectores menos favorecidos.
Pedagogía de la Autonomía. Saberes necesarios para la práctica educativa es el titulo de uno de los libros que considero más prominente para encaminar a los docentes a un encuentro consigo mismo y con su práctica para formar individuos libres y autónomos. El mismo es una producción del educador brasileño Paulo Freire, publicado en el año 2004, editado por Paz y Tierra en la ciudad de Sao Paulo.
En su texto Pedagogía de la Autonomía desarrolla tres capítulos: No hay enseñanza sin aprendizaje; enseñar no es transferir conocimientos; y el proceso de educar es sólo una empresa humana. En estos tres capítulos desarrolla los principios referidos a los saberes necesarios y a las condiciones para enseñar que deben asumir los docentes para formar individuos más libres y autónomos.
CAPITULO I:
No hay docencia sin discencia: En este primer escrito nos deja claro que el maestro debe ser un buen aprendiz, y estar abierto a las realidades de sus educando. El ser maestro no implica que uno lo sepas todo, no implica que el educando te escuche y lo tome como una verdad absoluta tus temas de avances. El ser maestro es hacer que los dicentes busquen y que desarrolle el área de investigación, convirtiéndose en personas autónomas de su propio aprendizaje y así mismo de su pensamiento. “El enseñar exige el reconocimiento y la asunción de la identidad cultural”. Por tal razón me atrevo a decir que el profesor debe ser el primero en tratar a todos los educandos por iguales, respetando las diferencias. Generando un clima de respeto en salón de clases o aula.
CAPITULO II:
Enseñar no es transferir conocimiento: El segundo escrito defiende la idea de que el docente no debe transmitir su conocimiento como dueño de las verdades absolutas. Ser docente no significa que yo tengo toda la razón, más al contrario hay que ayudar al educando a desarrollar sus propios pensamientos no debemos implantar nuestras verdades en él. La enseñanza es algo más, es propiciar al educando dar un paso de la ingenuidad a la criticidad. Terminare diciendo que todo maestro debe tener una curiosidad, ya que el ejercicio de la curiosidad ayudara al educador a la imaginación, a la intuición, a las emociones, a la capacidad de comparar. De esta forma logrando que el educador participe en la búsqueda del perfil del objeto o como lo dice Paulo Freire “El hallazgo de la razón de ser”. El educador debe concebir la disciplina como resultado de la armonía entre autoridad y libertad. En respeto de la una con la otra, evitando la inclinación a los extremos.
CAPITULO III:
Enseñar es una especificidad humana. Finalizando el último escrito, el ser pedagogo exige una buena preparación y calificación del profesor, hago mención de que este debe estar seguro de su profesión. Debemos estar seguros porque la seguridad se expresa en la firmeza en la que actuamos, nos ayuda a crear un clima de respeto en el salón. Paulo Freire nos dice: “El profesor que no lleve en serio su formación, que no estudie, que no se esfuerce por estar a la altura de su tarea, no tiene fuerza moral para coordinar las actividades de sus clases”. Muchos profesores comenten el error de hablar primero, sin antes de haber escuchado. Nosotros como maestro debes ser el primero en escuchar. Debe aprender como maestro a escuchar primero al educado y luego hablar con el educando.
Finalmente si lo más educadores se inclinaran hacia esta línea de pensamiento,
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