Platón Y Aristóteles

Platón y Aristóteles

De acuerdo a la filosofía griega, el alma o psique era conceciba como un principio fundamental que determinaba la actividad y movimiento de los seres vivos. Entre las dos maneras principales de comprender el alma en la antigua Grecia se hallaba el alma como principio o aliento de vida, el cual era semejante para todo ser viviente y estaba basada en el pensamiento de que todo aquello que nace, contiene. Por el otro lado, otra forma de entender la misma era el alma como principio de racionalidad, la cual era exclusiva para el ser humano debido a que las cosas sienten, pero sólo el hombre piensa y se caracterizaba por la explicacion de ese principio mediante la razón y la creencia de que el saber es el resultado de la acción humana, del esfuerzo por adquirir conocimiento. En adición, cabe mencionar que a ésta se le adjudicaba un carácter divino e inmortal. Tanto el alma como el cuerpo constituyen a un ser vivo, el alma es una divinidad encarcelada en el cuerpo, que permanece inmortal mientras este ande en movimiento y que se libra y perdura luego de la muerte. Por otra parte, al conceptualizar el alma, es importante reconocer que esta combina funciones de unificación y razón lo cual brinda conocimiento. En el acto de pensar surge el ser y se aproxima a una realidad concreta. En suma, mientras que la percepcion no es confiable y es ilegítima, el razonamiento brinda una dimension lógica del conocimiento de lo real.

Es imposible negar la influencia que tuvo los planteamientos de Platón sobre los principios y pensamientos de Aristóteles, quién fue su discípulo. A pesar de que ambos tienen posturas discrepantes, es sustancial conocer sus similitudes para comprender sus diferencias. Tanto Leahey como Carr y Fernandiz apuntan al hecho de que Platón y Aristóteles coinciden en lo siguiente. Ambos consideraban la concepción del razonamiento como conocimiento de la verdad real, que la identificación de la verdad serviría como principio de las cosas y que la sabiduría era una virtud. Principalmente, tanto Platón como Aristóteles concurrían en que la realidad estaba constituida por dos principios fundamentales, el activo e intelectual y el pasivo y material. Para ambos filósofos, el principio activo constituye la esencia de las cosas, una entidad. Otra semejanza se puede hallar en la conexión que ambos hacen entre la ética y la política. Para gobernar hay que el sabio y para tener sabiduría hay que conectarla a la ética. Para Aristóteles, el propósito de la ética es proporcionar alcanzar la felicidad y facilitarla para la sociedad.

En el caso de las diferencias entre estos autores, la principal radica en el principio activo, el cual fue mencionado anteriormente. En cuanto Platón, ese principio constituye el de las ideas pero cuando se trata de Aristóteles, constituye al de las formas. Ahora bien, para Platón las ideas existían con independencia

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