Procesos Fundamentales del Triángulo Familiar

INTRODUCCIÓN

Desde siempre, la familia ha sido un pilar fundamental en el desarrollo y el desempeño de un buen individuo dentro de la sociedad, ciudad, u país; de allí la importancia del reconocimiento de los triángulos familiares, puesto que de acuerdo a la triangulación familiar se van desencadenar una serie de acciones, comportamientos tanto individuales como grupales que permitirán el logro de metas comunes, así  como el alcance de aquellos objetivos compartidos y otros unitarios de acuerdo al interés personal.    

Es preciso decir, que en la triangulación familiar debe llevarse a cabo ciertos procesos para que exista una armonía familiar basándose en un vínculo afectivo, comprometido, donde exista una alianza  esposos-padres e hijos que no debería alterase para lograr ser una familia funcional.

Por otro lado,  otros puntos a tratar de esta investigación es el modelo de las inteligencias múltiples, el cerebro y sus hemisferios, el cerebro triuno.

En correspondencia con lo anterior, se puede acotar el modelo de inteligencias múltiples hace referencia a las ocho inteligencias que puede tener el ser humano de acuerdo a sus habilidades y capacidades, como trabajan cada una de ellas. Además, cómo funciona el  cerebro y sus hemisferios; también se menciona los tipos de cerebros (Neo Cortical, Límbico y Básico), como estos funcionan  entre sí, para  el desarrollo integral de cada individuo.

Procesos Fundamentales del Triángulo Familiar

El triángulo familiar hace referencia a la relación que se establece entre padres (esposos) e hijos. Dichos triángulos surgen a través de vínculos o contactos basados en el compromiso y donde se establecen objetivos compartidos. Y de allí, surge un proyecto de vida, donde nacen los vínculos genéticos, físicos y biológicos. En este orden de ideas, según Barroso citado por Arana (2016), expresa “el triángulo es lo genético, lo esencial: los vínculos nacidos del contacto entre los padres y cada uno de los hijos. El triángulo como unidad básica de funcionamiento familiar está conformado por vínculos genéticos, físicos, biológicos, químicos y psicológicos”.

Entonces, esta vinculación, conforman una alianza o triada formada por padres e hijos, esta es biológica, genética y no debe ser alterada, a pesar del desconocimiento de padres o hijos.

Además, Barroso indica “El triángulo nace de la esencia del organismo, de las necesidades y de la información genética que los padres dispensan a los hijos. El triángulo no es un arreglo ni un modelo psicológico, ni una formalidad social: son los vínculos que transmiten información genética para el desarrollo; una unidad biológica de donde salen todos los procesos básicos para el crecimiento. Ser papá y mamá es una fuente de información biológica, química, orgánica, fisiológica, derivada del contacto. La única razón para ser padres es para conformar triángulos y desarrollarlos”.

De acuerdo a lo anterior, se puede decir que la relación que se establece en los triángulos familiares va más allá de los apellidos, lugares de nacimiento, aspectos económicos y sociales; sin importar dónde vivan ni la relación que tengan con sus  padres o hijos, seguirá  siendo una relación triangular, a partir de la familia, así no lo acepten se da el  significado e importancia de la misma.

El triángulo es el contexto primario para generar los procesos de crecimiento en el ser humano. La familia como triángulo es un sistema organizado en el que sus miembros instalan las competencias para la vida exitosa o para la vida disfuncional, según sea la riqueza o pobreza de esos triángulos. Son los triángulos los que permiten la generación de los procesos de identidad, arraigo, vinculación, desempeño, autoestima. La experiencia del triángulo familiar representa el contexto más óptimo para el desarrollo de la personalidad del individuo. No existe una estructura más habilitante, nutridora y empoderadora para la vida como el triángulo familiar.

En este sentido, la función primordial de ser padres es triangular a los hijos, para que puedan ubicarse, identificarse, vincularse, desarrollarse y desempeñarse con efectividad. Mediante los vínculos que se establecen a través de los triángulos familiares los padres proveen, los hijos reciben de papá y mamá la información necesaria para el desarrollo de la vida, quedando al mismo tiempo unidos a través del triángulo, con ambas fuentes de vida y origen, y al mismo tiempo separados, y diferentes. Siendo la familia triángulos genéticos: padre-madre-hijos, la unidad sagrada con sus cuatro procesos de desarrollo: arraigo, identidad, vinculación y desempeño.

En este orden de ideas, se puede precisar que desde el arraigo de la triangulación familiar, es decir, desde la raíces de la familia se puede precisar ciertos comportamientos  que generen  éxito o totalmente todo lo contrario, dependiendo de la relación afectiva, psicológica y sociológica. Esto a su vez, conlleva a la identidad, quienes somos, cuáles son nuestros valores, intereses comunes que nos permitan alcanzar nuestros intereses individuales de manera apropiada.

Por otro lado, una buena relación permite que haya un vínculo afectivo, respetuoso, amoroso y oportuno que permitirá que en el triángulo familiar exista una armonía que conlleva a cumplir metas u objetivos grupales e individuales. Es decir, un padre que sea siempre cariñoso, y a su vez tenga carácter, sea una figura ejemplar para sus hijos, tendrá la oportunidad de exigir a sus hijos el cumplimiento de sus deberes, y será merecedor de respeto; por el contrario, si es un padre que no cumple con sus obligaciones, es irrespetuoso, poco cariñoso  permitirá una brecha en ese triángulo familiar y de allí la ruptura de dicho triangulo que conlleva a usar el término de una familia disfuncional. Además, en los triángulos familiares debe existir socialización, en toda familia deben existir intercambios de juicios, opiniones, contraposiciones, incluso negociaciones, basándose siempre en el respeto, la comunicación, tolerancia, amor entre otros valores propios de cada familia para el alcance de sus metas como familia, como triangulo familiar.

Modelo de Inteligencias Múltiples

El origen de la teoría de las inteligencias múltiples es un modelo que se basa en la concepción  de la mente propuesto  por el psicólogo estadounidense Howard Gardner en 1983, profesor de la Universidad de Harvard, quien afirma  que la inteligencia no es un conjunto unitario que agrupe diferentes capacidades específicas, sino que la inteligencia es como una red de conjuntos autónomos relacionados entre sí. Gardner planteó que el  desarrollo de la vida del individuo necesita o hace uso de uno o  más de un tipo de inteligencia. En este orden de ideas, Gardner no contradice  la definición científica de la inteligencia, como la “capacidad de solucionar problemas o elaborar bienes valiosos”. Desde la percepción de Gardner, “la inteligencia es un potencial biosociológico de procesamiento de información que se puede activar en uno o más marcos culturales para resolver problemas o crear productos que tienen valor para dichos marcos”. Por lo tanto, la teoría de las inteligencias múltiples no duda de la existencia del factor general de la inteligencia g; lo que duda es la explicación de ella. Gardner, su creador, es neutral en la cuestión de la naturaleza contra la crianza con respecto a la herencia de ciertas inteligencias.

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