Procrastinación

¿Qué es la Procrastinación?

Es un hábito neurótico que nos lleva a posponer lo importante, por miedo a fracasar o por una falsa idea de que dándonos un respiro, un descanso, recuperaremos fuerzas y motivación para continuar con lo que dejamos pendiente. El momento de retomar y concluir, para los procrastinadores nunca llega. Todos los somos en cierto grado. Es casi impensable una vida de puro cumplimiento puntual de las prioridades. Quizá lo más realista sería identificar sólo unos cuantos asuntos relevantes que no deberían ser pospuestos. A veces ni siquiera tenemos claras nuestras prioridades reales.

Hay varias estrategias que podemos utilizar para romper este hábito que nos vuelve improductivos y angustiados. David Cane en su blog, raptitude.com, sugiere que primero, hagamos una pequeña lista de actividades en una tarjeta que podamos llevar con nosotros a todas partes y que nos recuerde lo que tenemos que hacer o lo que tendríamos que estar haciendo en caso de que nos hayamos desviado del camino. También propone el auto monitoreo al final del día para evaluar el cumplimiento de las actividades y para planear las del día siguiente. Cane dice algo muy poderoso que podríamos aplicar desde ya: hacer la lista de las actividades del día siguiente y ordenar la casa todas las noches. Estas dos actividades dan una sensación de limpieza y claridad. Espacio limpio y ordenado, mente limpia y ordenada.

La parte más complicada es darnos cuenta de nuestra tendencia a desviarnos de las actividades importantes distrayéndonos en actividades intrascendentes como ver televisión, revisar páginas de Internet, leer revistas, hablar por teléfono, interactuar o de plano husmear las vidas ajenas en las redes sociales. Nadie negará que todas ellas, son intrascendentes pero muy atractivas.

Es tremendamente útil tener horarios fijos para hacer nuestras actividades. Sin plan ni estructura, la conciencia de en qué momentos y con qué cosas procrastinamos difícilmente llegará. Tampoco podremos darnos cuenta de cuáles son las actividades centrales que nos ayudan a hacer lo que tenemos que hacer de una forma consistente. Consistencia es la cualidad más importante para combatir el mal hábito de posponer lo importante. En estados emocionales de inestabilidad, es mucho más complicado apegarse a las rutinas, a las cosas que tenemos que hacer tengamos ganas o no, estemos motivados o no. Pelearnos todos los días con lo que nuestra vida exige es una actitud agotadora por decir lo menos. Todo eso que dejamos para después se va acumulando en nuestro interior como basura, como agobios, preocupaciones, pendientes, lastres, que no nos dejan avanzar. Si uno sabe que le está dando la vuelta a terminar la tesis, a arreglar el coche que lleva 6 meses fallando y dejándome tirada, a ver a mi ginecóloga que me pidió estudios que nunca me hice, a concretar ese proyecto que simboliza una parte

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