Programa De Intervencion

PROGRAMA DE INTERVENCIÓN.

CARACTERISTICAS Y NECESIDADES DEL GRUPO.

Si se parte de los problemas existentes en los alumnos del primer grado de educación secundaria de la Escuela Secundaria General no. 5, referente al estudio, estos generan una serie de necesidades en el ámbito de los conocimientos, de las actitudes y de las habilidades que, una vez exploradas, nos servirán de referente para poseer una análisis completo y, de esta manera, poder presentar las propuestas psicopedagógicas de cambio y mejora en las mismas.

Con respecto a la aplicación de los hábitos y técnicas de estudio observamos que la motivación del alumnado viene marcada por logro de conseguir algo, pero no por la propia actividad en sí, lo que conlleva a una gran desmotivación cuando ese algo no se consigue. Paradójicamente, no hay planteamiento de objetivos, dificultando así esa consecución de “algo” que no está claro ni explícito.

Ante esta situación, unida al desconocimiento, en ocasiones desinterés, de los alumnos con respecto a aspectos fundamentales para el trabajo personal (organización, elaboración y tratamiento de la información, falta de atención y concentración, etc.), parece oportuno encauzar el programa de intervención en base a tres aspectos fundamentales: “saber” (profundizar en diversas técnicas), “querer” (trabajar la motivación, y “poder” (presuponer la capacidad de todos para el trabajo personal).

CRITERIOS E INSTRUMENTOS DE IDENTIFICACIÓN.

En el desarrollo del presente programa de intervención sobre los hábitos y técnicas de estudios en alumnos de primer grado de educación secundaria, debe considerarse la participación de los profesores, el análisis del contexto y los contenidos del currículo escolar. Para esto es necesario efectuar una evaluación de las necesidades que considere las demandas de los alumnos, y a partir de aquí determinar los objetivos a conseguir.

Para lograr identificar si algún alumno no le gusta mucho estudiar, o bien en este caso, no tiene buenos hábitos de estudio, lo más esencial es la observación. De la observación podemos partir a distintos puntos que nos guiaran a lograr identificar si el alumno tiene o no hábitos educativos. El profesor, funge un papel muy importante, ya que es el quien está en mayor contacto educativo con el alumno.

Por ejemplo, el observar una serie de actividades sencillas, nos servirán para logar un diagnóstico previo del estudiante .Algunos trabajos en equipo, en el que el alumno se tenga que integrar a un grupo, permitirá observar si el estudiante es participativo o no, lo que nos infiere que el trabajo colaborativo no es acatado de manera correcta. Si el alumno no posee trabajo colaborativo, se infiere que sus hábitos de estudio no son los mejores.

Para esto es muy importante la motivación, puesto que dicha falta de hábitos de estudio puede deberse a la falta de motivación.

Los estudiantes aprenden mejor cuando tienen incentivos para satisfacer sus propios motivos para aprender. En este sentido puede ser útil que el profesor intente identificar las necesidades de los estudiantes, tanto aquellas de las que estos son conscientes como de las que no... Imaginemos que antes de impartir un curso de matemáticas, física, música, etc.; el profesor dedicara algún tiempo a relacionar el valor de este aprendizaje conectándolo con necesidades y deseos de los estudiantes, por lo que el incentivo para aprender sería mucho mayor. Por consecuencia, esto ayudara a que los hábitos de estudio mejoren de manera progresiva.

Por lo tanto el instrumento más valioso para poder identificar si el alumno posee buenos hábitos de estudio o no, es la observación; existen otros que nos permiten ver más allá del contexto escolar. Por ejemplo, entrevistas a los padres del alumno, mismas que nos servirán como información real,

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