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Práctica sobre transdisciplina Motivación Estrategias Metodológicas II


Enviado por   •  21 de Julio de 2020  •  Documentos de Investigación  •  1.957 Palabras (8 Páginas)  •  161 Visitas

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Universidad Nacional Autónoma de México

Facultad de Estudios Superiores Iztacala

Práctica sobre transdisciplina

Motivación

Estrategias Metodológicas II

Beltrán Palacios Diana Aline

Salazar Baca Cynthia

Salazar Contreras Krista Fernanda

Tovar García María Fernanda

Rosa María Segura González

2261

Fernández, Martín y Domínguez (2004) definen a los procesos psicológicos como elementos fundamentales en el estudio de la psicología. Permiten a la persona tomar conciencia de sí misma y de su entorno, se encuentran en el origen de cualquier manifestación conductual y hacen posible el ajuste del comportamiento a las condiciones y demandas ambientales. Se pueden dividir en dos tipos: procesos cognitivos (la atención, la percepción, el aprendizaje, la memoria, el pensamiento y el lenguaje) y los procesos activadores (la motivación y la emoción).

     La motivación es un aspecto sumamente relevante para muchas áreas de la vida. Es un conjunto de razones por las cuales las personas se comportan de determinada manera, un comportamiento (estado interno) motivado, vigoroso, dirigido y sostenido. El término motivación viene del latín motus que se relaciona con aquello que moviliza a la persona para ejecutar una actividad. La motivación está compuesta de necesidades, deseos, tensiones, incomodidades y expectativas. Todo esto para el aprendizaje, por ejemplo, es esencial pues también funge como su motor (Pereira, 2009; Herrera y Zamora, 2014 y Zubiri, 2013).  

     Según Morin (1990) el problema del conocimiento, se debe en parte, por la disyunción de las ciencias y el intento de reducir lo complejo a algo más simple, sin entender realmente la complejidad del problema, la complejidad de lo real, por ejemplo, Petri (1991), en Palmero (2005), indica que es muy frecuente encontrar que las formulaciones teóricas de la motivación que llegan a ser relevantes en una determinada época son aquellas que coinciden con la corriente teórica dominante de esa época, por lo que, este trabajo se realiza con la intención de explicar un tema o fenómeno desde diferentes disciplinas, perspectivas y visiones de un mismo fenómeno, con el fin de enriquecer y ampliar el conocimiento sobre este. Se abordará el concepto de motivación desde las perspectivas biológicas, sociales, neurológicas y por supuesto psicológicas, con el fin de crear un panorama más amplio de lo que este concepto significa para la vida humana y la importancia que tiene dentro de ella, pues abordarlo desde una sola visión o ciencia no abarca todo lo que este concepto puede llegar a ser, por lo que abordarlo bajo la mirada de distintas disciplinas nos da un panorama más amplio y cercano a lo real del tema.

El término motivación es un concepto que usamos cuando queremos describir las fuerzas que actúan sobre, o dentro de, un organismo, para iniciar y dirigir la conducta de este. Es decir, son fuerzas que permiten la ejecución de conductas destinadas a modificar o mantener el curso de la vida de un organismo, mediante la obtención de objetivos que incrementan la probabilidad de supervivencia, tanto en el plano biológico, como en el plano social. (Alonso, 2016; Palmero, 2005). Pero, la motivación es una variable intangible, sólo podemos inferir su presencia a partir de ciertas manifestaciones mostradas por un individuo (Palmero, 2005).

     La motivación es una temática que atrajo la mirada y el estudio de muchas ciencias, fue explorada desde diversas perspectivas científicas: desde la sociología, la psicología, la neurología y la biología (Mesurado, 2008). 

     La psicología, es una ciencia multiparadigmática que explica la motivación humana desde diversos paradigmas, no siempre concordantes entre ellos (Nuttin, 1980 en Mesurado, 2008). Intenta identificar y comprender los procesos, contenidos afectivos y cognitivos que orientan de forma intencional el comportamiento de las personas para satisfacer sus deseos, intereses y metas personales.

     Las teorías psicológicas suelen concebir la motivación como un impulso que parte del sujeto, ya sea de su psiquismo, de su organismo, o bien como una atracción que emana del objeto y actúa sobre el individuo. Asimismo, pueden hallarse propuestas que combinan ambas posturas como puede ser las teorías cognitivo-conductuales (Nuttin, 1980 en Mesurado, 2008). 

     Una de las aportaciones más importantes para el desarrollo de la explicación de la motivación es la teoría jerárquica de Maslow (1987) en el contexto de una teoría de la personalidad denominada “el hombre autorrealizado”, que definió la motivación como la reducción de la tensión por medio de satisfacer estados de deficiencia, que surgen de necesidades orgánicas y biológicas. Maslow construyó una pirámide de necesidades para explicar su teoría; en la base de la misma ubicó las necesidades fisiológicas, luego las necesidades de seguridad, necesidades de pertenencia y amor, necesidades de autoestima y por último en la cima de la pirámide colocó las necesidades de autorrealización. Esta teoría sigue siendo útil en nuestros días (Palmero, et. al., 1997 y Alonso, 2016). 

     Madsen (1980) en Palmero; Kandel (2000) en Mesurado (2008) agrupan las necesidades en dos categorías: motivos primarios y motivos secundarios. Los primarios, innatos y biogénicos, estados instintivos y fuerzas reguladoras fisiológicas, son motivaciones que, desde el nacimiento, están relacionadas con la subsistencia del individuo y de la especie. Los secundarios, adquiridos y psicogénicos, aspiraciones personales o sociales, motivaciones que, después de un proceso de aprendizaje, están relacionados con el crecimiento general del sujeto. Esta diferenciación es esencial para entender la psicología de la motivación por completo. Si bien, es cierto que los motivos primarios son comunes a todas las especies, los motivos secundarios, parecen ser patrimonio fundamental de la especie humana. La neurobiología, por ejemplo, según nos dice Mesurado (2008), estudió con mucho interés los procesos motivacionales básicos en el hombre como: el hambre, el sueño, la sexualidad, etc. 

     Las neuronas dopaminérgicas del área límbica parecen tener un papel decisivo en la activación en los estados emocionales, el encéfalo humano posee relativamente pocas neuronas dopaminérgicas, éstas se dividen a partes iguales entre la sustancia negra, que es el origen de la vía nigroestriada, y el área tegmental, que origina las proyecciones mesocorticolímbicas. Las neuronas del área tegmental ventral constituyen la mayor parte de las proyecciones mesolímbicas y mesocorticales que participan en la recompensa. Estas neuronas envían sus axones al núcleo accumbens, al estriado y a la corteza frontal, tres estructuras a las que se atribuye una participación en la motivación. De allí que el accumbens pasó a ser el área cerebral que más se relaciona con las conductas gratificantes (Mesurado,2008).

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