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Psicobiologia


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2020  •  Ensayos  •  3.970 Palabras (16 Páginas)  •  238 Visitas

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*NOMBRE DEL ALUMNO: MARTHA DENISSE DIAZ HERNANDEZ

*NOMBRE DEL DOCENTE: PSIC. EDDIE CAMILO RIVERA HERNANDEZ          [pic 2]

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  Introducción.

La felicidad es como una mariposa. Cuanto más la persigues, más huye. Pero si vuelves la atención hacia otras cosas, ella viene y suavemente se posa en tu hombro. La felicidad no es una posada en el camino, sino una forma de caminar por la vida.

Este libro relata desde un punto de vista autobiográfico la vivencia del psiquiatra austriaco Viktor Frank en un campo de concentración nazi, el autor explora las diferentes reacciones mentales propias y de los reclusos y su evolución con el tiempo, además de plantear su pensamiento sobre el sentido de la vida como motivación del hombre. El autor divide las reacciones mentales de los prisioneros en tres fases para intentar responder una de sus tantas preguntas ¿Cómo afecta el día a día en un campo de concentración a la mente y a la psicología del prisionero?

En la primera fase, el internamiento en el campo, el síntoma característico es el shock, el autor nos ofrece su ejemplo para mostrarnos como eran las duras vivencias que se vivían desde la llegada al campo sumieron a los prisioneros en estremecimientos de horror, como al darse cuenta del lugar al que habían llegado: Auschwitz, sinónimo de tortura y muerte. Los prisioneros fueron poco a poco, perdiendo sus ilusiones, muchos de ellos se sintieron retenidos por un humor desagradable, perdiendo por esto su sensibilidad y sentimentalismo.

Frank define la felicidad como, la felicidad natural del hombre de obrar de una manera u otro, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos. Con el paso de los días los prisioneros entraron en una segunda fase en la que la piedad, asco y horror ya no significaban nada para ellos, todo lo sumamente cruel ya era común en sus vidas, y por eso ya nada los conmovía. Gracias a esta insensibilidad el prisionero se rodeaba enseguida de un caparazón que los protegía de los seguidos y severos castigos físicos y psicológicos que sufrían. Cuando cada uno pensaba en su mujer, se daban cuenta de que el amor es la meta mas alta a la que puede aspirar un hombre, y este pensamiento los hacia volar y olvidar su sufrimiento por un rato y mantenerse vivos. El sentido del amor es un cauce para encontrar el sentido a la vida, el amor hace que la persona sea capaz de enfrentar cualquier situación y cualquier momento difícil en su vida. El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.

Desarrollo

Al estudiar y intentar sistematizar la abundante información acumulada por las observaciones y experiencias de los confinados en los campos de concentración, podríamos distinguir tres fases en la psicología de los prisioneros: una primera fase que sigue inmediatamente su internamiento, una fase de adaptación a la vida del campo, y una tercera que comienza con la liberación. El síntoma característico de la primera fase es el shock agudo e intenso, bajo ciertas condiciones ese puede presentarse antes de la entrada formal del recluso al campo.

Mil quinientas personas viajaban en el tren durante varios días y sus correspondientes noches, cada vagón lo abarrotaban ochenta personas tumbadas encima de su equipaje, lo poco que conservaban de sus pertenencias. Todos creían y anhelaban que su destino fuera una fábrica de municiones, allí los emplearían sencillamente como trabajadores forzados. Desconocían su situación no sabían si todavía se encontraban en Silecia o ya estaban en Polonia, el silbato de la locomotora sonó con un aire misterioso, parecía lanzar un contenido lamento en consideración al grupo de infelices pasajeros abocados a un destino de perdición.

El tren avanzaba lentamente, vacilante, como si quisiera evitar, el mayor tiempo posible, que sus pasajeros constatasen la cruda realidad ¡Auschwitz!  “Las ruinas son a menudo las que abren las ventanas para ver el cielo”, poco a poco fueron fueron viendo la claridad de la mañana y les permitía distinguir los grandes campos. Por fin el tren se detuvo, el silencio inicial se rasgó por las voces de mando a partir de ese momento escucharían esos gritos chillones y bruscos en todos los campos. Su sonido era muy semejante al último llanto de una víctima, como si procediera de la garganta de un hombre obligado a gritar sin interrupción, un hombre al que asesinaran una y otra vez, de forma interminable.

La psiquiatría conoce un estado de ánimo denominada la < ilusión del indulto >. La ilusión del indulto es un mecanismo de amortiguación interna percibido por los condenados a muerte justo antes de su ejecución; en ese momento conciben la esperanza. Todos se agarraban una tenue esperanza y hasta el final, frente a la evidencia misma, pensábamos que aquello no seria tan cruel. Por aquel entonces desconocían que formaban un grupo especialmente seleccionado para servir de comité de recepción a las diarias remesas de los prisioneros llegados a la estación.

Y aquí es donde la experiencia mas dura del internamiento, la existencia desnuda, es la perdida de posesiones materiales, del nombre propio, incluso del propio vello corporal. Solo queda “la existencia desnuda”. En este shock inicial se dan ataques agudos de nostalgia, también de repulsa, por las condiciones de vida en el campo: el uniforme harapiento, las calles enfangadas y las letrinas desbordantes de porquerías.

En estos momentos donde el riesgo de suicidio es mas elevado, y no es que luego la muerte no este presente de manera constante. Es solo que, avanzada la reclusión, la opción es, simplemente, dejar de luchar.

 Pero aun en esta fase inicial, después del golpe del internamiento aparece la apatía. Así ellos lograban dormir en una litera de 2 x 2,5 metros donde se apretujan nueve hombres o se atiende sin pestañear a la amputación de los dedos congelados del pie de sus mismos compañeros. Asco, piedad y horror eran emociones que ellos ya no podían sentir

“El dolor hace al hombre lúcido y al mundo transparente. El dolor abre perspectivas hasta el fondo”.

Viktor desarrollo y comprobó su teoría en diferentes campos de concentración, aprovecho estas circunstancias para estudiar las reacciones de la mente sometida a situaciones tan extremas. Al respecto escribió: “Desgraciado de aquel que no viera ningún sentido en su vida, ninguna meta, ninguna intencionalidad y, por tanto, ninguna finalidad en vivirla, ese estaba perdido”. No hablaba específicamente del suicidio, aunque el suicidio era muy frecuente, Sino de una forma mas sutil de suicidio que consiste en dejar de luchar por la propia vida, que también  hoy en día es frecuente en diferentes grados, pero en estos campos se veían muy facilitado, el hombre tenía a la peculiaridad de que no puede vivir si no mira hacia el futuro, decía y su afirmación es tan valida dentro como fuera de los campos de concentración.

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