Psicolinguistica

a)-Reformulación del texto “el lobo y la oveja” por sustitución (de hechos/personajes/recursos)

El zorro y el conejo

Un zorro fue atacado por un grupo de leones hambrientos que lo dejaron muy malherido y gritaba pidiendo ayuda.

En eso pasó una oveja.

-¿Necesitas que te ayude?- le preguntó el conejo al zorro.

-Tráeme abrigo, por favor, que estoy herido.

-Te traeré, pero antes prométeme que no me lastimarás.

-Te lo prometo- dijo el zorro.

Y el conejo le trajo una manta con la que le dio calor y luego se marchó con los suyos.

Tres días después, el zorro estaba con hambre y buscó al conejo para comérselo.

-Conejo, ven rápidamente, te necesito- le gritó con voz muy fuerte.

-No pienso- le respondió el conejo que estaba bien escondido en su cueva.

-¿Es así como cumples tus promesas, zorro? ¿Acaso no me prometiste el otro día que no me lastimarías?

-Claro que te lo prometí-respondió el zorro- pero ese día estaba muy malherido y no sabía lo que te prometía.

b)-Reformulación del texto por reducción.

Un lobo fue atacado por perros hambrientos. Una oveja pasó y lo ayudó, pero le hizo prometer que no la lastimaría. Tres días después, el lobo intentó comerla porque-según dijo- no sabía lo que prometía porque estaba malherido.

c)- Reformulación del texto por ampliación (descripciones, conectores, notas al pie, aclaraciones, expansiones)

La tarde lentamente se dormía en el bosque de Arrayanes . El silencio se apoderaba del lugar, pero el bravo aullido de un grupo de perros hambrientos rompió la monotonía. Ferozmente, la jauría atacó a un lobo, lo dejó malherido y pidiendo ayuda. Su voz parecía que se apagaba en sintonía con el atardecer.

Por el serpenteante camino pasó en esos momentos una oveja que se había descarrilado del rebaño. Al escuchar los quejidos de dolor detuvo su marcha.

-Necesitas que te ayude- le preguntó temerosa.

-Tráeme agua, por favor, estoy herido y me muero de sed.

-Te la traeré pero antes debes prometerme que nunca me lastimarás

-Te lo prometo- dijo el lobo casi sin aliento.

Inmediatamente la oveja caminó hasta el río, le trajo una tinaja repleta de agua, calmó la sed del lobo y se marchó buscando a sus compañeras.

Tres días después, el lobo ya estaba recuperado, pero con un hambre voraz. Entonces recordó a la inocente oveja y salió a buscarla por los lugares más alejados. Mientras caminaba se saboreaba al pensar en la presa deseada.

Su agudo olfato lo ayudó a encontrarla escondida en una cueva detrás de unos arbustos.

-Ven rápidamente, te necesito- le gritó desesperado.

La oveja temblaba de miedo y no se animaba a salir.

-No pienso- le respondió ella

-¿Es así como cumples tus promesas, lobo? ¿Acaso no me prometiste el otro día que no me lastimarías?- le gritó.

-Claro que te lo prometí- respondió el astuto lobo- pero ese día estaba malherido,

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