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Psicopatia Autista en la niñez


Enviado por   •  7 de Septiembre de 2012  •  Tutoriales  •  6.832 Palabras (28 Páginas)  •  604 Visitas

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Psicopatia Autista” en la niñez

Hans Asperger con anotaciones de Uta Frith

Traducido Por Carol Ajax

En lo siguiente, describiré un tipo de niño particularmente interesante y altamente reconocible.1 Todos los niños que presentaré tienen en común un trastorno fundamental, lo cual se manifiesta en su apariencia física, funciones expresivas y, de hecho en su comportamiento entero. El trastorno resulta en dificultades características y severas de integración social. En muchos casos los problemas sociales son tan profundos que opacan todo lo demás. Sin embargo, en otros casos, los problemas son compensados por un alto nivel de pensamiento original y experiencia. Frecuentemente esto puede llevar a logros excepcionales en la vida posterior. Con el tipo de trastorno de perso nalidad que se presenta aquí, podemos demostrar la verdad del dicho que a los seres humanos hay que darles un tratamiento educacional excepcional, un tratamiento que toma en cuenta sus dificultades especiales. Además, podemos mostrar que a pesar de la anormalidad los seres humanos pueden cumplir su rol social dentro de la comunidad, especialmente si encuentran entendimiento, amor y guías. Hay muchas razones para describir en detalle este tipo de niño con desarrollo anormal. La razón no menor de todas, es que estos niños provocan que hagamos preguntas de importancia central a la psicología y la educación.

Nombre y Concepto

He escogido la etiqueta autismo2en un esfuerzo para definir el trastorno básico que genera la estructura anormal de personalidad de los niños que nos preocupen aquí. El nombre se deriva del concepto de autismo en esquizofrenia. En este sentido autismo refiere a un trastorno fundamental de contacto que se manifiesta en una forma extrema en pacientes esquizofrénicos. El nombre ‘autismo’, acuñado por Bleuler, es indudablemente una de las grandes creaciones lingüísticas y conceptuales en la nomenclatura médica.3

Normalmente los seres humanos viven en interacción constante con su entorno y reaccionan a él continuamente. Sin embargo, los ‘autistas’ poseen interacciones considerablemente limitadas y severamente trastornadas. El autista es solamente sí mismo (cf. La palabra griega autos) y no es un miembro activo de un organismo mayor, lo cual tiene influencia sobre él y lo cual él influencia constantemente. Las formulaciones de Bleuler del autismo esquizofrénico incluían lo siguiente:

El paciente esquizofrénico pierde contacto con la realidad en grados que varían. Le deja de importar el mundo real. El muestra una falta de iniciativa, una falta de metas, un rechazo a la realidad, una tendencia a distraerse, pero también conducta impulsiva y bizarra. Muchas de sus acciones, tanto como su actitud entera hacia la vida, son insuficientemente motivadas externamente. Ambas la intensidad y el nivel de su atención están trastornadas. Hay una falta de persistencia, pero ocasionalmente se mantiene tenazmente a ciertas. Frecuentemente se encuentra ‘obstinación caprichosa’, eso es, el paciente quiere algo y al mismo tiempo lo opuesto. Uno encuentra actos obsesivos, actos automáticos, ordenes automáticas, etc. Frecuentemente los pacientes esquizofrénicos viven en un mundo imaginario de deseos cumplidos e ideas de persecución.

Aquí Bleuler describe a un tipo particular de pensamiento al cual él le llama pensamiento ‘autista’ o ‘dereistico’.4 Este pensamiento no está dirigido hacia metas sino está guiado pero deseos y afectos. Aparte de la esquizofrenia, donde se expresa más bizarro, el pensamiento autista o dereistico puede ser encontrado en personas que no son psicóticos, y de hecho en la vida diaria, por ejemplo, en la superstición o la pseudo- ciencia. Sin embargo, este tipo de pensamiento no juega un rol en los niños que nos interesan aquí. En su máxima expresión, puede haber pistas ocasionales de este tipo particular de trastorno del pensamiento.

Todos menos la ultima característica mencionada del concepto de autismo de Bleuler pueden ser encontrados en el tipo de trastorno de personalidad que se describe aquí. Mientras el paciente esquizofrénico aparenta mostrar una perdida progresiva de contacto, a los niños que describimos les falta contacto desde el inicio. El autismo es la característica más importante de ambos casos. Afecta completamente al afecto, intelecto, disposición y acción. Por lo tanto, los síntomas esenciales de la esquizofrenia y los síntomas de nuestros niños puede unirse bajo un denominador común: el hecho de cortar las relaciones entre sí mismo y el mundo exterior. Sin embargo, a diferencia de pacientes esquizofrénicos, nuestros niños no muestran una desintegración de la personalidad. Por lo tanto no son psicóticos, en vez de eso, ellos muestran un grado mayor o menor de psicopatia. El trastorno fundamental que hemos identificado en nuestros niños afecta todas las expresiones de su personalidad y podemos explicar sus dificultades y déficits, tanto como sus logros especiales. Cuando uno ha aprendido a prestar atención a las manifestaciones características del autismo, uno se da cuenta que no son raras en los niños, especialmente en sus formas leves. En seguida se describirá algunos casos prototípicos.

Fritz V.

Comenzamos con un niño altamente inusual quien muestra un impedimento muy severo en la integración social. Este niño nació en Junio de 1933 y llegó para ser observado al Abteilung Heilpadagogische (Departamento de Remedio) de la Clínica Pediátrica Universitaria de Viena en el otoño de 1939.5 El fue referido por su escuela ya que fue considerado ‘ineducable’ al final de su primer día ahí.

Fritz era el primer hijo de sus padres. El tenía un hermano dos años menor, quien era algo difícil pero nada tan desafiante como su hermano Fritz. Su nacimiento fue normal. Sus hitos motoras fueron algo demorados. El aprendió a caminar a los catorce meses, y por mucho tiempo fue extremadamente torpe e incapaz de hacer cosas por sí mismo. El aprendió las rutinas practicas de la vida diaria muy tarde y con gran dificultad.6 Se verá más a detalle posteriormente. En contraste, él aprendió a hablar muy tempranamente y dijo sus primeras palabras a los diez meses, mucho antes de que pudiera caminar. Rápidamente aprendió a expresarse en oraciones y pronto habló ‘como un adulto’.7 No se reportó algo de enfermedades inusuales en su niñez ni hubo indicaciones de una enfermedad cerebral.

Desde la edad más temprana Fritz nunca obedeció. Hizo exactamente lo que quería o lo opuesto de lo que le pedían. Siempre estaba inquieto, y tendía a tomar todo lo que estaba a su

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