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aspectos positivos

Efectos negativos del TLC sobre México

“México está mejor con el TLC” (Tratado de Libre Comercio firmado entre México,

EU y Canadá), y ha sido “benéfico para el país”, dijo muy suelto de cuerpo Felipillo

el 7 de enero. Calderón está derrochando en publicidad que afirma que los

Campesinos están en jauja y recibiendo de parte del gobierno un apoyo enorme. Y

es que este primer día del año entró en vigor una de las partes del TLC, la que

elimina los aranceles que tenían que pagar alimentos norteamericanos como el

maíz, el frijol y la leche en polvo. La realidad es que uno de los sectores más

afectados por este convenio, que firmó en nombre de México Carlos Salinas de

Gortari, son los campesinos.

Los años con TLC son “años para olvidar”

Hasta el diario estadounidense más importante, el New York Times , reconoció a fines de 2003

que el TLC “ensanchó la brecha entre ricos y pobres en México” . Y agregó que: “no existe

evidencia de que el tratado haya generado un aumento a los salarios reales. De hecho los

salarios están por debajo del nivel que tenían en 1994” 1 . Pero Calderón juró que gozamos de

los “salarios mejor pagados” gracias al TLC, evidente mendacidad que nos exime de mayores

comentarios.

En el décimo aniversario del tratado, el 1 de enero de 2004, el diario mexicano El Universal lo

evaluó de la siguiente manera: “se han retrotraído sectores como el rural y los servicios de

educación y salud.” Ha habido un “gran crecimiento en las exportaciones de hortalizas, frutas y

verduras, pero dificultades en los granos”. Resultó beneficiada una “minoría notable” en la

región centro-norte de México, pero los mexicanos del sur, la mayoría campesinos, dice este

diario, “han vivido diez años para olvidar”.

Crecimiento vertiginoso del desempleo

Con buena voluntad hacia el tratado uno podría decir: “las empresas norteamericanas son las

grandes beneficiarias del acuerdo comercial, pero al menos llevan empleos a México.” La

realidad es que en México el empleo es una de las cosas que más escasean. Desde hace 20 años

se ha disparado la emigración mexicana hacia Estados Unidos y Canadá. Sólo en el sexenio del

presidente Fox, casi tres millones cruzaron la frontera en busca de

trabajo. Dado que la mano de obra es una mercancía que no se incluyó en el TLC, los mexicanos

se trasladan al país vecino ilegalmente, poniendo en riesgo su vida y sufriendo vejaciones,

discriminaciones y maltratos. En el campo mexicano se perdieron cuando menos un millón 300

mil empleos y otras fuentes, como el líder campesino Heladio Ramírez asegura que tan sólo en

los primeros seis años de acuerdo un millón 780 mil campesinos abandonaron sus tierras. Es

que competir con los alimentos norteamericanos es imposible, debido a que los agricultores

estadounidenses reciben elevados subsidios, mientras que el gobierno de México subsidia a los

campesinos apenas con una décima parte de esa cantidad.

Pérdida de la soberanía alimenticia

Con el TLC México terminó de perder su soberanía alimenticia. Entre 1994-2000, México

incrementó en casi 125% sus importaciones de granos, oleaginosas y otro tipo de alimentos. La

mayoría del arroz, del frijol, la leche y la soya que consumimos son importados, lo cual es muy

grave, porque el país depende de otro país –de EU- para comer. Además, nos sale carísimo y

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