“RELACIONES HUMANAS Y SEXOLOGÍA”
Claudia EspinozaPráctica o problema18 de Octubre de 2021
31.683 Palabras (127 Páginas)133 Visitas
Dra. HELEN SINGER KAPLAN
MANUAL ILUSTRADO
DE
TERAPIA SEXUAL
Ilustraciones de David Passalacqua
COLECCIÓN
“RELACIONES HUMANAS Y SEXOLOGÍA”
EDICIONES GRIJALBO, S. A.
BARCELONA - BUENOS AIRES - MÉXICO, D. F.
1985
Titulo original
THE ILLUSTRATED MANUAL OF SEX THERAPY
Traducido por
CARLOS PERALTA
de la 2° edici6n de Quadrangle/The New York Times Book Co.,
Nueva York, 1975
@ 1975, HELEN SINGER KAPLAN
@ 1975, DAVID PASSALACQUA (para los dibujos)
@ 1978, EDICIONES GRI]ALBO, S. A.
Déu i Mata, 98, Barcelona
Décima edición
Reservados todos los derechos
IMPRESO EN ESPARA
PRINTED IN SP AIN
ISBN: 84-253-1067-9
Depósito legal: B. 16.981. 1985
Impreso en Huropesa, Recaredo, 2, Barcelona
A Afrodita
ÍNDICE
Lista de ilustraciones.
El concepto de terapia sexual.
I. ELEMENTOS BÁSICOS
1. Naturaleza y causas de las disfunciones sexuales.
2. El diagnóstico sexual. Ejercicios sexuales.
II. EJERCICIOS SEXUALES
A. Una técnica erótica empleada para numerosas disfunciones
3. Focalización sensorial I. Placereado.
4. Focalización sensorial II. Placereado genital.
B. Técnicas eróticas empleadas para disfunciones específicas
5. La frigidez. Carencia de respuesta sexual femenina
6. Disfunción orgásmica femenina.
7. Vaginismo
8. Impotencia. Disfunción de la erección.
9. Eyaculación retardada. Exceso de control eyaculatorio.
10. Eyaculación precoz. Control inadecuado de la eyaculación
III. CONCLUSIONES
11. El rol de la psicodinámica en la terapia sexual.
LISTA DE ILUSTRACIONES
Capítulo 3
l. Mujer boca arriba.
2. Mujer boca abajo.
3. Hombre boca abajo.
4. Hombre boca arriba.
Capítulo 4
5. Posición de Masters y Johnson para estimular el clítoris y la vagina de la mujer.
6. Posición de Masters y Johnson para estimular al hombre que no presenta erección.
7. La mujer toca el pene erecto del hombre.
8. El hombre toca los pezones de la mujer.
Capítulo 5
9. La mujer está encima: penetración no exigente.
10. El hombre penetra en la mujer desde atrás y toca su clítoris.
Capítulo 6
11. La mujer, sola, se masturba con el dedo.
12. La mujer se masturba con un vibrador; el hombre está presente.
13. El hombre estimula el clítoris de la mujer.
14. El hombre estimula oralmente el clítoris de la mujer.
15. Puente. El hombre ha penetrado en la mujer y estimula su clítoris.
16. Puente. La mujer estimula su clítoris mientras el hombre la penetra.
17. Puente. La mujer se estimula con un vibrador mientras el hombre, arrodillado, la
penetra.
Capítulo 7
18. La mujer introduce el dedo en su vagina.
19. La mujer introduce un catéter en su vagina.
20. El hombre introduce el dedo en la vagina de la mujer.
21. El hombre introduce un objeto en la vagina.
Capítulo 8
22. La mujer estimula al hombre, parcialmente vestido.
23. La pareja se estimula mutuamente. La mujer está parcialmente vestida (fantasía).
24. La mujer estimula oralmente al hombre.
25. La mujer estimula manualmente al hombre con vaselina.
26. La mujer, encima, estimula el pene erecto del hombre.
27. La mujer, encima, introduce el pene en su vagina.
Capítulo 9
28. El hombre se masturba; la mujer está de espaldas.
29. El hombre se masturba; la mujer está en sus brazos.
30. La mujer estimula al hombre, la mano de él sobre la de ella.
31. La mujer estimula el pene del hombre cerca de la entrada de la vagina.
32. La mujer, boca arriba, con el hombre debajo acariciando la vagina.
33. La mujer toca el pene del hombre durante el coito a tergo.
34. Coito con las piernas de la mujer firmemente cerradas.
Capítulo 10
35. Maniobra de Semans. La mujer estimula manualmente el pene del hombre.
36. Maniobra de Semans. La mujer está encima durante el coito.
37. Coito de costado.
38. El “apretón”.
39. El beso.
El concepto de terapia sexual
La prescripción de experiencias eróticas específicas constituye el rasgo distintivo de la nueva terapia sexual. Se han empleado varias otras formas de terapia -en particular el análisis, la terapia de pareja y la terapia conductual para tratar las disfunciones sexuales. Todas ellas se basan exclusivamente en las transacciones terapéuticas que ocurren en el consultorio del especialista. El proceso analítico produce una intensa interacción emocional entre el analista y el analizado. El análisis de esta relación se emplea para promover el conocimiento de los conflictos, temores y deseos inconscientes que pueden estar en la raíz de las dificultades sexuales del paciente. El terapeuta de la pareja se vale de su observación de las interacciones entre los miembros de una pareja problematizada para fundamentar sus inferencias sobre las fuentes inconscientes del problema sexual. Confronta a la pareja con los efectos mutuamente destructivos de su conducta y trata de llevar a su conciencia las fuerzas infantiles y transferenciales inconscientes que presumiblemente han dado origen a su conducta neurótica y también al deterioro de su realización sexual. El terapeuta conductual no se ocupa del concepto de motivación inconsciente: intenta, en cambio, comprender las condiciones de comportamiento (behaviorales) que han conformado y perpetuado la impotencia de un hombre o la incapacidad de una mujer para alcanzar el orgasmo. Trata de mejorar el funcionamiento sexual modificando las contingencias que refuerzan la inadaptación y que han causado ansiedades sexualmente destructivas y pautas de conducta antieróticas. Para este fin emplea varias técnicas complementarias, como la desensibilización sistemática para reducir la ansiedad, el fortalecimiento de la conducta erótica deseable, y un condicionamiento negativo para eliminar las pautas sexualmente destructivas.
La terapia sexual puede utilizar todas estas formas de intervención psicoterapéutica que se desarrollan en el consultorio médico. Sin embargo, en la terapia sexual éstas se emplean conjuntamente con tareas sexuales prescriptivas que la pareja practica en la intimidad de su dormitorio. El uso integrado de las experiencias eróticas estructuradas, unido a la exploración psicoterapéutica de los conflictos intrapsíquicos de cada miembro de la pareja, y a la sutil dinámica de sus interacciones, es lo que constituye el carácter diferencial y el concepto básico de la terapia sexual. Muy probablemente, la clave de su eficacia está en esta amalgama de procedimientos experimentales y dinámicos.
Los conceptos y las técnicas del psicoanálisis, la terapia de pareja y la modificación de la conducta, que tienen un importante lugar en la nueva terapia sexual, están bien documentados y han sido ampliamente comentados por la literatura específica. Por esta razón, estos temas no serán tratados en este volumen. En rigor, los médicos que practican la terapia sexual deberían estar familiarizados con ellos antes de dedicarse al tratamiento de las disfunciones sexuales.
El objeto de este libro es, en cambio, la descripción de las técnicas eróticas que se emplean comúnmente en la terapia sexual, y la proposición de ciertas hipótesis acerca de sus fundamentos teóricos y del mecanismo de su acción. Se estudiará asimismo el impacto emocional de estos ejercicios sobre los pacientes, y las implicaciones terapéuticas de las reacciones emocionales.
Las tareas que se prescriben a las parejas sexualmente problematizadas no son ejercicios mecánicos inhumanos. Por el contrario, las interacciones eróticas y sensuales que la terapia sexual estructura para la pareja, con frecuencia motivan respuestas altamente emocionales en alguno de sus miembros, o en ambos. Estas respuestas tienen profunda significación para el proceso terapéutico, porque revelan la dinámica básica del problema clínico, que se torna así inmediatamente accesible a la exploración durante las sesiones psicoterapéuticas. Por ejemplo, un hombre impotente no puede tenderse sobre su espalda, como se le sugiere, y gozar de las tiernas caricias de su esposa porque esta experiencia le torna ansioso y obsesionado por la idea de un rechazo: “A ella esto no le gusta... Se cansará... Pensará que estoy enfermo... Debo proporcionarle un orgasmo...” Su reacción de temor ante el placer que le procura su mujer, y sus defensas contra dicho temor, pasarán a ser evidentes para el terapeuta y para la misma pareja. Con frecuencia, la participación en experiencias como ésta, previamente evitadas, sirve para confrontar al individuo con las inseguridades ocultas que han causado la defección de sus reflejos eréctiles en el mismo momento en que estaba tan ansioso por su buen funcionamiento.
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