Raíces, Tradiciones Y Mitos En El Nivel Inicial

Raíces, tradiciones y mitos en el Nivel Inicial"

En la vida del jardín, muchas veces nos encontramos con prácticas cuyo origen difícilmente podemos explicar. Son usos costumbre y tradiciones que pasan de generación a generación formando parte de la tradición oral transmitida entre docentes del nivel y las fuimos acumulando como saberes validos.

A menudo escuchamos comentarios como: ¿saben qué tengo adentro de esta linda caja? Y nos preocupamos por estas prácticas dado que las hemos visto transformarse en rutinas sin sentido. El docente parece adoptarlas por la fuerza que tiene la tradición más que elegirlas por su pertinencia para el grupo de los alumnos y la realidad con la que trabaja.

• La enseñanza de las nociones

Se definía el aprendizaje como asociación perceptiva y sensorial. Las propuestas didácticas se centraban en la ejercitación de los sentidos y en las experiencias físicas con los objetos. El niño va formando su haber mental en base a numerosas percepciones y la mente se irá así enriqueciendo con nuevos moldes de conducta de los cuales algunos se tornarán en verdaderos hábitos y otros en conocimientos. No es de extrañar que las propuestas didácticas se basen en ofrecer elementos sensibles a la percepción y a la observación de los alumnos. Se idearon una serie de actividades, juegos y procedimientos tendientes a educar los sentidos ( el sentido cromático, el oído, el tacto, el olfato); juegos viso-motores y motrices, ejercicios de silencio, atención y memoria, etc.

En la actualidad en las salas del Jardín no sólo se establece una secuencia para la noción, sino que sigue los principios de ir de lo simple a lo complejo y de los concreto a lo abstracto.

• Los hábitos y las rutinas de la vida cotidiana

Prácticas de la vida cotidiana tales como la alimentación, el descanso y la higiene eran parte fundamental de la organización del tiempo en el Jardín. Estos aspectos eran centrales para la fundamentación del rol social y pedagógico de la escuela que tenía por objetivo preparar para la vida. Para muchos maestros, estas actividades cotidianas continúan centradas en la enseñanza de los hábitos y cuesta encontrar otra forma de resinificarlas, sustituirlas o de revisar la pertinencia de estas tradiciones en relación con otras situaciones didácticas que impliquen mayor caudal educativa.

En la infancia se aprenden los bueno hábitos, es por eso que hay que poner en claro que no estamos proponiendo dejar a un lado la enseñanza de estos, sino que busquemos darles el significado que estos tienen en relación a las normas sociales organizativas necesarias para la convivencia y el bien común; buscando que los niños sean autónomos.

Las situaciones cotidianas de convivencia no solo buscan que el niño cuente con un sistema organizado de nociones y de buenos hábitos sino que le permiten ir pasando de las manifestaciones egocéntricas iniciales a otras que tiendan a lograr la cooperación y la coordinación de tareas con otros sujetos. Además numerosas investigaciones dan cuenta de la importancia del intercambio cotidiano para el desarrollo del lenguaje oral y la comunicación con otros. Debemos resinificar estas actividades como oportunidades cotidianas para la enseñanza de actitudes y valores, conceptos y procedimientos, así estas prácticas servirán como fundamento para el cumplimiento de normas en los niveles superiores.

• El ambiente y los materiales de desecho

El ambiente del jardín tenía como objetivo pedagógico que el niño se sintiera como en su casa, que pudiera moverse con libertad y responsablemente; pero muchas veces este tipo de ambiente expresa más una concepción de infancia aniñada y no le ofrece al pequeño posibilidades distintas de las que podría encontrar en su casa. Con respecto al material didáctico, Froebel decía “si mi material didáctico posee alguna eficacia, no lo debe a su apariencia exterior, sino exclusivamente a la manera como lo utilizo. En el nivel inicial en muchas ocasiones la maestra puede confeccionar el material.

• La caja de sorpresas

Diferentes materiales, gestos y lenguajes sobreactuados, sorpresas permanentes, convierten la actividad que se desarrolla en el jardín en una tarea más de animación que de real enseñanza. En general el docente no concluye una actividad cuando la situación o problema que planteó fue resuelto. Por el contrario, las propuestas didácticas resultan siempre abiertas y concluyen cuando los niños pierden el interés por su continuación.

• El mito: Entre la realidad y la ficción

Los mitos constituyen

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