Realidad y Juego - Winnicot

Tanto Mahler como Winnicot intentan teorizar sobre lo psicopatológico, pero primero deben ver el desarrollo normal.

Winnicot estudió el desarrollo psíquico del bebé, trabajando la trama vincular de los primeros meses de vida. Le da un lugar central a la FUNCIÓN MATERNA, y por eso se centra en la relación madre-hijo. El padre es una figura de sostén del núcleo familiar.

Trabaja fundamentalmente dos procesos simultáneos, interrelacionados, el pasaje del proceso de NO INTEGRACIÓN al de INTEGRACIÓN, y el de DEPENDENCIA ABSOLUTA al de INDEPENDENCIA RELATIVA.

Para trabajar estos procesos usa conceptos claves:

1. Ambiente facilitador: Una madre que atienda, asista, cuide, calme, alivie, satisfaga, y que facilite los medios para el desarrollo.
2. Madre suficientemente buena: En un principio debe adaptarse el 100% a las necesidades de su bebé. Esta adaptación disminuye progresivamente dando lugar al proceso de ilusión-desilusión.
3. Ilusión-desilusión: La madre, debido al principio del placer, le produce una ilusión al bebé. Éste crea el pecho como una continuidad de sí mismo. Progresivamente, debe desilusionarlo, para instalar el principio de realidad. Esto lo logra dando una respuesta demorada ante las demandas del niño. De esta manera, satisface, pero también frustra.
   Una madre con depresión post-parto no puede crear la ilusión.
4. Pecho maternante-destete: Antes de la formación del pecho materno y del destete, el bebé se encuentra en una fase de DEPENDENCIA ABSOLUTA, que es la primera fase del proceso de desarrollo psíquico. Las siguientes dos tienden cada vez más hacia la independencia, la segunda fase se denomina DEPENDENCIA RELATIVA, y la tercera es la INDEPENDENCIA PROPIAMENTE DICHA.
   En la primera fase, W sitúa la preocupación materna primaria, en la cual se da una adaptación de la madre al 100% a las necesidades del bebé.
   El “holding” o sostén es la rutina de cuidados al bebé. Si bien aún no hay un yo constituido, los padres lo suponen en el niño, dando forma al narcisismo primario trasvasante.
   Aparte de estos cuidados, la madre ofrece otros recursos llevando a cabo una FUNCIÓN DE MANIPULACIÓN. Se trata de caricias, sonrisas, juegos, y estímulos visuales y auditivos. Esta manipulación se relaciona con el mundo libidinal y simbólico, y cuando finaliza comienza la desilusión y el destete.
   Para W el destete no implica necesariamente el hecho de dejar de alimentarse a través del pecho.
   En la tercera fase, el niño comienza a entender que su madre no es parte de él, pero la necesita, y de esta manera, comienza el proceso de desilusión. Entran en juego los OBJETOS y FENÓMENOS TRANSICIONALES para calmar la angustia que le produce la ausencia de su madre. Para W, la zona transicional es una zona intermedia entre la realidad psíquica y la realidad externa. En ella se despliegan los objetos y fenómenos transicionales.
5. Funciones maternas de sostén y de manipulación.

Función y características del objeto transicional

• Adquiere una importancia vital para el niño al momento de dormir, como una defensa contra la ansiedad, en especial contra la del tipo depresivo.
• Los padres conocen su valor y lo suelen llevar cuando viajan.
• Aparecen entre los 4-6 hasta los 8-12 meses.
• Pueden persistir en la niñez, siendo fundamental para dormir, cuando el niño está solo o cuando existe la posibilidad de un estado de ánimo deprimido.
• Cuando el bebé comienza a usar sonidos organizados, suele atribuirle un nombre.
• El niño tiene derechos sobre el objeto.
• El objeto es acunado con afecto, pero a la vez amado y mutilado con excitación.
• Nunca debe cambiar, a menos que lo haga el propio niño.
• Debe sobrevivir tanto al amor instintivo como al odio, y a la agresión.
• Para el niño parece tener vida propia, irradia calor, se “mueve” y posee cierta textura.
• Suele ser un objeto blando.
• Para el bebé no proviene ni desde afuera, ni desde adentro. No es una alucinación.
• Su destino es una descarga manual, con los años pierde significado.

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