SEXOLOGÍA VS. SEXOSOFÍA

SEXOLOGÍA VS. SEXOSOFÍA

Por Marina Ferreyra Petrini y Tatatina Zancov

Egresadas del Curso de Formación en Sexualidad de AASES

En primera instancia es fundamental identificar a que nos referimos cuando hablamos de Sexología y cuál es la diferencia cuando decimos Sexosofía. Esta última, sostiene John Money (uno de los sexólogos más importantes de los últimos 30 años) es el “conjunto de principios y conocimientos que la gente tiene acerca de su propia e íntima experiencia de su función sexual”; en otra palabras la Sexosofía sería la filosofía acerca del sexo y del erotismo que una persona o sociedad tiene, incluyendo valores personales y culturales compartidos. Para comprender mejor esta idea utilicemos un ejemplo, la siguiente frase está basada en principios sexosóficos: La masturbación, además de moralmente inaceptable, hace mal a la salud, por eso como educador Sexual la combato.

Por el otro lado nos encontramos con la Sexología que según Money es “la ciencia del sexo y de la función erótica en los seres humanos y otras especies”. Para ser más claros aquí nos hacemos referencia al conocimiento científico que tenemos acerca de la sexualidad y como ejemplo podemos citar la siguiente frase: El preservativo es un excelente medio para prevenir las ETS.

Para explicar aún más la diferencia entre estos 2 términos: sexología y Sexosofía podemos recurrir a las palabras de la Lic. Silvia Aguirre (psicóloga clínica y sexóloga) quien plantea que la gran mayoría de nosotros no hemos recibido Educación Sexual, sino más bien lo que ella denomina Socialización Sexual la cual es simplemente una transmisión de conceptos que no se encuentran organizados en ningún programa, no poseen fundamentos científicos y que nadie propone conscientemente. Son lo que denominamos creencias, todo aquello que las figuras de autoridad nos dijeron alguna vez, que se instalaron en nuestra memoria y que repetimos sin crítica alguna ya que nos parecen absolutamente naturales e incuestionables.

Mientras que la Educación Sexual, por otro lado, implica hacer referencia a la sexología como disciplina científica, basándose en conceptos científicos, datos extraídos de la experimentación y comprobados en situaciones específicas a tal fin.

Ahora, hacemos esta aclaración y exponemos la diferencia clave de estos conceptos ya que como futuras educadoras en sexualidad humana es sumamente necesario reconocer cuales son nuestros principios sexosóficos para poder analizarlos y hacer el mayor esfuerzo por dejarlos a un lado cuando nos abocamos a la tarea de educar. Por ello es que en este trabajo nos proponemos analizar un breve artículo publicado en un diario virtual que hace referencia a las ventajas y desventajas de la educación sexual en la escuela.

Como bien sabemos, Internet se ha convertido en la fuente principal de información en nuestros días, pero debemos ser críticos a la hora de buscar y seleccionar los textos que vamos a utilizar. El siguiente texto fue extraído de un Diario Virtual, el mismo tiene varias secciones entre ellas la referida a Educación donde se tratan diversos temas, en ese marco la Sra/Srta Giuliana Torres García, de la cual no se brinda mayor información pero se puede identificar su aporte sobre diversas temáticas en varios artículos publicados en el mismo Diario; para este trabajo el artículo seleccionado trata acerca de los pros y contras de la educación sexual en el ámbito escolar.

Al inicio de su artículo recupera los resultados de una encuesta, de la cual no brinda ninguna información acerca del lugar dónde se realizó o cuántas personas fueron encuestadas, pero que según la misma sólo el 7% de la población se opone a que se imparta educación sexual en las escuelas. Luego plantea que por más que sea una minoría son diversas las ventajas y desventajas que los padres que se encuentran a favor deberían considerar. Y antes de adentrarse a las mismas plantea que “En general, los padres necesitan estar atentos de su propia familia, sus creencias religiosas y los valores, además de conocer el intelecto de sus hijos y sus niveles de madurez.”

Ya en esta breve introducción es perceptible que la autora está basándose en sus principios sexosóficos

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